Personaje favorito
Publicado: 10 Ago 2011, 15:36
Pues eso, ¿cual es vuestro personaje/s favorito de Warhammer? El número máximo es de tres, no sólo por su estética, sino también por su trasfondo. Yo personalmente hay varios que me atraen mucho, como Sigvald el Magnífico, Campeón de Slaanesh:
Si la arrogancia y el engrandecimiento propio pueden considerarse virtudes entre los paladines del Caos, entonces Sigvald el Magnífico ha elevado semejantes características hasta la categoría de obras de arte. Guerrero poderoso y cruel, Sigvald va a la guerra encabezando un ejército poderoso, una verdadera horda de seguidores que le adoran y gritan alabanzas a cada paso, adulándole y admirándole como sólo pueden hacerlo las almas sumisas.
Hay quien cuenta que sus orígenes fueron malaventurados; nació como hijo bastardo fruto del incesto, pero a pesar de ello fue bendecido con una belleza incomparable. Sus aptitudes para la guerra fueron afiladas por los mejores guerreros de su padre, y cuando alcanzó la mayoría de edad ya había superado la habilidad de combate de cualquiera de los súbditos de su padre. Adorado por su padre, fue mimado abiertamente, y no se le negó ningún exceso. No fue hasta que su padre descubrió en Sigvald un apetito antinatural por la carne humana que su paciencia y afecto se agotaron y exilió a Sigvald de la tribu. Poco tiempo después, Sigvald mató a su padre y buscó fama y fortuna en los Desiertos del Caos.
Recorriendo los Desiertos del Caos, Sigvald pronto descubrió que sus habilidades florecían cada vez más rápido, y que la decisión de asesinar a su padre y abandonar a su tribu estaba justificada. No pasaría mucho tiempo hasta que el apetito insaciable y la crueldad displicente de Sigvald atrajeran la atención de un superior mucho más poderoso. Sigvald empezó a ser conocido como el Vástago de Slaanesh, el Príncipe Despojado y, su nombre más agradable (al menos a sus propios oídos), el Magnífico. Las bendiciones que el Príncipe Oscuro ha lanzado sobre su hijo adoptivo son muchas y grandes, y nadie que esté delante de Sigvald el Magnífico puede dudar su favor. El semblante de Sigvald es glorioso, sus habilidades de combate son impecables y su posición es muy respetable. El suelo que pisa Sigvald se moldea para adaptarse a sus pisadas, los árboles y las rocas se apartan para dejarle pasar. Damas y guerreros por igual corren a obedecer cualquiera de sus peticiones, y va acumulando gloria tras gloria con cada enemigo al que aplasta.
Nadie puede estar seguro de qué destino le espera a Sigvald, pero mientras sus conquistas degeneradas sigan sondeando en las profundidades de la depravación, seguirá contando con los auspicios del Príncipe Oscuro, y su camino hacia la gloria será cada vez más claro.
Mis queridos Gotrek y Félix:
El destino de Félix Jaeger cambia el día en que Gotrek Gurnison le salva la vida. Animado por un exceso de vino para celebrar la hazaña, Félix jura que inmortalizará por escrito la gloriosa muerte en combate del enano Gotrek. Pero no va a ser tan fácil, porque Gotrek es un Matador que ha dado su palabra de combatir contra los monstruos más peligrosos del Viejo Mundo, en un intento de lavar una deshonra que guarda en secreto. Lo único que Gotrek tiene que hacer es morir de forma heroica... y Félix tiene que mantenerse vivo para contarlo.
O Eltharion, el héroe ciego:
Eltharion el Implacable es el guardián de la ciudad élfica de Tor Yvresse. Reside en una alta torre vigilando la antigua ciudad, y a veces se le puede ver volando en su leal y fiero Grifo de Guerra, Ala de Tormenta. Eltharion es uno de los héroes élficos más conocidos. El único General que ha conseguido una victoria en Naggarond y ha vuelto vivo para contarlo. Durante esa incursión en la región de los Elfos Oscuros,estuvo a punto de morir por una herida causada por la espada envenenada de una Elfa Bruja, pero una aparición de su padre consiguió centrarlo y evitar que buscara la venganza, ya que la horda de Goblins de Grom el Panzudo, el asesino de su familia, estaba a las puertas de Tor Yvresse. Después que un insignificante chamán Goblin derrotara al Guardián de la Ciudad, Eltharion lo sucedió en el puesto, derrotando a los pielesverdes.
Años después fue derrotado por el Rey Brujo Malekith en la ciudad de Anlec durante una incursión de los Elfos Oscuros. Eltharion fue torturado, Malekith le arrancó los ojos y lo dejó al borde de la muerte, y lo envió de vuelta al Rey Fénix como un ejemplo viviente de su crueldad. Belannaer, el encargado de la torre de Hoeth, se ocupó de sus heridas y Eltharion pronto se recuperó, aunque sus cicatrices mentales tenían surcos profundos. Belannaer adiestró a Eltharion en el camino de los maestros de la Espada y el diestro Elfo aprendió de forma excepcionalmente rápida, de modo que en muy poco tiempo se convirtió en un adversario digno del mismo Maestro. Belannaer cedió a Eltharion el liderazgo sobre los Maestros de la Espada, tarea que satisfizo enormemente a Eltharion. Volvió a enfrentarse con el Rey Brujo de nuevo cuando la invasión de éste penetró la Puerta del Dragón y avanzó hasta el Reino Interior. Los maestros de la espada habían recibido la orden de defender las doncellas que tenían el deber de proteger la Reina Eterna. Cuando sus bosques se vieron amenazados, los maestros de la espada acudieron veloces en ayuda de la Reina Eterna y, en la batalla que se sucedió momentos después, Eltharion logró herir al Rey Brujo. Fue una hazaña que ningún mortal había logrado hasta entonces, pero eso no fue suficiente para Eltharion, que ahora quiere destruir a Malekith y ha llevado la guerra a Naggaroth. Ni siquiera las palabras sosegadas de Belannaer son capaces de contener sus ansias de venganza, y el Rey Fénix ha accedido a esas ansias como favor especial. Belannaer se aferra a la débil esperanza de que Eltharion conseguirá superar la amargura que arde en su corazón, pero también sabe que se trata de una guerra que su discípulo debe luchar a solas.
Si la arrogancia y el engrandecimiento propio pueden considerarse virtudes entre los paladines del Caos, entonces Sigvald el Magnífico ha elevado semejantes características hasta la categoría de obras de arte. Guerrero poderoso y cruel, Sigvald va a la guerra encabezando un ejército poderoso, una verdadera horda de seguidores que le adoran y gritan alabanzas a cada paso, adulándole y admirándole como sólo pueden hacerlo las almas sumisas.
Hay quien cuenta que sus orígenes fueron malaventurados; nació como hijo bastardo fruto del incesto, pero a pesar de ello fue bendecido con una belleza incomparable. Sus aptitudes para la guerra fueron afiladas por los mejores guerreros de su padre, y cuando alcanzó la mayoría de edad ya había superado la habilidad de combate de cualquiera de los súbditos de su padre. Adorado por su padre, fue mimado abiertamente, y no se le negó ningún exceso. No fue hasta que su padre descubrió en Sigvald un apetito antinatural por la carne humana que su paciencia y afecto se agotaron y exilió a Sigvald de la tribu. Poco tiempo después, Sigvald mató a su padre y buscó fama y fortuna en los Desiertos del Caos.
Recorriendo los Desiertos del Caos, Sigvald pronto descubrió que sus habilidades florecían cada vez más rápido, y que la decisión de asesinar a su padre y abandonar a su tribu estaba justificada. No pasaría mucho tiempo hasta que el apetito insaciable y la crueldad displicente de Sigvald atrajeran la atención de un superior mucho más poderoso. Sigvald empezó a ser conocido como el Vástago de Slaanesh, el Príncipe Despojado y, su nombre más agradable (al menos a sus propios oídos), el Magnífico. Las bendiciones que el Príncipe Oscuro ha lanzado sobre su hijo adoptivo son muchas y grandes, y nadie que esté delante de Sigvald el Magnífico puede dudar su favor. El semblante de Sigvald es glorioso, sus habilidades de combate son impecables y su posición es muy respetable. El suelo que pisa Sigvald se moldea para adaptarse a sus pisadas, los árboles y las rocas se apartan para dejarle pasar. Damas y guerreros por igual corren a obedecer cualquiera de sus peticiones, y va acumulando gloria tras gloria con cada enemigo al que aplasta.
Nadie puede estar seguro de qué destino le espera a Sigvald, pero mientras sus conquistas degeneradas sigan sondeando en las profundidades de la depravación, seguirá contando con los auspicios del Príncipe Oscuro, y su camino hacia la gloria será cada vez más claro.
Mis queridos Gotrek y Félix:
El destino de Félix Jaeger cambia el día en que Gotrek Gurnison le salva la vida. Animado por un exceso de vino para celebrar la hazaña, Félix jura que inmortalizará por escrito la gloriosa muerte en combate del enano Gotrek. Pero no va a ser tan fácil, porque Gotrek es un Matador que ha dado su palabra de combatir contra los monstruos más peligrosos del Viejo Mundo, en un intento de lavar una deshonra que guarda en secreto. Lo único que Gotrek tiene que hacer es morir de forma heroica... y Félix tiene que mantenerse vivo para contarlo.
O Eltharion, el héroe ciego:
Eltharion el Implacable es el guardián de la ciudad élfica de Tor Yvresse. Reside en una alta torre vigilando la antigua ciudad, y a veces se le puede ver volando en su leal y fiero Grifo de Guerra, Ala de Tormenta. Eltharion es uno de los héroes élficos más conocidos. El único General que ha conseguido una victoria en Naggarond y ha vuelto vivo para contarlo. Durante esa incursión en la región de los Elfos Oscuros,estuvo a punto de morir por una herida causada por la espada envenenada de una Elfa Bruja, pero una aparición de su padre consiguió centrarlo y evitar que buscara la venganza, ya que la horda de Goblins de Grom el Panzudo, el asesino de su familia, estaba a las puertas de Tor Yvresse. Después que un insignificante chamán Goblin derrotara al Guardián de la Ciudad, Eltharion lo sucedió en el puesto, derrotando a los pielesverdes.
Años después fue derrotado por el Rey Brujo Malekith en la ciudad de Anlec durante una incursión de los Elfos Oscuros. Eltharion fue torturado, Malekith le arrancó los ojos y lo dejó al borde de la muerte, y lo envió de vuelta al Rey Fénix como un ejemplo viviente de su crueldad. Belannaer, el encargado de la torre de Hoeth, se ocupó de sus heridas y Eltharion pronto se recuperó, aunque sus cicatrices mentales tenían surcos profundos. Belannaer adiestró a Eltharion en el camino de los maestros de la Espada y el diestro Elfo aprendió de forma excepcionalmente rápida, de modo que en muy poco tiempo se convirtió en un adversario digno del mismo Maestro. Belannaer cedió a Eltharion el liderazgo sobre los Maestros de la Espada, tarea que satisfizo enormemente a Eltharion. Volvió a enfrentarse con el Rey Brujo de nuevo cuando la invasión de éste penetró la Puerta del Dragón y avanzó hasta el Reino Interior. Los maestros de la espada habían recibido la orden de defender las doncellas que tenían el deber de proteger la Reina Eterna. Cuando sus bosques se vieron amenazados, los maestros de la espada acudieron veloces en ayuda de la Reina Eterna y, en la batalla que se sucedió momentos después, Eltharion logró herir al Rey Brujo. Fue una hazaña que ningún mortal había logrado hasta entonces, pero eso no fue suficiente para Eltharion, que ahora quiere destruir a Malekith y ha llevado la guerra a Naggaroth. Ni siquiera las palabras sosegadas de Belannaer son capaces de contener sus ansias de venganza, y el Rey Fénix ha accedido a esas ansias como favor especial. Belannaer se aferra a la débil esperanza de que Eltharion conseguirá superar la amargura que arde en su corazón, pero también sabe que se trata de una guerra que su discípulo debe luchar a solas.