Ególatra, déspota, huraño e intratable son algunos de los calificativos que le colgaron algunos de los que con él trabajaron. Quizás, el caso más sonado dentro de toda una historia de desavenencias fue la aparición en la WD número 77 de mayo de 1986 el siguiente mesaje:

¿Lo véis?, ¿no?. Está escrito en acrósticos. La primera letra de cada línea bajo los encabezamientos en negrita conformaban el siguiente mensaje:
"SOD OFF BRYAN ANSELL"
Un mensaje oculto por Ian Marsh, (el editor de la revista del momento), a modo de respuesta a los cambios que Bryan exigía para la White Dwarf. Fueron esos encontronazos con sus compañeros los que propiciaron la venta de GW a Tom Kirby (si, el mismo Tom Kirby que no quiso contratarme como director

