Re: Acto 1: Una interesante invitación
Publicado: 21 Ene 2019, 19:42
Konrad Reder
Por unos instantes, Konrad había olvidado totalmente a qué había venido al Martín Pescador. De hecho, había olvidado la mayoría de las cosas. Era un milagro que no hubiese olvidado su nombre. Sin embargo, cuando los ojos de Roseane se desviaron de los suyos, recuperó el sentido y se giró como acto reflejo.
De pronto, todo el rubor de la cara de Konrad se esfumó tan deprisa como un grupo de cortabolsas al grito de "¡Guardia!". Un rápido vistazo a la mujer le hizo comprender que si no quería perder todo lo ganado aquella noche, no podría salir corriendo. Tampoco es que pudiera si quisiera, porque cuando se dio cuenta, los dos hombres ya estaban frente a ellos.
- ¿Quién te has creido tu que eres? ¿Acaso crees que tu dinero basta para que nosotros tengamos que esperar por nuestras bebidas? ¿Acaso crees que esa mujer puede coger nuestras bebidas y que aquí no pase nada? No... por Manaan que las cosas no funcionan así aquí...
Con gran esfuerzo, Konrad consiguió mantener la compostura. Justo en ese momento había visto como Mathias y Jacob se acercaban desde la otra mesa. Jamás lo reconocería, pero daba gracias a todos los dioses por aquellos dos sacos de músculo sin cerebro que tenía por compañeros.
- Calma caballeros, no hay necesidad de enfurecerse -trató de decir Kornad con tono conciliador-. Seguro que podremos resolver este malentendido como personas civilizadas. Y francamente, la cerveza tampoco estaba tan buena. -Konrad sonrió, tratando de mostrarse amigable, pero sólo consiguió enfatizar la mofa.
Volvió a mirar a sus compañeros, y los vio ahora sentados, a la espera. "Malditos patanes!" pensó Konrad "¿¡Es que no vais a venir a ayudarme!?". Nuevamente, su sentido de autopreservación volvió a activarse, y con un nerviosismo poco disimulado, concluyó:
- Estoy seguro que podremos olvidarnos de este tema si les invito a una ronda, ¿no?
Por unos instantes, Konrad había olvidado totalmente a qué había venido al Martín Pescador. De hecho, había olvidado la mayoría de las cosas. Era un milagro que no hubiese olvidado su nombre. Sin embargo, cuando los ojos de Roseane se desviaron de los suyos, recuperó el sentido y se giró como acto reflejo.
De pronto, todo el rubor de la cara de Konrad se esfumó tan deprisa como un grupo de cortabolsas al grito de "¡Guardia!". Un rápido vistazo a la mujer le hizo comprender que si no quería perder todo lo ganado aquella noche, no podría salir corriendo. Tampoco es que pudiera si quisiera, porque cuando se dio cuenta, los dos hombres ya estaban frente a ellos.
- ¿Quién te has creido tu que eres? ¿Acaso crees que tu dinero basta para que nosotros tengamos que esperar por nuestras bebidas? ¿Acaso crees que esa mujer puede coger nuestras bebidas y que aquí no pase nada? No... por Manaan que las cosas no funcionan así aquí...
Con gran esfuerzo, Konrad consiguió mantener la compostura. Justo en ese momento había visto como Mathias y Jacob se acercaban desde la otra mesa. Jamás lo reconocería, pero daba gracias a todos los dioses por aquellos dos sacos de músculo sin cerebro que tenía por compañeros.
- Calma caballeros, no hay necesidad de enfurecerse -trató de decir Kornad con tono conciliador-. Seguro que podremos resolver este malentendido como personas civilizadas. Y francamente, la cerveza tampoco estaba tan buena. -Konrad sonrió, tratando de mostrarse amigable, pero sólo consiguió enfatizar la mofa.
Volvió a mirar a sus compañeros, y los vio ahora sentados, a la espera. "Malditos patanes!" pensó Konrad "¿¡Es que no vais a venir a ayudarme!?". Nuevamente, su sentido de autopreservación volvió a activarse, y con un nerviosismo poco disimulado, concluyó:
- Estoy seguro que podremos olvidarnos de este tema si les invito a una ronda, ¿no?