(quitando warhammer, claro).
Yo tengo mis tres o cuatro favoritos. Me gusta mucho
Aquelarre, por su sistema porcentual de toda la vida de dios, por lo completísimo que es, o por su ambientación pseudorrealista. En ese último sentido, me da cierta pena, pues raras veces consigo inspirarme para sacar una partida completa utilizando a la españa medieval como trasfondo. Es uno de esos libros que miras, y tienes la sensación de que todo está perfectamente en su sitio, como un templo griego.
Lo único que no me hace especial gracia es que las reglas del BRP se han quedado un tanto desactualizadas respecto al actual Runequest, u otros juegos que utilizan del mismo sistema.
El segundo en mi lista debe ser forzosamente Dungeon Crawl Classics, traducido al castellano como clásicos del mazmorreo. Por su extenso arte en blanco y negro digno de la carpeta de un fanático del heavy de los 80, su estilo bizarro y corrupto a lo warhammer o su famoso sistema de magia, que te pueden salir geniales o mandarte para urgencias en el mejor de los casos (no quieras saber cómo terminas en el peor de esos casos). Eso si que es sentir la responsabilidad. La magia es para los valientes, nada de mariconadas...
El tercero en discordia es Torchbearer. En el mundo propuesto por Torchberarer la población vive temerosa del mal que hay más allá de los muros de sus ciudades. Allí fuera hay terrores en forma de monstruos de todo tipo, orcos, lagartos… todo un elenco de seres que ya se han cargado a varias civilizaciones anteriores que cometieron el error de subestimar su poder. En este mundo, los jugadores encarnarán a aventureros. Aventureros de verdad. Tíos duros con muchas cicatrices y dagas escondidas en las botas.
En Torchbearer ser aventurero es la consecuencia de no haber sido tomado por aprendiz por un artesano, de no haber sido aceptado como monaguillo en la iglesia de tu aldea y sobre todo, sobre todo es consecuencia de ser muy pobre. Lo interesante del asunto es que afronta el tema del dungeoneo desde una perspectiva muy particular, que es la supervivencia. En este juego morir por que se te apague la antorcha y te quedes sin víveres en un subterráneo es tan probable como que se te coman los kobolds. Y además está ilustrado por Russ Nicholson, (el de los librojuegos de Fighting Fantasy), ¿qué más se puede pedir?.
- Un verdadero guerrero nunca teme al desafío de una batalla. Pero siempre recuerda que no puedes escapar a tu destino.
, voy a echarle un vistazo a ese Reino de Terror; ¡suena muy bien!