Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

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Saratai
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Re: Reinhard Russ III: Verena nos dará la Claridad

Mensaje por Saratai »

20 de Destilario (Brauzeit) de 2527. Subsuelos de Averland.

El guardaespaldas no tardó mucho en comenzar a desatar su furia contra los que habian osado atacar a su amo. Amo que, desgraciadamente seguia vivio, a pesar del balazo que habia traspasado su cintura. Al fin y al cabo, Getter seguia siendo uno de los hombres más enigmaticos y peligrosos de la guardia de Averland, y su reciente declaración de fe en dioses hereticos y oscuros no hacia sino incrementar su aura de misterio.

El bifido hombre a cargo de la seguridad de Getter siseó mientras movia el brazo rapidamente. Aquella velocidad no era humana, pues apenas pudieron seguir Reinhard y los enanos el movimiento de la cruel espada dentada del soldado con la vista, torciendose el acero por la impresión de velocidad y la falta de luz habida en el tunel.

Antes de que nadie percibiera cual habia sido el objetivo del ataque, chispas salieron despedidas de la pistola de Karl Jefsson mientras su arma volaba por el tunel, cayendo al suelo entre las tinieblas de la oscuridad. Jefsson intentó poner espacio de por medio, para recuperar su arma, y acribillar desde lejos al enemigo. Pero aquel guadaespaldas mutante era mucho mas inteligente que el resto de soldados que el grupo habia abatido, y no le dejaria oportunidad. Golpeó al enano que intentaba retirarse momentaneamente de la refriega, pero tan solo consiguió cortar el aire.

Aquel fue el momento que Durak y Reinhard aprovecharon para impulsar su ataque conjunto. Durak intentó empujar al enemigo hasta colocarlo entre las rocas y los cuerpos muertos de los que ya habian dejado aquel mundo. Sin embargo, el viejo minero no consiguió mover al habil adversario ni un milimetro, a pesar de su fuerte empuje. Reinhard le provocó entonces, llamando la atención de éste. La lengua del mutado soldado salió varias veces de su cavidad, palpando en el aire la agresividad presente en el tunel, y descargó dos tajos contra el fornido minero de rubios cabellos, al ver los garfios de su mano y creerlo presa más débil.

La espada dentada pasó fugaz delante de la cara de Reinhard, apunto de destrozar su nariz, pero sin llegar a tocarla. Creyó el minero que la suerte habia estado de su lado, pero nada más lejos de la realidad, pues el primer golpe tan solo habia sido una intentona fugaz: Pronto sintió Russ como los dientes de la cruel arma mordian sus costillas, serrando su contenido. De no haber sido por la dura protección de malla, el golpe podia haber sido de intensa gravedad, pero entre la dura complexión fisica de quien habia sido esclavizado y acostumbrado a duros trabajos en la mina durante años, y a las compactas mallas de su armadura, todo quedó en un tajo sangrante que no impidió al minero avalanzarse sobre el adversario.

Por muy poco alcanzó Reinhard el cuerpo del guardaespaldas, lanzandolo al suelo como hizo con el norse minutos antes. A punto estuvo de escapar del abrazo y soltarse de la presa, pero la fuerza del rubio minero axfisió al soldado entre los cadaveres de sus camaradas. Reinhard notó su olor, un extraño aroma entre perfume y aceite, pero que no hicieron ceder al minero en su empeño.

Durak aprovechó entonces para clavar hasta el fondo su pico en la espalda del guardaespaldas de Getter, que gritó con gran dolor por la fatal herida recibida. Mientras tanto, el soldado intentó liberarse, pero el abrazo de Reinhard era como una pinza de acero, y no consiguio rebajar la presión ni un segundo, lo cual aprovechó el minero para golpear contra el suelo repetidas veces el ahora ligero cuerpo del agil soldado. Éste quedo rapidamente sin aliento, quedando debil ante tantos repetidos ataques.

Y, aunque parecia que el combate estaba saliendo perfecto y sin problemas, fue encontes cuando Durak cayó al suelo, presa de espasmos. De su boca salieron espesas babas de un horripilante color verdoso durante los escasos segundos que la arritmia atacó su corazón. Al final, las cuchilladas venenosas que habia sufrido habian hecho efecto, y su anciano cuerpo no habia aguantado más la ponzoña en su torrente sanguino. Aguoste Getter, viendo la situación, y como su guardaespaldas caia presa de la embestida de Reinhard, agarró su espada y con una mano en el estomago se avalanzó contra Karl Jefsson, que habia recuperado su arma. Ambos se enzarzaron en un combate en el que la superioridad técnica de Getter colocaba la balanza a su favor.

-Ahora vas a pagar tu atrevimiento, enano cobarde...- espetó con ira Augoste a Karl, mientras levantaba su espada para matar al ingeniero.

Getter golpeó antes, y golpeó mejor, causando otra herida en el rostro del ingeniero enano. Jefsson retrocedió, accionando su pistola contra el comandante, pero, maldición de los dioses, el arma de pólvora quedó encasquillada en el peor momento. Getter volvió a arremeter, pero las prisas por terminar el trabajo empezado le hicieron resbalar con el cuerpo de Durak. Fue entonces cuando una espada con el simbolo de Verenna rasgó su carne: Rot Gertl, oyendo los gritos de sus compañeros, y arrepentido por haberlos dejado abandonados, volvió en su rescate (por este motivo, y porque el tunel estaba sellado por rocas cien metros más adentro) y salvó la vida de Jefsson.

Mientras tanto, Reinhard continuó golpeando al guardaespaldas con su puño y su garfio, hasta que éste quedó completamente incosciente. Reinhard habia perdido mucha habilidad combatiendo tras haber sufrido las amputaciones y era incapaz de usar su pico como antaño, pero en distancias cortas, no necesitaba más que su gran fuerza para vencer a sus adversarios y aplastarlos contra el suelo de las minas. Ahora, Augoste Getter se enfrentaba el solo a Karl y Rot, mientras Reinhard decidia si rematar al agil guardaespaldas, o arriesgarse y acabar con la amenaza que suponia para toda la provincia el vil Augoste de una vez por todas.


FDI: He acelerado el combate, pues supuse que una vez que conseguias la presa, no la liberarias hasta tener vencido al enemigo. Recibes cuatro heridas por el ataque del guardaespaldas, y puedes considerarte afortunado porque haya fallado el primer ataque.

En tu presa has tenido muchisima suerte, has acertado al guardaespaldas gracias a los modificadores de atacar junto a Durak, y le has ganado la tirada de Fuerza por siete puntos de diferencia. El ha intentado salir varias veces, pero la segunda vez ha fallado la tirada por mucho, y en la tercera ocasión tenia un -20 a su tirada debido al critico que habia sufrido. Durak le ha inflingido nueve heridas en su ataque, y tu 6 en el tuyo tras sacar un 9 en el dado. El resto ha sido facil, una vez el guardaespaldas estaba a 0 Heridas e iba acumulando penalizadores por los criticos sufridos, con lo que su alta Habilidad de Armas no le ha servido de nada luchando en una presa. Sin duda atacar con presa ha supuesto la victoria, pues de no haberla hecho habria ido venciendoos uno a uno.

Durak ha sufrido un colapso por el veneno al fallar la tirada de Resistencia, y ahora que el guardaespaldas está incosciente (pero sigue vivo), os encontrais Rot Gertl, Karl Jefsson y tu frente a Augoste Getter, incredulo por el curso que han tomado los acontecimientos.
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Reinhard Russ

Se acercaba el fin… el fin de unos o de otros acechaba detrás de cada ataque, detrás de cada esquiva para alargar unos segundos la existencia que en esos momentos bailaba al borde de un acantilado.

Y es por esto que tal vez al acariciar la muerte con cada suspiro, que Reinhard aún no había tirado la toalla, aún no se había rendido. No lo hizo cuando huyó junto con Eimur por las entrañas de Averland de las garras de Gottfried y no lo haría ahora que tenía en su pico el destino de Augoste Getter, y como consecuencia, el de toda la provincia.

El combate sucedió aún más encarnizado, y el guardaespaldas de un alto cargo, no defraudó con sus acciones, pues no solo hirió a Karl, sino que también consiguió marcar con su dentada espada el lastimado cuerpo de Reinhard, que empezaba ya a rozar el fin.

Aún así, ni Reinhard ni Durak estaban dispuestos a dejarse vencer sin hacer pagar un alto coste por sus vidas, así que los dos salvajes mineros arremetieron contra el guardaespaldas con tal de poner fin a su asquerosa existencia con un ataque conjunto.

Y casi lo consiguieron… cuando Durak invirtió su último aliento en este mundo en dar un poco de esperanza a sus compañeros.
-DURAAAAAAK!! NOOOOO!!!!- Reinhard estalló en lagrimas cuando vió a Durak que paralizado por el veneno que el soldado de Augoste le había herido, dejaba de golpear al guardaespaldas, y caía al suelo.-AUGOSTTE!! TE PIENSO MATAR CON MIS PROPIAS MANOS MALDITO HIJO DE LA MISERIA!!

Reinhard lleno esta vez de rabia y ira… tensionó aun mas los músculos con tal de acabar con la vida del guardaespaldas hasta que lo dejo inconsciente.

Augostte reaccionó a la amenaza de manera hostil y atacó a Karl con tal de igualar la balanza. Pero el destino reservaba otro camino para todos ellos, pues ni Getter pudo acabar con su vida, ni Karl logró disparar a Augostte, ni Rot, que volvió en ayuda de sus compañeros, logró arrebatarle la vida al sucio comandante de la guardia.

El destino de Augostte era morir a manos de Reinhard! Y de eso estaba indudablemente convencido el minero .

-Pienso acabar con tu repugnante existencia, bestia inmunda!


Cuando el guardaespaldas quedo inconsciente, Reinhard se puso de pie y gritó a Getter.
-TU! BESTIA INMUNDA! MIRAME BIEN, PUES- mientras hablaba, Reinhard clavó el golpe definitivo sobre el mutante guardaespaldas- TE PROMETO QUE SERÁS LA ÚLTIMA COSA QUE VEAS TANTO EN ESTA VIDA COMO EN CUALQUIER OTRA!

FDI: Doy el golpe de gracia al guardaespaldas (estando inconsciente es impacto automático daño x2, no?) a la vez que amenazo tanto verbal como gestualmente a Getter.
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Re: Reinhard Russ III: Verena nos dará la Claridad

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20 de Destilario (Brauzeit) de 2527. Subsuelos de Averland.

Creo que me he roto el brazo... Esto es degradante... He cercenado la vida de decenas de hombres, y un manco de mierda me va a...

Entre golpes de acero, los pensamientos del guardaespaldas se desvanecieron, sangrante su boca y muertos sus ojos. Estuvo bien cerca de recuperar el aliento y levantarse, pero Reinhard Russ, el fortachón minero rubio, no se lo permitió. Antes de darle tiempo a volver a empuñar su dentada arma curva, aplastó su cabeza con garfio y espada haciendo saltar un ojo, hasta no dejar más que un rostro irreconocible sin nariz, gritandole a Getter enfurecido por la muerte de quien tanto le habia enseñado, de quien no podria volver a regañarle.

Los pies chocaban con los cadaveres, que se amontonaban junto a las estalagmitas y estalacticas que por doquier atravesaban el tunel. El destino mismo de miles de personas se estaba jugando en aquel instante, pues de vencer Augoste Getter, la secta pondria en marcha un terrible plan, maquinado durante años, para tomar el control de la provincia, y causar una funesta guerra civil en el Imperio. De ser los mineros los vencedores, la secta perderia a un importante miembro, y sus planes se retrasarian lo suficiente como para que hubiera un atisbo de reacción, una esperenza en Averland y una luz en los corazones de los inocentes.

Pero, como era de esperar, Getter no se dejaria vencer facilmente. Viendose superado en número, decidió jugarselo todo a una carta. Una carta engendrada en el mismo infierno que habia originado aquellos tuneles. Con un rápido movimiento, el comandante de las fuerzas de Averheim rasgo su camisa, dejando ver marcas al rojo en su cuerpo, deformada su piel a sangre, hierro candente y tinta. Aquellas terribles marcas tenian formas serpentinas, que dejaron boquiabierto a Rot Gertl. Después de siete años de investigaciones, por fin veia con sus propios ojos a un verdadero miembro de la serpie púrpura.

Augoste Getter

-¿Matarme dices, sucio minero? Habreis degollado a mis hombres, pero estais completemante destrozados por el esfuerzo. Y aunque os hayais aliado en los hombres rata, y a pesar de que la reunión haya sido destrozada, los hijos de Tchar venceremos. Vuestros dirigentes y religiosos, vuestros guardias y soldados, vuestros nobles y hermanos, cientos, tal vez mil personas, sirven al verdadero amo del mundo. Y no podeis hacer más que uniros o sucumbir.


Un anillo que el corrompido sectario portaba comenzó a brillar con un fulgor malsando, fulgor que Reinhard conocia bien. Palabras en una extraña lengua salieron de la garganta de Getter, y el suelo comenzó a temblar levemente. El cuerpo del sectario se hinchó en el proceso, llenandose de ampoyas que reventaban al surgir en su piel, pero el resultado mereció la pena. Alrededor del brujo, la piedra se alzó, y todos los presentes cayeron al suelo derribados por golpes de piedra maciza. Feliz por el resultado, Getter rió ya perdida la cordura, y aprovechó el momento de confusión para atacar a quien más cerca tenia, y a quien más problemas podia darle.

-No volverás a dispararme con tus malditos cacharros, escoria amorfa- insultó triunfante, mientras, hoja acia abajo, empuñaba su espada hacia la cara de Karl Jefsson. El ingeniero no era muy agil, y tuvo problemas para incorporarse. Cuando se ayudó de sus cortos brazos para ponerse en pie, Getter atravesó la carne y el hueso de su rostro con emponzoñada furia. Los gritos del khazalid, que habia empezado a adiestrar a Russ en la lectura, y que tanto habia hecho por la aldea ayudando a trabajar a los jovenes. se ahogaron entre el crujir del tejido oseo cuando la espada, con el simbolo del ejercito averlandés, se atascó atravesando la cavidad bucal, partiendo dientes y reventando los vasos sanguineos del buen ingeniero.

Rot quedó horrorizado al ver el hierro salir por el grueso cuello de Jefsson, y miró aterrado a Reinhard mientras se incorporaba: Si no cargaban al unisono en aquel instante, aquel brujo sectario acabaria con ellos sin ninguna dificultad.


FDI: La brujeria de Getter crea un movimiento tectonico, que derrumba algunas estalacticas. Por suerte, nadie recibe ningun golpe por ello, pero todos fallais la tirada de Agilidad para manteneros en pie (tú con un 97).

Herido de gravedad como estaba Jefsson, no supone ningun esfuerzo acabar con su vida para Getter, y ahora que has rematado al guardaespaldas, os encontrais Rot y tu frente a Augoste, que a pesar de estar herido, sigue siendo tan aterrador como peligroso.
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Reinhard Russ

El combate llegaba a su fin y ahora, para Reinhard ya no había victoria posible, pues había perdido a dos grandes compañeros. Les había dejado morir, como hace cinco años dejó morir a Djaertik o al sacerdote de Sigmar, los había dejado morir sin hacer nada para salvarlos y aun así, el seguía con vida, él sobrevivía a todos los desafíos de la muerte, dejando atrás a sus compañeros. Tal vez alguien tenía un destino más fiero para él, pues mejor después de todos los amigos que había dejado atrás, nunca podría ser.

Getter era un enviado de los malvados dioses, y Reinhard no estaba dipsuesto a que un sirviente de esa escoria divina saliera con vida de esas minas, y mucho menos siendo el comandante de la guardia de todo Averheim. Con lo que la orientación del combate se dispuso aun de forma mucho más encarnizada. Combate a muerte o muerte.

Reinhard odiaba, odiaba como nunca había odiado nada ni nadie. Odiaba esos poderes oscuros que tanto daño le habían hecho a él, y odiaba de la misma manera cualquier mensajero de esos inmundos dioses. Y después de haber presenciado con sus propios ojos el asesinato de Karl, no pudo más que estallar en una ira sedienta de sangre, fuese la suya propia o la de Augostte.

-AUGOSTTE!! YO YA NO TENGO NADA QUE PERDER, ASI QUE PREPARATE PARA QUE TE ARRASTRE HACIA LAS MAS OSCURAS ENTRAÑAS DE LA MUERTE!! –Reinhard estaba inmerso en la ira del combate, el corazón le repicaba contra el pecho, tenia los ojos inyectados en sangre y las lagrimas la corrían por las mejillas huyendo de la amenazadora mirada- NO VOY A PERDONAROS TODO EL DAÑO QUE ME HABÉIS HECHO! –gritó en el preciso momento que miraba a Rot con tal de asegurarse de que él también buscaba su muerte en una única carga, la última carga contra los enemigos de la humanidad, la carga de la victoria y la esperanza o de la muerte y el olvido.

FDI: realizo una carga, espero que simultanea contra Getter. Y intento hacerle una presa. Invertiré mi punto de suerte si fallo la tirada de HA.
Última edición por Eldril el 26 Jul 2010, 17:54, editado 1 vez en total.
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Re: Reinhard Russ III: Verena nos dará la Claridad

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Los gritos de Reinhard y Rot resonaron en toda la caverna, mientras empuñaban sendas espadas en dirección al brutal hereje que ante ellos se encaraba. Getter habia conseguido desencadenar su brujeria con éxito, pero a cambio la magia negra le habia otorgado ampollas que de entre su carne brotaban y reventaban. Esto, sumado al disparo que habia recibido en el estomago a manos de Karl, y el corte de espada de Rot, habian hecho que el mil veces maldito Augoste estuviera gravemente herido cuando el investigador y el minero se lanzaron a la carga contra él.

Casi al unisono, los dos hombres descargaron su ira contra el brujo. Reinhard estuvo bien cerca de tropezar contra un cadaver, pero la fortuna quiso que en el ultimo momento retomara el equilibrio y golpeara certero al responsable, ya no solo de la perdida de su mina, sino de la muerte de sus dos buenos amigos, y quien sabe si el responsable de la algomeración de mutantes cinco años atrás. Las armas se clavaron en el vientre desnudo de Getter, pero este no desfalleció, y aun tuvo fuerzas para intentar asestar un golpe al enfurecido Reinhard, viendole herido y creyendo ser capaz de acabar con su vida. Sin embargo, la embrujada espada de Getter no fue capaz de cercenar el yelmo del acorazado minero, y tan solo abrio una brecha en la frente del fornido combatiente de los tuneles.

Rot aprovechó para asestar otro golpe, con bastante facilidad ahora que el brujo estaba empeñado en matar al minero. La espada de Verenna traspasó la carne y las vertebras con suavidad, y Getter cayó de rodillas. El investigador cortó raudo una de sus manos, para evitar que volviera a conjurar, y el hereje comenzó a desangrarse alli mismo. Nadie le dió una rápida muerte, pues sufrir era lo que merecia tras tantisimos años de dolor originados por su culpa.

Augoste Getter

-Tchar, te he fallado en vida, dejame servirte ahora en mi muerte...
- susurró en sus últimos estertores el demacrado comandante. Cuando sus ojos se alzaron para ver a los que le habian quitado la vida, les dedicó unas macabras palabras de desesperación:

-Escoria ignorante, no olvidaré vuestras caras cuando vayais al infierno, no... Pero antes, antes- Getter no pudo evitar toser sangre en abundancia, mientras la vida se le escaba por los innumerables cortes -he de relataros vuestro fin en lo poco que queda de vuestra existencia, si...

-Los hijos de los dioses verdaderos tomamos el poder de esta patetica provincia hace años. Oliver Saford, uno de nuestros iluminados, maneja como marionetas a vuestro debil gobierno... Durante meses y años hemos provocado altercados, primero con los mutantes, a los que dimos cobijo y pagamos en piedra maldita, obtenida del comercio de esclavos con los hombres rata, para que atacaran los caminos, luego con los criminales, a los que permitimos atacar donde y cuando quisieran para hacer cundir el pánico...


La vida de Getter estaba llegando a su fin, pero en un último esfuerzo volvió a hablar, esta vez para no volver a contaminar el mundo con su voz.

-Los debiles fieles de los dioses imperiales acudieron a los Bacher, si, pero nosotros controlabamos a esos titeres nacidos de la inmundicia de vuestra opresora sociedad de nobles ricos y esclavos campesinos. Cuando estos accedieron al poder por vias legitimas, aupados por nuestras acciones, los expulsamos y creamos un gobierno dirigido por nuestro señor Saford. Luego, subimos los impuestos e instigamos al incostante Leitdorf para provocar la guerra civil que hay en ciernes. Durante la guerra, podremos eliminar a todos nuestros obstaculos sin sospechas, y llenar la provincia de los elegidos de los dioses. Todos los elegidos vendran a Averland, a disfrutar de libertad y...


Pero Getter no pudo seguir, pues la sangre habia huido aterrada de su cuerpo y mente, repleta de ideas que atentaban contra los principios de la sociedad imperial, y la muerte sesgó presta su vida para todos los siempres.

El investigador vereneanno, cansado y herido, cayó al suelo completamente exhausto. Las linternas de los soldados aun alumbraban, pero el ruido proveniente de las cuatro salas habia cesado por completo, como la calma despues de la tormenta. Sin embargo, los calculos fallaban, pues si habian mas de diez hombres y los defensores de la mina habian acabado solo con seis...

Rot Gertl

-Verenna, gracias por salvarnos del maligno y dadnos fuerza para salir vivos de tal macabro encuentro- rezaba Rot entre dientes, apenado por la muerte de aquellos bravos mineros. -Reinhard, lo que habeis hecho tus amigos y tu aqui no tiene precio, no lo olvidaré por todo lo que me reste de vida.

El investigador estalló en lagrimas, pues la presión a la que habia sido sometida habia sido extrema. Dudo incluso, por unos segundos, de la afamada justicia de su diosa, pues si la diosa era tan habil distribuyendo justo destino, aquellos khazalid no debieran yacer ahora muertos. No fue hasta pasados unos minutos, que el investigador pudo recomponerse.

-Ahora tenemos que salir de aqui, con mucho cuidado. Me llevare estos objetos- dijo señalando las pertenencias de los soldados de la secta -como prueba, y el mismo cuerpo de Getter para demostrar su corrupción, aunque tenga que arrastrarlo hasta la misma capital en pedazos pequeños. Esto es todo lo que necesitamos para que los sigmaritas se pongan de nuestra parte, y podamos capturar a Oliver Saford vivo. Puede que no tengamos tiempo para evitar la guerra provocada y la muerte de inocentes, pero ahora al menos podemos hacer justicia con los culpables, con la ayuda de Sigmar.



FDI: En el primer ataque has fallado, pero el punto de suerte ha hecho que acertaras con un 39. Solo has inflingido 6 puntos de daño, y Rot otros 5, por lo que Getter pudo atacar de nuevo. Recibes 3 Heridas de manos de Getter antes de que este muriese, pero solo estas herido leve y te recuperarás con facilidad, a un punto por dia.

Ganas un Punto de Destino y 100 puntos extras de Experiencia, por haber acabado uno de los objetivos de la partida (esto es, acabar directa o indirectamente con uno de los lideres brujos de la serpiente purpura). Ahora que has acabado tu carrera, puedes elegir entre las carreras de ingeniero (con lo que te enseño Jefsson de ciencia, polvora y escritura puedes ir tirando), rompeescudos (por tantos años de luchar contra los horrores subterraneos) o iniciado de Verenna (Rot te respeta muchisimo, despues de ver todo lo que has hecho contra los sectarios).
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

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Reinhard Russ

Como si el tiempo se parara, los sucesos que determinarían parte del destino de todo Averland acontecieron a cámara lenta como si la resolución de la lucha estuviera aún por decidirse.

La carga conjunta de Reinhard y Rot, el tropiezo de Reinhard justo antes de golpear y su posterior recuperación con tal de acabar con el vil Augostte, el intento de Getter en acabar con la vida del minero y finalmente como apoteósico final, el golpe de gracia de Rot en las inmundas entrañas del maldito comandante de las fuerzas de Averheim, que acallaría de una vez por todas su asquerosa malicia.

Todo, todo le sucedió a Reinhard a cámara lenta y según las acciones acontecían, cientos de recuerdos brotaban de su ya cansada mente, cómo si la vida entera estuviera dispuesta a pasarle por delante de los ojos antes de un gran final.

Las miradas se cruzaron con Rot, pues ambos sabían que solo disponían de una oportunidad para acabar con todo ese mal, así que cargaron conjuntamente con tal de determinar su destino y el de la provincia de Averheim

-Yo me quedo con vosotros… yo voy a tapar el hueco de esa tercera persona. –Reinhard había tomado una decisión, y estaba dispuesto a todo con tal de evitar otra masacre, esta vez de menos personas, pero mucho mas importantes para él. – Yo me quedo aquí.

Recordó Reinhard en el preciso momento en que dirigía la última carga contra Getter justo antes de tropezarse con un soldado…

-Tu eres un hombre de verdad, Reinhard. No te diré lo que tienes que hacer, ya no más. Será un placer dar muerte a esos bastardos corruptos junto a ti, jajajajaja.

La voz de Durak resonó en su cabeza, y Reinhard ayudado por los recuerdos de los dos enanos, se recuperó del tropiezo y canalizó toda su ira por la perdida de sus compañeros en el mayor de los culpables.

A cada paso que daba, estaba más convencido en que acabaria con la vida de ese maldito bastardo, y a cada paso que daba, un recuerdo le azotaba el odio hacia Augostte.

-Vamos a escribir la historia de nuestros pueblos con la sangre de estos malditos!


Los instantes sucedían lentamente, y cada vez Reinhard y Rot se acercaban más a su destino.

-DURAAAAAAK!! NOOOOO!!!!-AUGOSTTE!! TE PIENSO MATAR CON MIS PROPIAS MANOS MALDITO HIJO DE LA MISERIA!!


La muerte de Durak agitó su ira, y alzo el arma con tal de acabar la vida de Getter.

-PREPARATE PARA QUE TE ARRASTRE HACIA LAS MAS OSCURAS ENTRAÑAS DE LA MUERTE!!

Nunca había golpeado con tanto odio. La muerte de tantos compañeros Djaertik, Eimur, Durak, Karl… no hacía más que alimentar sus ansias de venganza, y ahora, justo en ese preciso instante que acercaba velozmente el arma contra el corazón lleno de veneno de Augostte, desprendería toda su ira en el vil cuerpo del enviado de los dioses oscuros.

Sangre…

Sintió que la tranquilidad apresaba su corazón al ver brotar de la herida, la inmunda y oscura sangre del brujo, y un último recuerdo le sanó el corazón.

-Mira hijo mío, recuerda estas palabras que te diré: yo no lucho por el bien de un imperio, ni para erradicar el mal de la faz de la tierra… todo, absolutamente todo es mucho más simple… yo lucho para que el dia de mañana tú puedas labrar nuestro campo, puedas beber agua del rio, puedas comprarle un regalo a tu futura prometida… lucho por mi familia y mis más allegados… Nunca le hagas más caso a un edicto imperial o a una bandera , que a tu corazón, hijo mío… y por favor, cuida de mama y de Tobias, pues él aun ha de aprender mucho de ti.

Reinhard y Rot lo habían conseguido, habían acabado con todo el mal que infestaba las minas, ahora sí, de una vez por todas, el silencio cortado por sollozos era el único ruido por escuchar.

Durak, Karl… os he fallado… perdonadme por favor… pensó Reinhard entre sollozos mientras alzaba la vista al techo de la mina observando las sombras que las linternas proyectaban…juro que os vengaré… juro que haré pagarles a todos estos malditos, el daño que nos han hecho… que Grungi os ampare.

La voz del inmundo cuerpo rompió el silencio, y Reinhard no pudo mas que dedicarle la más pura cara de odio, a la vez que cogía su pesado cuerpo por el cuello de la camisa y lo levantaba en gesto amenazante.

-No temo tus amenazas, pues acabaré con quien haga falta igual que he acabado contigo!Me has dado motivos suficientes!! –el odio se notaba en cada silaba que Reinhard pronunciaba, pues Getter se había llevado algo que él nunca podría recuperar- Recuerda lo que te dije: mirame bien, pues esta será la última cara que veas tanto en esta vida como en cualquier otra!

Justo acabo de pronunciar estas palabras, que Getter quedó sin sangre y el mal se evaporó de su cuerpo.

Quien sabe cuánto tiempo estuvieron en silencio con tal de volver en sí después del duro encuentro, pero lo que si se sabe es que el tiempo pareció eterno hasta que Rot se dispuso a romperlo.

-No Rot, no le des las gracias a Verenna, pues quien realmente nos ha permitido seguir ahora de pie jamás volverán. –Reinhard estaba muy enfadado consigo mismo, pues hasta ahora, siempre había perdido a sus más preciadas amistades, y él siempre había sobrevivido.

-Entiendo que tengamos que salir de aquí rápido, pero no antes sin darles el final que se merecen tanto a Durak como a Karl.

Mientras Rot registraba los cuerpos y se preparaba para llevarse el maltrecho cuerpo de Augostte, Reinhard separó los dos cuerpos sin vida de sus amigos, los dispuso en un separado lugar, y para sus adentros les dijo:

-Os he de estar infinitamente agradecido por todo lo que me habéis dado. Os debo tanto… y jamás podré pagároslo… Juro vengar vuestra muerte aun que me cueste la mia! – Reinhard decidió no llorar más, pues a Durak nunca le gustó tanta muestra sentimientos. –Hermanos, muchas gracias, y que Grungi os ampare.

Antes de abandonar los cuerpos y dirigirse hacia la superficie, Reinhard recogió el pico de Durak, y ambas pistolas de Karl, pues quería dar venganza con el mismo acero con el que ellos habían perecido luchando.

-Vámonos Rot, pues aquí solo queda muerte y miseria. Y por cierto, muchas gracias por volver a ayudarnos… sin ti no sé cómo habría acabado todo esto.

FDI: Realizo una inspección rápida a todos los cuerpos de los mutantes, y a los de los enanos también. Luego nos dirigiremos hacia la carreta que dejamos fuera antes del asalto. Muy atentos durante todo el camino (tiradas de percepción) y intentando ir sigilosamente (tirada de mov. Sigiloso). Si encontramos mas cuerpos también los registraremos si no hay ningún peligro. Y nos dirigiremos hacia mi casa a buscar a Tobias y a Ruffus.
En cuanto al cambio de carrera, tengo algo mas de tiempo para pensarlo?

p.d.increiblee!! me ha encantado este hilo!! Muchas gracias!
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

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20 de Destilario (Brauzeit) de 2527. Subsuelos de Averland.

Los heroes del subsuelo retomaron las fuerzas poco a poco, mientras tomaban consciencia del desastre acontecido a su alrededor. El investigador tomó insignias y colgantes heréticos de entre los cadáveres de los soldados caidos, enfundandolos en una bolsa para que no rozaran con su piel. Acto seguido, comenzó la ardua tarea de arrastrar el cuerpo de Getter, con cuidado de no tocar directamente su corrupto cadaver.

Mientras tanto, Reinhard se lamentaba de lo sucedido, y daba sepultura a sus leales trabajadores, que no solo fueron compañeros de tareas sino que se convirtieron en grandes amigos durante todos los años que trabajaron en las minas.

De Karl Jefsson tomó sus cuatro pistolas, cuidadosamente limpias y cargadas, tal y como el meticuloso ingeniero tenia costumbre. Cada una de las pistolas tenia su propia historia y su propio diseño. La primera era robusta y negra; la segunda alargada y de suave color avellana; la tercera tenia remaches de cobre y finigranas de bronce; y la cuarta portaba una inscripción en idioma khazalid. Karl habia enseñado a Reinhard los rudimentos de la lectura, la escritura y el manejo de utensilios de pólvora, pero el minero aun tenia mucho que aprender para usar tales conocimientos sin peligro o error.

De Durak Kurgson, una vez enterrado con todos los respetos que un tunel bajomontaña podria ofrecer, obtuvo un gran pico de mineria, pesado y grueso pero no excesivamente aparatoso, ideal para combatir en entornos cerrados, asi como un yelmo con orificios para velas, que encendido permitia ver en la oscuridad. Durak habia usado el pico y el casco toda su vida, al igual que su padre antes que él. Sin embargo, al morir sin descendencia conocida, Reinhard no tenia a quien entregar tal preciado tesoro familiar. Tal vez algun dia tendria la oportunidad de conocer a otro minero khazalid de la familia Kurgson, pero hasta entonces el guardaria la preciada arma para dar caza a los males que enraizados crecian profundos en la provincia. El testarudo enano le habia enseñado valores que el mismo padre de la familia Russ enarbolara una vez, tales como no rendirse jamás, nunca retroceder y dar la vida por los ideales, fuera la situación que fuera.

Una vez finalizado los rituales, y elevada una plegaria a Morr para que acogiera en su seno a tamaños hombres, minero e investigador se encaminaron hacia las cuatro salas bajo montaña, por donde podrian salir de alli.

Rot Gertl

-Hemos de ser silenciosos, Reinhard. No sabemos que podemos encontrar ahi, y yo no podre hacer frente a otra pelea-
advirtió el investigador entre quejidos, cargando con la pesada carga necesaria para probar lo alli ocurrido.

Sin embargo, era bien dificil ser sigiloso cuando se iba tan cargado de todo tipo de armas, desde pistolas hasta picos, pasando por espadas y ropas de malla y cuero. Lo que tampoco era un gran problema, puesto que Reinhard habia adquirido una gran visión incluso en los lugares más oscuros, y podia adelantarse a lo que habia a decenas de metros en las tinieblas.

A trompicones, y haciendo bastante ruido, Rot y Reinhard entraron en las cuatro salas de nuevo, para asistir a una macabra escena: Tirados por los suelos, gravemente heridos y repletos de dentelladas y cortes de garra, ocho soldados sectarios yacian por las cuatro salas. Algunos aun respiraban con dificultad, pero la mayoria se habian desangrado o habian fallecido por la gravedad de las heridas. Pero lo más tenebroso no era la cantidad de soldados muertos, sino el origen de sus muertes. Ocho, nueve, diez... y hasta catorce extraños monstruos, no más altos que un muchacho joven, habian caido en el combate junto a los soldados. Parecian salvajes hombres bestias, como los que decian las abuelas que vivian en los bosques y atacaban a los descuidados que se adentraban en ellos.

Pero no eran simples bestias humanoides, pues carecian de cornamenta, y vestian a la usanza de las personas. Hocicos de alimaña, orejas de roedor y afilados dientes eran parte de la anamotia de aquellos seres, que usaban calzones, gorros y hasta guantes. Podrian ser mutantes, pero ¿por qué entonces compartian todos, exactamente todos y cada uno de ellos los mismos rasgos? No, aquellas abominaciones incluso lucian pendientes de adorno y colmillos de acero, haciendo ver que no eran simples bestias carentes de gusto estético. Aquello debian ser...

-...Skavens...- exclamó Rot, mientras examinaba detalladamente los cadaveres, tapandose la boca con un trapo. De pronto, uno de los cadaveres de rata sufrió un espasmo, haciendo caer al suelo a Rot por el susto. Pronto clavó la espada el vereneanno, para cerciorarse que el ser no volveria a moverse.

-Todo concuerda con las leyendas, que hablaban de una raza de seres en las profundidades, que atacaron nuestros pueblos hace cientos y cientos de años. He leido varios libros acerca de su existencia, pero, oh Sigmar, nunca los habia visto con mis propios ojos...- La voz de Rot retumbaba en las salas entre arcadas al ver dantesco espectaculo como aquel. Las historias para no dormir se hacian ciertas, y las palabras de las yayas cobraban formas, formas espeluznantes.

''Acuestate pronto o vendrán los skaven para robarte el queso y quitarte los dientes'' rezaban los niños de cientos de aldeas en todo el Imperio cada noche. Que espeluznantes sonarian ahora tales cuentos para Rot y Reinhard.

Reinhard no pudo reprmir una arcada ante todo el espectaculo.

-¿Crees que deberiamos quedaronos por la zona, o prefieres que salgamos a la superficie? Este sitio parece peligroso, y puede que esos hombres rata que atacaron a los sectarios vuelvan, pero tambien es esta una magnifica oportunidad de aprender acerca de estos extraños seres.


Pero Reinhard tenia claro que queria volver a su casa, y sin duda alguna caminaron durante minutos que se hicieron eternos hasta salir por las cavernas de Monheim, que no se encontraban vigiladas por nadie (para suerte de Russ y Rot, pues no eran precisamente silenciosos). El astro rey no tardaria en hacer amanecer, y de haber habido algun peligro durante la noche, o algun sectario perdido tras haber huido del punto de reunion, no parecia que se encontrara por alli. Lo que ciertamente no se encontraban eran ni el carro ni los caballos. Alguien los habia robado para largarse de alli, y ahora les tocaria hacer el camino andando.

A pesar de lo triste de la vuelta, y de los silencios que Rot y Russ intercambiaron, el camino se hizo corto y ameno incluso con la distancia que les separaba de su destino. Más aun cuando cerca de la casa la alegria volvió por unos instantes, pues Rufus, el perro de presa de la familia Russ habia aparecido siguiendo el olor de su amo, y finalmente habia llegado donde éste se encontraba, lamiendo a su amo y saltando a su lado. Hasta Rot se permitió acariciar al perro, y felicitar a Reinhard por los buenos cuidados que le habia dado. Asi, acompañados por el sano can, continuaron a casa de los Russ.

Cuando los rayos del Sol aparecieron por los valles e ingentes llanuras averlandesas tras una hora de camino a pie, bañando en oro los cultivos, Tobias divisó desde la puerta de la casa a su hermano y al investigador, y alertado por los ladridos de Rufus, corrió hasta el camino para reunirse con ellos.

Tobias Russ

-¡Hermano! Hermano, ¿qué ha pasado? Dimelo aqui, es mejor que no entremos en casa, pues madre duerme y no quiero despertarla... ¡Estas herido! ¡Y tu también, Rot, estais fatal! ¿Qué demonios ha ocurrido, y dónde estan Karl y Durak?


El hermano pequeño del rubio minero estaba exaltado, pero cuando vió las pistolas de Karl al cinto de su hermano, y las graves miradas de ambos, dedució lo ocurrido y estalló en maldiciones.

-¡Lo sabia, tenia que haber ido con vosotros, y haberos ayudado! ¡Lo sabia! ¡Si hubiera ido, todo habria sido distinto!


Un largo e incomodo silencio se hizo en el camino de la aldea de Tannfeld, hasta que Reinhard tomó la palabra.



FDI: Fallas una tirada de Movimiento Silencioso con un 95 y otra de Voluntad con un 79, ganando un punto de locura por la macabra escena y todo lo vivido (no volveras a ganar locura por acontecimientos parecidos, descuida). Un 12 y un 56 en Percepción te ''permite'' tomar consciencia de cada detalle, y no encontrar ni un alma en los tuneles o en el camino a casa.

Ves a la perfección todos los signos de los skaven muertos, desde los simbolos hasta sus rasgos, pasando por las armas. Tambien la de los soldados caidos, como las mutaciones que algunos presentan y los tallados paganos que ostentan en colgantes y anillos.

Acuerdate tambien de que ahora el perro esta ahi con vosotros, y que puedes ordenarle que vaya contigo todo el rato, pero no que busque pistas u otras cosas (Tienes Criar Animales, pero no Adiestrar). Tras hablar con tu hermano, es cosa tuya como afrontar los hechos. Ya sabes que Rot apostará por ir a la ciudad cuanto antes.

PD: No tengas prisa por decidir cuando gastar la experiencia, tienes todo el tiempo del mundo para gastarla, y disfruta de las vacaciones!
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Eldril
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

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Reinhard Russ

El camino de vuelta a casa, estuvo completamente salpicado por instantes del terrible combate contra Getter y sus hombres, y la situación no hizo más que empeorar al llegar a las cuatro salas bajomontaña.

En esas cuatro salas, también se había decidido parte del destino de Averheim, pues de no haber sido por la incrusión de esos hombres-rata, tanto Reinhard como Rot seguramente hubieran seguido el mismo camino que Augostte y sus hombres. Y ahora no podrían dar la voz de alarma a la inocente población.

Todo lo rápido que pudieron, se dirigieron hacia la casa en Tannfeld, ya que el carruaje y los caballos ya no estaban, y cerca ya del hogar, la primera alegría.

Que he de hacer yo ahora? Acompaño a Rot hacia Averheim y le ayudo en las tareas que necesite? Me dirijo a ver a Ullias, tal y como Karl me había dicho? Voy haci…

Reinhard estaba sumergido en sus pensamientos, cuando unos familiares ladridos des de la distancia le hicieron regresar a la realidad.

Rufus! Ya estamos cerca de casa… y suspiró de alivio al verse vivo después de otra prueba de fuego.

-RUFUS!! Como estas? – le preguntó al perro mientras le rascaba detrás de la oreja. –Venga, vamos a casa!

Rufus era un muy buen perro, y era el encargado de vigilar la casa cuando los mineros se dirigían a trabajar durante todo el dia. La familia Russ lo había comprado justo al instalarse en Tanderm, y des de entonces, se había convertido en un miembro más de la familia.

Continuando la vuelta a casa, al cabo de poco, Tobias salió al encuentro de los dos supervivientes.
Reinhard se alegraba y mucho de volver a ver a su hermano, pero la tortuosa lucha aún le punzaba los recuerdos, y no pudo más que ofrecerle una triste cara larga de dolor, acompañada por una leve sonrisa de esperanza.

Cuando oyó las palabras de su hermano, a Reinhard, el poco aguante que le quedaba se le consumió. Llevaba casi seis horas bajo tierra, seis horas de sudor y lagrimas, de lucha y muerte, seis terribles horas en las que se había aferrado más que nunca a sus ganas de vivir. Y ya no aguantaba más, por fin había vuelto a casa, y decidió darle un descanso a su corazón.

No sabía que responderle a Tobias, pues en cierta medida tenía razón. Pero en ese primero instante, no pudo más que lamentar junto a Tobias la pérdida de sus dos compañeros.

Hermano, Durak y Karl han dado sus vidas para arrancarnos a nosotros de las garras de la misma muerte. –dijo a la vez que señalaba el odioso cuerpo de Getter. -Getter y sus hombres son unos sectarios que pretenden el mal para nuestras tierras, y nosotros les herimos donde más les dolió. Interrumpimos su reunión sectaria, y logramos dispersarlos.- Según recordaba los hechos, cada vez apretaba más la mano deformada que había puesto sobre el hombro de Tobias –el precio a pagar a sido demasiado alto… pero nunca me habría perdonado perderte a ti.

Reinhard miró a los ojos de Tobias al pronunciar estas últimas palabras, pues era la única disculpa que podría ofrecerle, pero decidió acabar, esta vez, de la manera en que su padre le había enseñado.

- Perdóname por no haberte dejado luchar contra esa inmunda escoria que tanto daño nos ha hecho. No tiene sentido que intente alejarte del peligro cuando en realidad todos y cada uno de nosotros estamos inmersos en él. A partir de ahora, lucharemos para poder tener un día de mañana tranquilo! Lucharemos para traer la paz a nuestras tierras y a la gente que en ellas viven…- y finalmente concluyó con un reciente recuerdo que se prometió, para si mismo, que nunca olvidaría. A la vez que cambiaba su expresión de lástima, por una de completa confianza y esperanza - Será un placer dar muerte a esos bastardos corruptos junto a ti!

El reencuentro había devuelto mucha vitalidad al corazón de Reinhard. Y no pudo más que querer sacar conclusiones de los asuntos que de ahora en adelante les atormentarían.

-Tobias, Rot… tenemos unas muertes que vengar!- exclamó Reinhard, a la vez que Rufus pegaba un par de ladridos- Dinos Rot, hemos de llevar toda esta información a Verenna, no es cierto? Y luego que?

Mientras hablaban, Reinhard le pidió a Tobias que se dirigiera a casa de algún vecino y que por un “modico” precio, cogiera prestada su carreta y uno o dos caballos con tal de dirigirse lo mas rápidamente hacia la capital.

Eso si, antes de dirigirse hacia la ciudad, Reinhard entro en casa sin hacer ruido alguno, se dirigió hacia la habitación de su madre, y le susurró al oído un…
-Estate tranquila, pues estaremos todos bien… y le dio un beso en la frente.

FDI. Pues eso, si logramos una carreta y unos caballos. Iremos hacia la capital, escondiendo el cadáver de Getter en el carro, tapado con mantas. Y disimulándolo con alguna mercancía, si Rot lo cree buena idea (todo sea para evitar los controles) En el carro iremos Tobias, Rot, Rufus y yo.
Finalmente, me decanto por la carrera de ingeniero. Y creo que el avance que tengo se invierte en el cambio de carrera, no?
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

Mensaje por Saratai »

20 de Destilario (Brauzeit) de 2527. Tannfeld.

Las palabras de Reinhard Russ causaron un gran impacto para Tobias, que, aunque dolido por la muerte de sus compañeros de trabajo, se mostró decidido y feliz de seguir el camino de su hermano. Por fin podria vengar a todos los habitantes muertos en Monheim, a las gentes que habian muerto por los caminos hacia años por culpa de los mutantes, y sobre todo, de acabar con un gobierno corrupto y compuesto por herejes impuros.

La familia Russ siempre habia sido una familia tipica, trabajadores, cuidadosos de la tierra y temerosos de los dioses. Por tanto, si un grupo de hombres retorcidos y contaminados por el Caos (Caos que se habia llevado la vida del padre de la familia Russ), que no trabajaban, que corrompian la tierra y que insultaban a los dioses, se dedicaban a gobernar la provincia, el oido que crecia en tal familia era eterno.

Tras entrar en la cada Russ a hurtadillas para no hacer ruido, Rot y Reinhard descansaron un rato y comieron un poco de pollo y algo de vino barato. Reinhard estaba algo herido, pero Rot se encontraba muy grave y necesitaba desesperadamente descansar. Mientras, Tobias se dirigió al centro de la aldea para comprar una carreta pequeña donde viajar, pues seria imposible tomar ninguna prestada. Esto les costaria a los Russ el dinero que les quedaba de la explotación de la mina, y un poco más para que la madre de la familia pudiera abastacerse durante unas semanas sin necesidad de trabajar duramente en los campos, pero podrian vender la carreta cuando llegaran a la capital y retomar el dinero. Reinhard hablo con su madre, deseandole esta buena suerte, y dandole un fuerte abrazo a su hijo. La mujer sabia perfectamente que sus hijos habian heredado el espiritu de su marido, e intentar persuadirles para que se quedaran en casa seria inutil, valiendo más encender dos velas para su protección. Tan solo cuatro coronas de oro le restaban a Reinhard ahora, pero Rot le tranquilizó.

Rot Gertl

-Amigo mio, los hombries de fe puede padecer mucho, pero al final son recompensados. No te agobies por el dinero, pues tu y tu hermano vivireis en mi casa, y comereis de mi comida como vosotros me habeis dejado hacer a mi. En cuanto a lo que haremos al llegar alli, antes incluso de ir al templo de Verenna nos dirigiremos a la Catedral de Averheim. ¿La has visto alguna vez, Reinhard?-
la cara de Rot se iluminió mientras describia lo alto de las torres de la catedral -Es el mayor templo dedicado a Sigmar de todo el Sur Imperial. Alli cuento con un gran y leal amigo, que sin duda nos ayudará en nuestro camino. Después yo ire a un medico- Rot rió mientras miraba la herida de su costado, que tenia pinta de estar infectada - y después a mi Orden para relatar todo lo ocurrido. Mientras tanto, tu puedes ir a la torre de ingenieros o a donde quieras, la ciudad tiene mucho por ofrecer. Ya por la noche nos reuniremos nosotros tres y mi amigo, para trazar un plan y pedir ayuda a todo el templo de Sigmar. Con su ayuda, se establecerá un tribunal inquisitorial que juzgue tales maldades, y todas las pesadillas de la secta de la sierpe púrpura no serán mas que un mal sueño.

Al terminar Rot su explicación, Tobias volvió, esta vez con la pequeña carreta con la que llegarian antes de la tarde a Averheim. Rufus ladraba como loco, animado por la expectativa de un viaje con su amo, al tiempo que el hermano pequeño del rubio aspirante a ingenieria cargaba con el cuerpo de Getter y lo metia entre mantas. Ya empezaba a oler, por lo que la tarea no fue muy gratificante, pero si las fuerzas de la ciudad les llegaran a encontrar con el cadaver de su comandante, su destino seria peor que la muerte. Por ello, Rot tuvo una pequeña idea.

-Chicos, coged telas y enrrollaroslas por la cara y la nariz. Nos haremos pasar por recolectores de cadaveres, cadaveres de enfermos de peste para ser mas concreto, y coseré un pequeño saco en la cabeza de el cadaver de este desgraciado- explicó mirando el cuerpo de Getter -Los soldados no querrán arriesgarse a rajar las telas de su cara, ni romper sus ropas para inspeccionar las marcas, con miedo a contagiarse de peste.

Tobias pareció contento con la idea, por lo que los tres comenzaron su viaje hasta la ciudad. Hacia años que ninguno de los Russ pisara la gran urbe, y Tobias estaba emocionado por ver el ajetreo de sus calles y poder rezar en la catedral, bajo el afamado lector Adolf Qüasser, famoso en la provincia entera por sus airados sermones y su agudo sentido del deber, que usaba para aconsejar a los religiosos mas devotos de su parroquia.

Los caminos estaban sospechosamente vacios, con lo que las ideas de Rot acerca de que una lucha entre partidarios Alptraum y partidarios Leitdorf hubiera comenzado tomaba seriedad. En la pequeña carreta se inició una conversación politica, en la que Rot se declaraba indiferente ante un bando u otro, queriendo unicamente que Saford estuviera colgado de una pica. Tobias en cambio, sentia especial rechazdo por todos los Alptraum que habian permitido tales barbaridades, y era seguidor de Markus Leitdorf.

El cielo estaba claro, sin muchas nubes, cuando llegaro a las enormes puertas de la ciudad. Rot aconsejó ir por la Puerta Norte, y asi hicieron. Al entrar, los viajeros pudieron ver numerosos guardias carroburgueses, hecho que les removió el estómago. Sin embargo, no era el momento de hacer estupideces, y llevaron a cabo la farsa del cadaver con especial habilidad, especificando que sus familiares vivian en Jorkstown y que querian enterrarle en la ciudad. Los soldados aceptaron con desagrado y dejaron pasar al grupo, que se dirigió raudo hacia la Catedral.

Al llegar a la Catedral de la Sangre de Sigmar, los Russ quedaron boquiabiertos ante tamaño esplendor. Por doquier vidrieras y estatuas hacian referencia a los tiempos antiguos, en que los brigundanos tomaran parte en las fuerzas del caudillo Sigmar, y como se llevó a cablo la entrega del Ghal Mharaz. Todas las escenas de la vida de Sigmar estaban relatadas en vidrieras, para que los incultos habitantes pudieran entenderla sin necesidad de leer. Por doquier, muchachos jovenes urgaban en bolsillos ajenos, pero Rot les conocia bien y ninguno intentó robar al grupo. Dejaron la carreta a resguardo de ladrones en los establos cercanos a la Catedral, y los tres se dirigieron al interior de la enorme edificacion repelta de arcos de piedra y esbeltas cupulas de roca gris.

Rot no tardó en encontrar a su buen amigo, un hombre de increible tamaño (mayor en complexión incluso que Reinhard), rapada la cabeza y con un enorme mostacho que le llegaba hasta las orejas. Este se presento como Nolan, tras darle un abrazo a Rot y prepararle un ungüento para las graves heridas que el investigador sufria. Los cuatro se dirigieron a los establos, donde Rot y Reinhard contaron todo lo ocurrido en los tuneles la noche anterior, enseñando los colgantes y el cuerpo de Getter. Nolan casi perdió la compostura, pues le costó asimilar todos los hechos. No fue hasta unos minutos despues que su mente tomo consciencia del enorme problema presente, mientras su grandes musculos se contraian y su frente se fruncia con rabia.

Nolan Grass

-Malditos bastardos de mala furcia, paridos del pecado... ¿Como han podido hacer tal cosa?-
gritaba enfurecido Nolan, mientras abrazaba continuamente a Reinhard y a Rot consternado por su dolor (al parecer, aquel hombre era tan despiadado con los herejes como amoroso con los fieles devotos, lo cual no debaja de ser gracioso dada su imponente presencia).

Las horas pasaron, y Nolan llevó a los tres viajeros adentro, donde volvió a vendar las heridas de Rot, y trató las de Reinhard. Después de esto, siendo ya tarde avanzada, Nolan dejó dormir un poco a los viajeros en su cama mientras él se dedidaba a hacer penitencia por no haber atendido correctamente las preguntas de un iniciado. Estaba anocheciendo ya cuando Rot se vio en condiciones de ir a la iglesia de Verenna y relatar lo ocurrido. Se llevó la carreta y se despidió de los hermanos Russ, quedando con ellos a medianoche en la catedral. Mientras tanto, Nolan se llevó a los hermanos Russ y al pequeño Rufus a una posada cercana, la Ytinga Inn, donde cenaron a cuenta de la iglesia sigmarita acompañados de varios obreros y de una bella mujer de cabello rubio. La comida estaba deliciosa, y hasta el perro quedó hinchado entre huesos y grasa sobrante de la mesa. Alli, Tobias y Nolan hablaron mucho acerca de la ciudad y de las revueltas que se sucedian en el mismo barrio donde se encontraban. Tras tener un momento de paz, Nolan se dirigio a Reinhard, conmovido por su historia.

-Muchacho, me llena de orgullo que haya hombres como tu en esta tierra. Es una bendición poder cenar contigo, y me gustaria poder hacer algo por ti mientras estes aqui. Cuentame, ¿hay algo que quieras hacer en la ciudad? Hasta la media noche tengo tiempo de enseñaros los monumentos, o que veas las tiendas de la Zona Comercial, tu solo pidelo.


FDI: Nolan es un tipo muy grande, pero con mucho amor que dar (si cumples sus preceptos religiosamente, claro). En la catedral te cura 4 puntos de heridas, y ahora te ha invitado a una suculenta cena, todo por haber hecho llegar las pruebas de los sectarios. Hasta que llegue la hora de reuniros con Rot y hablar del asunto, hay tiempo para hacer lo que querais.
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

Mensaje por Eldril »

Reinhard Russ

La despedida se le hizo complicada tanto a Reinhard como a Tobias, pero tenían un deber con el que cumplir, y no podían demorarse demasiado.

Reinhard, no pudo más que ofrecerle una grata sonrisa a Rot, cuando este le ofreció hospitalidad en la capital de Averheim. En cosa de un dia, había pasado de tener una estabilidad económica envidiable, a tener que contar justos los gastos. En tan solo un dia, la reformada vida de Reinhard, que después de los incidentes en Monheim, tanto le había costado recuperar, se había desmoronado de nuevo. En un día, Reinhard había pasado de ser un simple minero a convertirse en una pieza clave para erradicar los planes de la serpiente purpura, y eso, y tan solo eso, le mantenía en pie en ese preciso momento.

El plan de Rot parecía perfecto, pero todo Averheim se jugaba demasiado en la curiosidad de unos simples guardias de una puerta.

De camino a Averheim, las discusiones sobre las revueltas iban de un lado a otro, y Reinhard, que apenas había podido preocuparse por esos entramados, intentaba hacerse a la idea de la realidad que acontecía entre las diferentes familias gobernantes de Averheim.

-¿Es realmente inevitable la guerra civil entre los dos bandos?- se preguntó Reinhard para si sin darse cuenta de que hablaba en voz alta.
Y el camino prosiguió entre explicaciones y discusiones sobre el tema, y sus posibles soluciones.

Al llegar a la capital, por suerte, el plan de Rot aconteció tan real, que no hubo problema alguno para llevarlo a cabo, así que al cabo de poco, consiguieron adentrarse en Averheim y llegar a la Catedral de la Sangre de Sigmar.

Tanto Reinhard como Tobias, se quedaron algo perplejos al ver el tamaño de Nolan, pues no estaban muy acostumbrados a encontrarse con tan enormes hombres, y lo que les sorprendió aún más fue su extremada respuesta a lo acontecido en las cuevas: las maldiciones a los sucios bastardos, y los abrazos a los héroes de la pasada noche.

-Rot, suerte con el relato.- dijeron los hermanos cuando Rot se despidió hasta medianoche. –el ambiente de la ciudad está cargado, ten cuidado.- Ellos dos se quedarían hablando con Nolan, quien les invitó a una suculenta comida.

Durante la comida, el eje de la conversación fueron las revueltas que atormentaban la ciudad, y Reinhard no dudó en informarse más de los bandos, de el porqué había tal conflicto y de cuáles podrían ser las soluciones.

-Nolan, y ¿como se ha llegado a esta situación? ¡Pues hay un enemigo mucho mayor al que todos debemos combatir! –iba preguntando Reinhard en medio de las explicaciones del sacerdote de Sigmar.- ¿Que intereses mueven a los dos bandos? ¿Hay alguna solución posible mas allá de la guerra civil? – Todo estos problemas le venían de nuevo a Reinhard, pero no podía más que preocuparse por las posibles consecuencias que traerían una guerra de tal calibre, en la situación en la que se encontraba actualmente la población.

Las preguntas del minero se fueron respondiendo hasta que no hubo mucho mas de lo que hablar, con lo que Nolan se dirigió a Reinhard para hablar sobre el plan del anochecer.

-Muchísimas gracias Nolan, me honra que me dediques estas palabras, pero podríamos decir que no tuve casi elección de escoger otro camino, solo me quedo el camino de la lucha y el sufrimiento.- Reinhard en ese preciso momento se dio cuenta de que si se encontraba ahora junto con ese hombre, era porque había un camino trazado para él, que él no dudó en seguir.

-Muchas gracias de nuevo por tu oferta Nolan, la verdad es que muy a pesar mío, debería hacer una visita a Ullias, en la torre de ingeniería. Pero en cierta medida, tampoco me importaría mucho dar una pequeña vuelta por el barrio con tal de que me enseñes algunos que otros monumentos mientras nos dirigimos a la torre.

Reinhard no tenía nada más que hacer que ir a hablar con Ullias con tal de continuar con su enseñanza en los mundos de la ingeniería. Y esperaba que Ullias fuera alguien en quien poder llegar a confiar casi tanto como con Karl o Durak.
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

Mensaje por Saratai »

20 de Destilario (Brauzeit) de 2527. Averheim.

Cuando el primogénito Russ consideró la opcion que el sacerdote le proponía, los dos hermanos, el sacerdote y el perro salieron de la taberna, no sin antes despedirse de los cansados obreros con un saludo.

Nolan Grass

-No será ningún problema, la Torre de Ingenieria no está demasiado lejos, apenas unos veinte minutos andando-
explicó Nolan a Reinhard y Tobias. Al salir, las calles seguian conteniendo gentes atareadas, que iban de un lugar a otro como si de la sangre de un torrente venoso se tratara. El perro, Rufus, ladraba ansioso a todo aquel que se acercara demasiado al grupo, pero dado lo intimidante de un fuerte hombre manco cargado de pistolas, un chaval joven y nervioso y un sigmarita excesivamente musculoso y de gestos hoscos, no se oyeron demasiados ladridos por la zona.

-Antes me preguntaste del porque del enfrentamiento entre los dos bandos-
continuó Nolan, mientras salian de Jorkstown y se dirigian al Barrio Viejo, con la enorme mole de piedra, árboles y hierro que componia el Palacio Fahen como centro del área. Antes de entrar a la zona en cuestión, dieron un pequeño rodeo para ver la Plenzerplazt y el monumento a la Columna de Craneos, dedicada a la contención que se hizo de una gran invasión del pasado contra pieles verdes.

-La situación es sencilla, si sabes mirarlo bien. Las familias Alptraum y Leitdorf han estado enfrentadas desde hace muchas generaciones. Ambas familias tienen sus propios aliados, sus propios negocios y ejércitos y sus propios territorios. Hace muchos años, los Leitdorf gobernaban y los Alptraum callaban, pero tras la muerte de Marius Leitdorf, los Alptraum comenzaron a imponerse. Y cuando un grupo de burgueses, los Bacher, accedieron al poder legitimamente hace cinco años, los Alptraum estaban preparados para tomarlo con ellos.


-Sin embargo, según creo, el problema no es por los Alptraum, si no por algunos de sus consejeros que han contratado extranjeros para mantener el control sobre la población. Como ademas nos encontramos en mala situación económica, hay gran descontento y los alborotadores la han tomado con el Gobierno. Y los Leitdorf, como era de esperar, han aprovechado esa situación para crear demagogia y agrandar su numero de seguidores. Al considerarse mas fuertes que el gobierno, planean dar un golpe de Estado, lógico por otra parte. Personalmente no sigo a ninguno de los dos bandos, pero si el conflicto llega a las calles, habra que escoger un bando... o alguien lo escogerá por ti. Seguro que hay alguna solución pacifica, pero no se quien podria llevarla a cabo... Mirad, ya hemos llegado.


La Torre de Ingenieria no era como Reinhard hubiera esperado. Unos tres pisos, no más, sempiternamente iluminado. Al parecer, las pruebas no las hacian alli, y aquel edificio quedaba exclusivamente como biblioteca y oficina de trabajo. Se encontraba entre las Fuentes Leitdorf, un hermoso patio de piedra y aguas limpias, y los jardines de Averheim, que constaba de un paseo entre arboledas. Nolan llevó al interior de la Torre a Tobias y a Reinhard, pero antes de entrar en las dependencias, un hombre de extrafalario y descuidado peinado con un delantal de malla les paró, y hablo con Nolan. Ambos parecian conocidos, e incluso intercambiaron unas bromas. Tras ésto, Nolan se dirigió a Reinhard.

-Esta es la Torre de Ingenieria, aqui encontrarás a tu amigo Ulias. Este hombre te llevará donde quieras, es un buen hombre, amigo de la infancia-
dijo señalando al tipo de pelos de punta. -Tobias, Rufus y yo nos quedaremos por la zona, y ya de paso les enseñaré algo más de la ciudad. Tu tomate tu tiempo, que pasaremos cada poco rato por aqui para ver si has terminado con lo que tengas que hacer.

Tobias parecia contento con la noticia, y tras despedirse de Reinhard, siguió a Nolan por las tranquilas calles del Barrio Viejo al tiempo que el ingeniero llevaba a Reinhard hacia el piso segundo de la torre, donde Ulias se encontraba ''trabajando''.

Ulias

Los anteojos del hombre cayeron al ver pasar por la puerta de su pequeño y destartalado despacho a Reinhard. Ulias siempre habia presumido de ser uno de los grandes genios cientificos de la Torre de Ingeniera. Reinhard acababa de descubrir que no era más que un trabajador más, y no un jefe privilegiado. Tras un abrazo y un fuerte saludo, Ulias empezó a notar que algo extraño pasaba alli.

-De verdad, me encanta verte, pero ¿qué haces aqui Reinhard? A estas horas sueles estar durmiendo y preparando el dia siguiente de trabajo. ¿No habrán salido mal mis cálculos de ayer, verdad? Ya te dije que no podia calcular bien la densidad con aquellos instrumentos... Oh, espera, es verdad. Karl me dijo que habiais tenido unos problemas de licencia en la explotación de la mina, por eso estas aqui ¿no?


Ulias sacó un par de vasos y cerveza, para que Reinhard le explicará que litigante necesitaba para arrelgar el papeleo. El ingeniero no sabia cuan lejos estaba aquello de la verdadera motivación de Reinhard...
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

Mensaje por Eldril »

Reinhard Russ

Las explicaciones de Nolan sobre los incidentes en Averheim, clarificaron mucho el porqué de las revueltas y del conflicto que en breve tal vez amanecería.

A Reinhard le parecía una absurda guerra, enfrente de los problemas reales que tenia la provincia. Ganase quien ganase el conflicto, tal y como el inmundo Getter explicó, los beneficiados serian la serpiente purpura. Así que era de vital importancia, intentar evitar el inminente conflicto, ya que de no ser así, la vida de ciudadanos inocentes alimentaria el árbol del mal.

-Lo que más odio, es que de todo este conflicto los únicos que se benefician son Saford y los suyos- dijo Reinhard entre dientes, lamentándose porque delante de este conflicto, la fuerza y la voluntad no eran armas suficientes.

Las calles estaban azotadas por el miedo y el odio. Todo eran movimientos rápidos y bruscos, en los tiempos que ahora corrían, parecía que nadie estaba dispuesto a darse un tranquilo paseo por las calles de esta ciudad imperial.Una vez llegados a la torre, Tobias, Nolan y Rufus se despidieron de Reinhard, que se dirigiría a hablar con Ullias.

Reinhard se encontraba algo incomodo, pues Ullias creía que el motivo de la visita era algo muy distante a la realidad, y no sabía cómo llegaría a reaccionar Ullias ante la explicación que Reinhard se preparaba para darle.

Ullias empezó a cuestionar el porqué de la visita a Reinhard, mientras que este, centrado en el mensaje que tenía que darle, poco a poco pretendió cortar a Ullias en sus razonamientos.

-Ullias… -empezó diciendo Reinhard con tono suave mientras este seguía preguntando- Ullias…- continuó con tal de silenciar al ingeniero, hasta que al final, dolido por la explicación que a continuación daría, le cortó en seco- ULLIAS!

Con lo que el ingeniero se quedo con los dos vasos aún por llenar en las manos, y una mirada de sorpresa y espanto en los ojos, esperando que el minero continuara.

Cuando Reinhard se dio cuenta de cómo lo había interrumpido inmediatamente le pidió disculpas y prosiguió con la explicación.
- Perdoname los modales… pero la situación me tiene realmente atormentado. No he venido aquí por nada de eso… es más, dudo que hasta de aquí mucho tiempo, vuelva a haber algún asunto relacionado con mi mina…nuestra mina- se dijo pensativo recordando a Durak y Karl.

Acto seguido, Reinhard se fue sacando una a una las 4 pistolas de Karl según iba explicando su larga historia, esa historia de odio y venganza que empezó hace cinco años.

Mientras cogía la pistola robusta y negra, la observaba y lentamente la depositaba sobre la mesa, explicó el fin de tal pistola.

-Ullias, sabes porque tengo así las manos? Sabes quién me hizo esto, y cambio mi vida completamente des de aquel mismo momento para el fin de mis días? – Reinhard no esperaba respuesta alguna sus preguntas, pues pretendía explicar la historia desde el principio. –Les asaltemos, decidimos acabar con la escoria mutante de Jaff Harter, y fue él quien casi acabo con nosotros. Fue él quien me hizo esto, y para él será la bala de esta pistola que le arrebatará la vida.

Aún estando narrando una historia tan lejana, a Reinhard se le inyectaron los ojos en sangre, y su tono de voz se manchó con brotes de ira y odio.

Luego, mientras sacaba la pistola alargada y de suave color avellana, mencionó con la mirada perdida
- Gottfried Harriker…- y se tomó un leve respiro- No contento con eso, Jaff nos vendió a unos esclavistas que pretendían intercambiarnos en los subsuelos de Averheim… y de no haber escapado de ellos solo Sigmar sabe dónde o como hubiésemos acabado. El cañón de esta pistola juro que será lo último que vea Gottfried.

Una vez hubo dejado la pistola encima de la mesa, miró a Ullias, que no daba crédito a todo el odio acumulado en Reinhard. A la vez, que empezó a preocuparse del porque el muchacho tenia las cuatro pistolas de Karl.

-Fue entonces cuando dediqué mi vida a explotar la mina de cobre, junto con Karl y Durak. Hasta el mediodía de ayer, cuando Augostte Getter y sus hombres hicieron hincapié en expropiarnos la mina.

Reinhard no pudo evitarlo, y la muerte de sus compañeros le atormentó de nuevo los recuerdos, y las lagrimas empezaron a brotar lentamente de sus ojos.

-Augostte y sus hombres eran escoria sectaria… Ullias… escoria sectaria que envenena los corazones de políticos, nobles, plebeyos y esclavos con promesas de gloria. Escoria sectaria que habían decidido reunirse en las cuatro salas bajomontaña, con tal de trazar los pasos finales para hacerse con el poder de Averheim… y créeme que no es ninguna falacia.

Reinhard se dispuso a desenfundar la tercera pistola. La pistola con remaches de cobre y filigranas de bronce.

-Durak, Karl, Rot y yo luchamos. Lo dimos todo con tal de sobrevivir a la amenaza de los hombres de Augostte… queríamos desbaratar los entramados de la secta… pero al final, el precio que pagamos fue demasiado alto. Ullias, esta pistola, será para vengar la muerte de Karl y de Durak… ellos lo dieron todo por salvarme… y juro por todos los dioses que yo lo daré todo por vengarles. Esta bala ha de clavarse en el cerebro pensante de la serpiente purpura, en la cabeza de Saford! –Reinhard terminó la frase golpeando fuertemente la mesa, con lo que su vaso lleno de cerveza del que no iba a dar ningún sorbo, se hizo añicos al golpear el suelo.

-Y esta… -dijo a la vez que desenfundada la pistola con la escritura enana- esta la mantendré siempre cargada con tal de recordarme dos cosas… -tocó con el cañón la frente del minero- la muerte irremplazable de dos hermanos… y mi eterna lucha contra un mal que nunca muere.

Reinhard ya había depositado las cuatro pistolas encima de la mesa… y había ordenado todo lo fríamente que pudo su sed de venganza. Ahora debía ponerse manos a la obra con tal de poder llevarla a cabo. Dio un tiempo a Ullias para que acogiera toda la información… a la vez que estaba dispuesto a compadecerle por la muerte de su compañero.

-He venido a verte pues ese fue el último deseo de Karl. Que tu acabases lo que él empezó… Así que por favor te lo pido, ayúdame a poder llevar a cabo mi venganza… nuestra venganza.

Ullias no daba crédito a todo lo que había escuchado. Pero la mirada de odio en los ojos de Reinhard verificaban completamente la historia, así que poco a poco fue haciéndose a la idea de cuál sería el camino más aseñado a seguir.
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Saratai
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

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20 de Destilario (Brauzeit) de 2527. Averheim.

El descuidado Ulias conocia bien a Reinhard. Habian trabajado juntos en más de un encargo, y a pesar de que ambos eran jovenes, sentian respeto mutuo desde hacia años. Cuando Reinhard comenzó a trabajar en la mina, adquirida desde el dolor y el sufrimiento, se dedicó a explotarla para mantener a su familia. Sin embargo, con el tiempo vió que era tarea demasiado ardua para él solo, y contrató a Karl y Durak, dos enanos que habian trabajado para un capataz poco agradecido con sus empleados. Tras un año, los beneficios se duplicaron, y Uli comenzó a trabajar esporadicamente ayudandoles con los trabajos de excavación y como intermediario, asegurando la calidad del producto y vendiendolo en la capital (llevandose un buen pellizco del pastel por ello).

Reinhard siempre supo tal hecho, pero al nadar en la abundancia no le importaba. Incluso mandó dinero a las personas que le habian ayudado, entre ellas Mannricht Boleslav, un campesino de Streissen que durante sus años de patrullero de caminos le salvó la vida a Reinhard. Entre los tres se creó una buena amistad, y aunque pocas veces se habian visto los tres juntos, nunca faltó consideración y admiración.

Mannricht habia ayudado muchisimo a Reinhard y a Ulias en el pasado, al primero evitandole las iras de un agresivo hombre llamado Ficks y al segundo evitandole un apuro económico. Más tarde, Reinhard habia auxiliado a Mannricht y a su creciente familia con una gran suma de dinero, y a Ulias permitiendole sacar tajada del negocio. Ahora, Ulias debia devolver el favor.

El ingeniero tambien habia tenido una gran amistad con Karl Jefsson, y dado que la creatividad de uno se compensaba con la disciplina del otro, formaron un buen tandem. Entre los dos, iniciaron al patrón Reinhard en el arte de la pólvora, la escritura y las leyes cientificas. Pero el trabajo habia quedado incompleto, y aunque el rubio cazador de sectarios tenia aptitudes, necesitaba trabajar más para continuar su aprendizaje.

Ulias

Karl, amigo mio... No merecias acabar asi...Tu menos que nadie...


Tras escuchar los planes de Reinhard, y la venganza que habia planeado sobre los culpables de crimenes sin pagar, Ulias quedó en silencio unos minutos, muy apenado por la muerte de Karl. Nunca le cayó bien Durak, pero Karl era un gran amigo, y el ingeniero no pudo reprimir las lágrimas. Tras ser consolado por Reinhard, comenzó a recobrar la compostura.

-Gracias por venir a decirmelo, Reinhard. Has hecho bien en venir a mi. Karl me habia contado acerca de tu historia con Jaff Hartrer... Ese asesino acabó con la vida de muchas personas hace años, y te ayudaré en todo lo posible. Pero el año pasado oi de unos amigos que habia huido a Wissenland, con lo que encontrarle será dificil.

Ulias bebió un largo trago antes de continuar, cruzando en su mente los pensamientos de tamaña crueldad. Augostte no tenia ningun derecho a irrumpir en vidas ajenas, y su herejia no hacia sino agravar los crimenes.

-No se quien es ese Gottfried Harrikherr. Ya sabia que sufriste un secuestro tras los incidentes con Hatrer, pero tu eres el único que ha llegado a conocer a tal individuo. Dudo poder ayudarte con ese bastardo. Pero del que si se conoce mucho es del otro, de Oliver Saford. ¿¡Sabes lo que estás diciendo?! Ese hombre lame el culo de los Alptraum cada dia, y es más que intocable, siempre escoltado por varios hombres. Muchos quieren matarlo y mas en estos tiempos, si, pero si no han acabado con él aun es por algo. Además, no deberias actuar a la ligera, Augostte pudo haberte mentido, Reinhard. Piensa en ello, aquel bastardo era un hereje y un asesino sin alma, no deberias darle mucho credito a palabras originadas por un ser asi.

Reinhard y Ulias bebieron y hablaron del tema durante bastante tiempo, hasta que el segundo encontró una solución a uno de los problemas del rubio aspirante a ingeniero.

-Reinhard, se que te has esforzado mucho durante años en aprender a leer y escribir, y que hasta tienes manuscritos con los que practicar. No dudes que devolveré los favores que me has dado durante tanto tiempo, y que te ayudaré en tu objetivo. Pero será duro, no te equivoques. Ahora que nuestro amigo no está -Ulias sugirió un brindis al tiempo que recordaba a Karl -me tocará a mi ser tu instructor y maestro. Antes de nada hay algunas cosas que debes saber si quieres unirte al gremio algún dia: Hay mucho trabajo diario. El gremio da mucho, pero exige mucho a cambio. Has de estar aqui, en este despacho, cada mañana al alba. Te resolveré las dudas que tengas y te instruiré en lectura de Reikspiel moderno tres horas cada dia. Pues ese es el primer requisito antes de aprender los rudimentos y las leyes de gravedad, balistica y matemática. Después, iremos dos horas a la zona de pruebas que tiene el gremio en la Mataperras, y alli te enseñaré como fabricamos y arreglamos los tubos de acero, cañones y armas, ademas de a preparar y acondicionar la pólvora. Si quieres usar esas pistolas sin riesgo, esto es vital, creeme. Por útlimo, me ayudarás en unos trabajos de tasación y unos planos para protesis que tengo que hacer durante unas cuatro horas, dependiendo de lo rápido que vayamos, para compensar esas horas que te dedicaré, y aprender tambien como nos ganamos la vida aqui. Te restarán las últimas horas de la tarde para tus propios negocios.

Oh Sigmar, tal vez el proyecto de Karl acerca de aquella protesis para la amputación pueda ser llevado a cabo finalmente. Si Reinhard tuviera la capacidad de cálculo que Karl creia, me podria ayudar a desarrollar los últimos problemas con el engranaje de apertura, pues necesito a alguien para las pruebas de campo...


-Si aceptas esto, estoy dispuesto a ayudarte, y darte parte de mi sueldo por ello. Pero tendrás que olvidarte del pico y la pala durante un tiempo, y de hacer visitas familiares.

El que podria convertirse en el maestro de Reinhard miró a su potencial pupilo, preguntadole con la mirada si estaba seguro de ser capaz de ese sacrificio para llevar a cabo su venganza. Reinhard tendria ahora que decidir cuidadosamente, pues aquello podria cambiar su vida más aun que las torturas recibidas por los cultos heréticos.


FDI: Cuando Uli se refiere a que te pagará parte de su sueldo, deduces que no te pagará más de 150 peniques semanales (que tampoco esta nada mal). La oferta es buena, consistiendo en instrucción y trabajo al mismo tiempo, pero tambien te quitará muchas horas cada dia, asi que piensalo bien.
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

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Reinhard Russ

Reinhard sabía que ahora mismo no disponía de todo ese tiempo. Pues la ciudad necesitaba de hombres dispuestos a sacrificarse por su bien, y aún que sería una apuesta interesante de un futuro bastante inmediato, dedicar tres cuartas partes del día a aprender ingeniería, apartaría a Reinhard de los quehaceres con su provincia.

Esta noche nos reuniremos con Rot, que nos comentará cual ha sido la reacción de Verenna. Tal vez podría preguntarle sobre mi implicación en todos estos asuntos, y así medir el tiempo que dispongo para aprender los principios de la profesión.

-Ullias, yo también estoy muy apenado por la muerte de Karl. Y agradezco de todo corazón que aceptes ser mi tutor. Pero ahora mismo, y muy a mi pesar, no estoy del todo convencido de que pueda disponer de todo este tiempo necesitas. Pues mientras yo paso el día contigo aprendiendo, la ciudad sufre por la sangre envenenada que corre por sus venas.

Reinhard empezó a calcular. Si sólo me quedan las últimas horas de la tarde, le sería muy complicado implicarse en erradicar todo el entramado de asuntos sectarios. Así que propuso una contraoferta.

-Te parecería bien separar la instrucción por bloques? Así a la vez que me instruyo poco a poco, puedo dedicar mis esfuerzos y tiempo a ayudar a la ciudad. Por ejemplo, empezar mañana con el bloque de tres horas de lectura, o con el de dos horas de tiro, como te parezca, y practicarlo hasta haberlo aprendido. Es lo único que se me ocurre para poder implicarme en el día a día de la revolución y la maldad que reinan la ciudad.


Reinhard no sabía si Ullias estaría de acuerdo con el plan, pues su oferta de implicación en la tarea del adiestramiento había estado máxima.

-O tal vez, hoy les comento a mis compañeros que será de nosotros estos días, y mañana vengo y acabamos de perfilar las horas y la dedicación, te parece? De verdad, no es que no valore tu esfuerzo, ni mucho menos. Pero es que después de lo de Getter, creo que hay necesidades más imperiosas para el bien de la ciudad y la provincia.


Reinhard, después de valorar mucho la oferta, decidió que necesitaba una noche más para acabar de decidir cual sería su implicación en los estudios de ingeniería. Así que cuando acabaron de hablar recogió las cuatro pistolas, dio un fuerte abrazo a Ullias agradeciéndole todo el esfuerzo, y se despidió de él prometiéndole que mañana recibiría noticias suyas.

Ya era de noche,Nolan, Tobias y Rufus esperaban al futuro ingeniero en las puertas de la torre de ingeniería.

-Ya podemos ir a ver a Rot- dijo Reinhard en tono serio, con lo que empezaron a andar dirección el templo de Verenna, mientras Reinhard explicaba lo acontecido con Ullias, y que este había accedido de muy buen grado, su tutela en la profesión de ingeniero.
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Re: Reinhard Russ III: Verenna nos dará la Claridad

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20 de Destilario (Brauzeit) de 2527. Averheim.

La reunión de Reinhard con Ulias habia terminado fructifera, y el ingeniero le proporcionó todo su apoyo al rubio exminero.

Ulias

-Está bien, Reinhard. Pasate mañana, si no estoy aqui ve a la zona de pruebas, y acordaremos como llevar a cabo tu instrucción. De todas maneras has de saber que a más tiempo dedicado, antes conmpletarás tu formación para llevar a cabo los examenes de entrada.


Tras darse un abrazo, Ulias y Reinhard se despidieron hasta el dia siguiente, y el aspirante a ingeniero se dirigió a la salida de la torre, donde Nolan, Tobias y Rufus le esperaban. Su hermano le preguntó que tal habia ido, y Reinhard pudo contestar feliz que todo habia salido a pedir de boca, teniendo abierta la posibilidad de recibir adiestramiento en ciencias y construcción a cambio de ayudar en ciertas tareas de tasación. Nolan le felicitó, y el grupo se dirigió al lugar de la cita, en dirección al Catedral. Pasaron por la zona de Jorkstown, y por la Ytinga Inn donde habian cenado horas atrás. Alli pudieron comprobar como un gentio de obreros y hombres se arremolinaba en la taberna, incluidos un muchacho con el aspecto de haber salido de una prisión aquel mismo dia y un joven con ropas más propias de una granja de Streissen que de la gran ciudad.

Nolan Grass

-Parece que se está formando una buena en la Ytinga Inn. Tengo buenos amigos ahi dentro, y a buen seguro que han comenzado a preparar un ataque contra el Gobierno y los esbirros de Oliver Saford. No estoy deacuerdo con el ataque, pero si con ello acaban con los corruptos herejes que están infiltrados con los Alptraum, podrán contar con mi ayuda.


Y como bien decia el sacerdote guerrero, asi era, pues en aquellos momentos la cupula revolucionaria de Averheim preparaba su ataque, listo para ser llevado a cabo en apenas dos dias, para tomar la capital averlandesa. Sin parar demasiado por la zona, caminaron raudos hasta llegar con Rot Gertl, quien les esperaba en la puerta de la edificación con la carreta lista.

Rot Gertl

-¿Como has ido por la ciudad? ¿Has conseguido encontrar a tu amigo en la Torre de Ingenieria, Reinhard?


Tras explicar lo ocurrido, y como habian ido las visitas por la ciudad, Rot encaminó al grupo hasta su propia casa, donde charlarian tendido acerca de lo que el lider Efferman le habia contado a Rot. La casa estaba cercana a la catedral, y aunque no era mucho más grande que un pequeño cutrichil, estaba bien amueblada y bastante limpia. Rot echó algo de comer al perro, y se sentó con Tobias, Reinhard y Nolan para hablar de su reunión.

-Amigos mios, he llevado el cuerpo de Getter a Efferman, el lider de la iglesia verenneana. Le he relatado todo lo que hemos sufrido en las cavernas de Monheim, y ha creido correcto enviar el cuerpo al jardín de Morr, para que sea quemado y purgado de su maldad. Tambien me ha comentado los hallazgos que ha llevado a cabo durante el dia de hoy. Al parecer, hay algunos miembros limpios en el Consejo, que están trabajando para él. La noche anterior se entrevistó con Ivein Hopked y con Heinrich Messner. Estos hombres están en nuestro bando, pero están amenazados con la inminente revuelta. El gobierno ya ha empezado a tomar medidas, y se están doblando las guardias ante el próximo ataque, pero es posible que nuestros colaboradores sean asesinados por la masa furibunda de obreros que a buen seguro atacarán.

Rot se movió un poco de la silla, tocando la herida vendada. Habia sido un golpe muy fuerte, pero el investigador sobreviviria a aquello.

-El tribunal inquisitorial tardará en deliberar al menos dos días, y puede que para entonces toda la ciudad haya ardido y los sectarios huido de aqui. Esto es algo que debemos impedir a toda costa. Jaran Tropkter es uno de nuestros objetivos, asi como Oliver Saford. La secta es piramidal, esto es, solo los miembros más importantes conocen a los más bajos, y no al revés. Esto quiere decir que necesitamos capturar a cualquiera de estos dos individuos vivos, para poder interrogarlos y conocer el alcance de la secta con total exactitud. Esto va a ser lo más complicado, pues si ya es dificil atacarles, mantenerles con aliento será casi imposible.

Fue entonces cuando Rot relató toda la información sobre los dos sujetos. Ya habia pasado la medianoche, y el cansancio hacia mella en el investigador, pero aguantaria hasta que todo quedara claro para ir a dormir.

21 de Destilario (Brauzeit) de 2527. Averheim.

-Jaran Tropkter encabezó un ataque contra Markus Leitdorf el pasado dia 19 y perdió vilmente, como se merece, contra los granjeros y revolucionarios de Streissen. No sabemos si está muerto, capturado por Markus Leitdorf o vivo y coleando en las calles de la ciudad, esperando regresar a su cuartel para asumir el mando de más hombres. Es por ello que para darle caza, uno de nosotros ha de colaborar con los revolucionarios. Nolan, tu tienes amistad con algunos de ellos, tal vez podrias convencerles o preguntarles acerca del paradero de Jaran, por si lo conocen. Jaran es un hombre fuerte, con pocos dientes y pelos repartidos escasamente entre la cara y la cabeza, de color castaño. Tiene los ojos marrones y siempre anda con ropas poco ostentosas.


Antes de describir la situación de Saford, Rot aseguró que seria buena idea visitar en algun momento a Ivein Hopked o al fiscal Heinrich Messner, para pedir ayuda. Reinhard, al oir el nombre de Heinrich Messner, comienza a recordar levemente. Imagenes de él mismo hacia varios años, cuando aun era un chaval joven cuya maxima aspiración era ayudar a Dajertik, cuando trabajaba con Nohan, un experto cochero que ayudaba en la extracción de Monheim. Recordó a un patrullero llamado Dieter, y a un ayudante de fiscal, que coincidia con la descripción que dio Rot, asi como de los hechos sucedidos en el Páramo de Sorghof. Al parecer el tal Heinrich Messner habia llegado bastante lejos durante todos estos años. Cuantos recuerdos, y cuanto tiempo hacia de eso. Cuando Reinhard aun era un joven sano, con sus manos en perfecto estado, tal como su hermano Tobias en la actualidad.

-En cuanto a Oliver Saford, sabemos muy bien donde está, pero siempre se encuentra rodeado de una escolta de como minimo tres hombres, y siempre se encuentra en lugares concurridos. Si no está en el Edificio de Gobierno Condal, estará entrevistando a algun otro miembro del Consejo o en la Casa de la Rosa, bien parapetado. Secuestrarlo será muy complicado, pero hemos de hacerlo si no queremos que la serpiente se escape de la ciudad. Oliver Saford es un tipo bajo, regordete y calvo, siempre vestido con colores horteras, de ojos violetas.

Rot esperó para ver si alguien tenia alguna pregunta antes de ir a dormir, y quien escogia cada tarea. Nolan prefirió la tarea de buscar a Jaran, al igual que Tobias, pero ambos esperaron ver que decidia Reinhard.


FDI: Una tirada de 21 en Inteligencia te permite recordar el momento en que conociste a Heinrich Messner, en el hilo de ''Reinhard Russ y Heinrich Messner: ¿El fin de los Asesinos?''.

Ahora toca decidir en que presa centrarse, si Oliver Saford o Jaran Tropkter. Habra que capturar como minimo a uno, pues si la contienda entre los revolucionarios y el gobierno Altpraum se encrudece, cualquiera de esos dos podria morir, y con el toda la información para acabar con la secta.
Cerrado

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