Heinz Stolzer
Heinz había permanecido en silencio mientras el tal Alan trataba en vano de descubrir a un soplón entre los guardias. Sintió un irrefrenable deseo por reir, pero lo reprimió y solo se le escapó una leve sonrisa. "Que irónico, que entre los leales hombres de Averland, se encuentre el chivato de unos matones."
La sonrisa de Heinz se borró por completo cuando Alan les informó, a Helien y a él, de que podían marcharse. Miró con desprecio al miliciano con el que había compartido las últimas horas mientras se marchaba. Heinz, sin embargo, se quedó sentado en su silla. Aún así, el sargento le ingoró mientras repartía unos sobres a Fabian y a los patrulleros y les informaba. "Interesante... Crimenes, Quober, Vergamont... Estas son el tipo de cosas de las que uno no debe olvidarse..." Siguió escuchando a Alan, mirandolo con interés. "Y además recompensará a quien traiga al chivaro... Puede ser interesante, quizas todo esto me lleve al vampiro..."
El sargento se levantó y se dispuso a marcharse, dejando a Heinz considerando las opciones. En ese momento, otro repugnante guardia entró en escena. Por lo que escuchó, era peor que un guardia: un burócrata. Odiaba a las ratas de biblioteca más que a los guardias, si cabia. Por si eso fuera poco, la taberna se estaba vaciando, y Heinz pudo distinguir a aquel condenado mercenario que casi le hace perder la cabeza. Un estremecimiento le recorrió la espalda y vuelvió a mirar al sargento.
OFF: Cuando el sargento deje de hablar con Heinrich
Heinz se levantó, dejando al resto de guardias en la mesa, y se dirigió raudo a la puerta. Cuando salió, llegó a tiempo de alcanzar a Alan antes de que doblase la esquina.
- Permitame un momento, Herr Friedgsoth. Tengo varias cosas que hablar con usted.
- Justo antes de empezar a colaborar con Fabian en el asunto del mendigo asesinado, un sacerdote, el padre Ivein, me llevó al templo de Verena donde se encontraba Dortmund. La cuestión es que me pidió que encontrase a alguien para usted, un tal Herman el Viejo. ¿Le dice algo? Estoy dispuesto a trabajar para usted y capturar al criminal, aunque sea al margen de sus hombres. Y una cosa más. Si me da ciertas licencias, por poco a cambio, le traeré al traidor.
Heinz estaba poniendo toda la carne en el asador aquella ocasión. Quería capturar y matar al vampiro, y su instinto le decía que para ello debía resolver los problemas de la guardia. Solo esperaba que tuviese éxito...
Prisión de Almas: Acto I (Desarrollo)
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Alan Friedgsoth
Dirigiéndose a Heinrich Messner:
-Estimado Herr Messner, si la Fiscalia quiere investigar, que investigue por su cuenta. No voy a ponerle trabas a su trabajo, pero usted no es uno de mis subordinados. Haga su labor pero sin entorpecer el trabajo de mi gente.
Por cierto, no se si vuestra merced tendrá experiencia de campo, pero nuestro cuerpo se dedica a misiones peligrosas. Lleve mucho cuidado, esto no es un trabajo de despacho.
El mayor Alan dió por finalizada la conversación, saliendo a paso rápido de la posada, cuando Heinz Stolzer le interceptó en la salida. Tras escuchar lo que el aspirante a cazavampiros tenia que decirle, su gesto de desconfianza cambió.
-¿A si que conoces al bueno de Ivein no? Eso no lo sabia. Herman el Viejo es un famoso contrabandista de la zona, y la recompensa por su cabeza cortada ronda las 40 coronas, aunque es dificil hacerse con su paradero, sabe ocultarse bien. Si me lo consigues traer vivo, te dare 60. Es algo personal.
En cuanto al traidor, no te puedo dar licencias por su captura, pero si una recomendación, con la que podrias ingresar en el cuerpo de vigilantes o incluso en el de guardias. Pero si eso no te interesa, siempre puede haber otro tipo de recompensa, que negociariamos en el momento de su verificación como tal. El hecho de que vayas con mis hombres o no depende por exclusivo de ellos. Fabian, Mannricht y Dieter ya han hecho su trabajo bastante bien más de una vez. Organizate con ellos y con el tipo de la administración de la manera que gusteis, y atrapad a esa banda cuanto antes y como sea. Cuando quieras algo, ya sabes donde encontrarme. Paso los informes a limpio sobre las 11 de la noche en mi comisaria.
El sargento se perdió entre las calles, dejando al grupo en los alrededores de la taberna
FDI:La última parte de la conversación de Alan con Heinz, desde ''El hecho... hasta en mi comisaria'' ha conseguido ser escuchado por Heinrich Messner, pero solo esa parte y solo por el. La conversación anterior, de Alan y Heinrich Messner, ha conseguido ser escuchada por todos excepto por Dieter
A partir de ahora estais solos, y tendreis que organizaros para la misión principal y para cada una de vuestras misiones particulares de la mejor manera que considereis entre vosotros. Se premiara las acciones más brillantes y eficaces y las que mejor interpreten a cada personaje
Dirigiéndose a Heinrich Messner:
-Estimado Herr Messner, si la Fiscalia quiere investigar, que investigue por su cuenta. No voy a ponerle trabas a su trabajo, pero usted no es uno de mis subordinados. Haga su labor pero sin entorpecer el trabajo de mi gente.
Por cierto, no se si vuestra merced tendrá experiencia de campo, pero nuestro cuerpo se dedica a misiones peligrosas. Lleve mucho cuidado, esto no es un trabajo de despacho.
El mayor Alan dió por finalizada la conversación, saliendo a paso rápido de la posada, cuando Heinz Stolzer le interceptó en la salida. Tras escuchar lo que el aspirante a cazavampiros tenia que decirle, su gesto de desconfianza cambió.
-¿A si que conoces al bueno de Ivein no? Eso no lo sabia. Herman el Viejo es un famoso contrabandista de la zona, y la recompensa por su cabeza cortada ronda las 40 coronas, aunque es dificil hacerse con su paradero, sabe ocultarse bien. Si me lo consigues traer vivo, te dare 60. Es algo personal.
En cuanto al traidor, no te puedo dar licencias por su captura, pero si una recomendación, con la que podrias ingresar en el cuerpo de vigilantes o incluso en el de guardias. Pero si eso no te interesa, siempre puede haber otro tipo de recompensa, que negociariamos en el momento de su verificación como tal. El hecho de que vayas con mis hombres o no depende por exclusivo de ellos. Fabian, Mannricht y Dieter ya han hecho su trabajo bastante bien más de una vez. Organizate con ellos y con el tipo de la administración de la manera que gusteis, y atrapad a esa banda cuanto antes y como sea. Cuando quieras algo, ya sabes donde encontrarme. Paso los informes a limpio sobre las 11 de la noche en mi comisaria.
El sargento se perdió entre las calles, dejando al grupo en los alrededores de la taberna
FDI:La última parte de la conversación de Alan con Heinz, desde ''El hecho... hasta en mi comisaria'' ha conseguido ser escuchado por Heinrich Messner, pero solo esa parte y solo por el. La conversación anterior, de Alan y Heinrich Messner, ha conseguido ser escuchada por todos excepto por Dieter
A partir de ahora estais solos, y tendreis que organizaros para la misión principal y para cada una de vuestras misiones particulares de la mejor manera que considereis entre vosotros. Se premiara las acciones más brillantes y eficaces y las que mejor interpreten a cada personaje
Fabian Dortmund
Todo era demasiado irregular. El caso de las desapariciones de los niños seguía a duras penas su curso y, por si no fuera poco, lejos de aproximarse a su resolución, ahora se veía acompañado de tres nuevos quehaceres: el espeluznante asesinato del mendigo, la inesperada detención de la familia Quober y la captura del recién declarado topo. Si a ello se le sumaba la proliferación de cabos sueltos y la fluctuación constante del personal encargado en la investigación, quedaba como resultado un panorama de trabajo poco menos que desolador, rematado por la dudosa profesionalidad de algunos de los investigadores y, como no, por la presencia confirmada a última hora de un espía entre sus filas.
No obstante, pese a que en circunstancias normales ese cúmulo de anomalías habría acaparado el total cuidado de Fabian, la atención en otro pensamiento, en inicio frugal, pero cada vez más firme, rondaba por la mente del averlandés: desde la noche anterior, el guardia Dortmund no había podido quitarse de la cabeza la atroz imagen del mendigo mutilado. Debido a ello, el chico, aun asistiendo a los acontecimientos que le rodeaban con aparente parsimonia y no perdiendo detalle de los mismos, no podía dejar de concentrarse verdaderamente en otras suposiciones. No fue hasta que el sargento hizo el ademán de marcharse de la taberna, cuando su deber como orgulloso miembro de la guardia de Averheim le sacó por fin de aquellas cavilaciones. La investigación debía continuar.
“Bien, pongámonos manos a la obra.”
Fabian abrió el sobre entregado por el sargento y, tras un rápido vistazo al contenido, volvió la atención a sus compañeros de investigación.
“Antes de nada, si les parece bien, creo que deberíamos poner sobre la mesa toda la información que hasta el momento hemos recaptado.”
El guardia empezaba a arrancarse cuando la puerta de la taberna se abrió y un hombre enfundado en un oscuro abrigo, el enviado de la Fiscalía Heinrich Messner, hizo acto de presencia, interceptando al sargento e iniciando con él una conversación ante los hombres sobre investigaciones demasiado largas, fiscales descontentos y supervisión. Lo que salía por la boca de aquel tipo, desde el principio, no hizo otra cosa que herir el amor propio del marcial y orgulloso Fabian Dortmund, cosa que hizo que el forastero se ganará automáticamente un lugar muy especial en el corazón del guardia.
“Menudo cantamañanas.”
El sargento no tardó en finiquitar la conversación y salir de la taberna, dejando al equipo de investigación a solas con el “monaguillo” del Fiscal. En ese preciso instante y de forma repentina, Miller Cazavampiros salió con paso ligero tras el sargento. Fabian no pudo reprimir cierta mueca de reproche ante tal falta de respeto a la reunión.
“Por mi, en cuanto regrese, podemos empezar.”
Todo era demasiado irregular. El caso de las desapariciones de los niños seguía a duras penas su curso y, por si no fuera poco, lejos de aproximarse a su resolución, ahora se veía acompañado de tres nuevos quehaceres: el espeluznante asesinato del mendigo, la inesperada detención de la familia Quober y la captura del recién declarado topo. Si a ello se le sumaba la proliferación de cabos sueltos y la fluctuación constante del personal encargado en la investigación, quedaba como resultado un panorama de trabajo poco menos que desolador, rematado por la dudosa profesionalidad de algunos de los investigadores y, como no, por la presencia confirmada a última hora de un espía entre sus filas.
No obstante, pese a que en circunstancias normales ese cúmulo de anomalías habría acaparado el total cuidado de Fabian, la atención en otro pensamiento, en inicio frugal, pero cada vez más firme, rondaba por la mente del averlandés: desde la noche anterior, el guardia Dortmund no había podido quitarse de la cabeza la atroz imagen del mendigo mutilado. Debido a ello, el chico, aun asistiendo a los acontecimientos que le rodeaban con aparente parsimonia y no perdiendo detalle de los mismos, no podía dejar de concentrarse verdaderamente en otras suposiciones. No fue hasta que el sargento hizo el ademán de marcharse de la taberna, cuando su deber como orgulloso miembro de la guardia de Averheim le sacó por fin de aquellas cavilaciones. La investigación debía continuar.
“Bien, pongámonos manos a la obra.”
Fabian abrió el sobre entregado por el sargento y, tras un rápido vistazo al contenido, volvió la atención a sus compañeros de investigación.
“Antes de nada, si les parece bien, creo que deberíamos poner sobre la mesa toda la información que hasta el momento hemos recaptado.”
El guardia empezaba a arrancarse cuando la puerta de la taberna se abrió y un hombre enfundado en un oscuro abrigo, el enviado de la Fiscalía Heinrich Messner, hizo acto de presencia, interceptando al sargento e iniciando con él una conversación ante los hombres sobre investigaciones demasiado largas, fiscales descontentos y supervisión. Lo que salía por la boca de aquel tipo, desde el principio, no hizo otra cosa que herir el amor propio del marcial y orgulloso Fabian Dortmund, cosa que hizo que el forastero se ganará automáticamente un lugar muy especial en el corazón del guardia.
“Menudo cantamañanas.”
El sargento no tardó en finiquitar la conversación y salir de la taberna, dejando al equipo de investigación a solas con el “monaguillo” del Fiscal. En ese preciso instante y de forma repentina, Miller Cazavampiros salió con paso ligero tras el sargento. Fabian no pudo reprimir cierta mueca de reproche ante tal falta de respeto a la reunión.
“Por mi, en cuanto regrese, podemos empezar.”
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Jacques el arcabucero
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Mannricht
Menudo revuelo se ha organizado en un momento. Mannricht está confundido viendo tantos movimientos alrededor. Ya no sabe de quien fiarse, salvo del sargento Alan, que por cierto, se acaba de largar.
Mira las caras de los presentes y hace una evaluación mental.
Fabian Dortmund, vigilante del cuerpo de seguridad de Averheim. Parece un buen tipo. Fué al primero que conoció nada más llegar a "La espada mellada".
Helien. De este desconfiado tipo poco sabe. Era uno de los encargados de investigar la desaparición de Ariel, junto a Fabian y... Peter Azhelhof. Miliciano desaparecido...
Contando que aquella mole de "Comenarices" ha muerto, tan solo quedan del grupo original los anteriores y:
Johann Burss, ese tipo con la cara comida por la viruela, que dice ser carcelero.
Así que uno de ellos, Fabian, Helien o Johann es un soplón - les dedica una miradita por encima del vaso, mientras bebe.
Y ahora estos nuevos tipos, Dieter Gayer, patrullero de caminos que he conocido recientemente, Franz Miller, cazavampiros y Heinrich Messner, de la fiscalía. Un chupatintas que viene para supervisar nuestro trabajo.
Esto promete...
- Antes de nada, si les parece bien, creo que deberíamos poner sobre la mesa toda la información que hasta el momento hemos recaptado. - dice Fabian sacándolo de sus pensamientos.
- Bien, yo ya he hablado antes. Fuímos a la Mansión de los Fahen a investigar sobre Eva, su hija desaparecida. Tras esto, fuímos a la casa de la pequeña Ariel, donde deberíais haber ido - dice encañonando con su dedo índice a Fabian - además del desaparecido Pieter , y Helien. Porque no fuisteis a la casa de la pequeña Ariel?
Menudo revuelo se ha organizado en un momento. Mannricht está confundido viendo tantos movimientos alrededor. Ya no sabe de quien fiarse, salvo del sargento Alan, que por cierto, se acaba de largar.
Mira las caras de los presentes y hace una evaluación mental.
Fabian Dortmund, vigilante del cuerpo de seguridad de Averheim. Parece un buen tipo. Fué al primero que conoció nada más llegar a "La espada mellada".
Helien. De este desconfiado tipo poco sabe. Era uno de los encargados de investigar la desaparición de Ariel, junto a Fabian y... Peter Azhelhof. Miliciano desaparecido...
Contando que aquella mole de "Comenarices" ha muerto, tan solo quedan del grupo original los anteriores y:
Johann Burss, ese tipo con la cara comida por la viruela, que dice ser carcelero.
Así que uno de ellos, Fabian, Helien o Johann es un soplón - les dedica una miradita por encima del vaso, mientras bebe.
Y ahora estos nuevos tipos, Dieter Gayer, patrullero de caminos que he conocido recientemente, Franz Miller, cazavampiros y Heinrich Messner, de la fiscalía. Un chupatintas que viene para supervisar nuestro trabajo.
Esto promete...
- Antes de nada, si les parece bien, creo que deberíamos poner sobre la mesa toda la información que hasta el momento hemos recaptado. - dice Fabian sacándolo de sus pensamientos.
- Bien, yo ya he hablado antes. Fuímos a la Mansión de los Fahen a investigar sobre Eva, su hija desaparecida. Tras esto, fuímos a la casa de la pequeña Ariel, donde deberíais haber ido - dice encañonando con su dedo índice a Fabian - además del desaparecido Pieter , y Helien. Porque no fuisteis a la casa de la pequeña Ariel?
Fabian Dortmund
“La orden era investigar la desaparición de la niña. Por dónde buscáramos era algo que tan sólo corría a cuenta de las prioridades marcadas por nosotros mismos, los encargados de la misión.”
Tanto la profesionalidad como la credibilidad de Fabian se vieron nuevamente atacadas por un entorno cada vez más hostil, cargado de desconfianza y sospechas. No obstante, sintió que, por el buen desarrollo de la investigación, debía moderarse.
“De todos modos, es cierto que a lo largo de la noche sufrimos varios percances y que estos nos obligaron a ralentizar el ritmo de la investigación. Sin duda, acudir a la familia de Ariel figuraba entre nuestros objetivos más inmediatos.”
“¿Y qué hacías tú, don “deberías haber ido”, en casa de Ariel, si se suponía que esa era tarea nuestra?”
Ese hiriente y, por otro lado, vano comentario quedó huérfano en la mente del averlandés, en pos a la paz y concordia entre compañeros de trabajo.
“La orden era investigar la desaparición de la niña. Por dónde buscáramos era algo que tan sólo corría a cuenta de las prioridades marcadas por nosotros mismos, los encargados de la misión.”
Tanto la profesionalidad como la credibilidad de Fabian se vieron nuevamente atacadas por un entorno cada vez más hostil, cargado de desconfianza y sospechas. No obstante, sintió que, por el buen desarrollo de la investigación, debía moderarse.
“De todos modos, es cierto que a lo largo de la noche sufrimos varios percances y que estos nos obligaron a ralentizar el ritmo de la investigación. Sin duda, acudir a la familia de Ariel figuraba entre nuestros objetivos más inmediatos.”
“¿Y qué hacías tú, don “deberías haber ido”, en casa de Ariel, si se suponía que esa era tarea nuestra?”
Ese hiriente y, por otro lado, vano comentario quedó huérfano en la mente del averlandés, en pos a la paz y concordia entre compañeros de trabajo.
Última edición por valafor el 25 Nov 2008, 01:56, editado 2 veces en total.
Heinrich Messner
“Creo que sería mejor empezar por el tema del topo. Con eso resuelto, sin lugar a dudas, todo será más… fácil.”
Por fin alguien abría la boca para decir algo útil.
"Estoy de acuerdo, Caballeros. Como ya habrán escuchado, mi nombre es Heinrich Messner, y estoy aquí para asegurarme de que esto no se demora más de lo necesario. Ya han perdido bastante tiempo. No es que dude de los métodos ni de Herr Alan ni de ustedes, Señores, pero simplemente observo que parece que esto se les va de las manos..."
Messner cruzó las manos detrás de la espalda, y empezó a moverse por la habitación, ante la atenta mirada de los presentes.
"Raptos de niños, asesinatos de indigentes, y ¿qué será lo próximo?, ¿vampiros?"
Esta última observación la hizo con una irónica mueca en la cara, que sin embargo,no pareció divertir a nadie.
"Pues bien, no se cómo habrán llevado todo esto hasta ahora, pero quiero que se me informe de lo que se haga, de sus métodos y de sus procedimientos. Solo así podré verificar si verdaderamente estamos ante un caso fuera de lo común o solo ante una negligente actuación de las fuerzas del orden público... El Fiscal Treitt espera lo mejor de ustedes, Caballeros. Y yo también"
Sentándose en la silla que le quedaba más cerca y poniendo los pies encima de la mesa, Messner aguardó la respuesta de los hombres de Friedsgoth.
“Creo que sería mejor empezar por el tema del topo. Con eso resuelto, sin lugar a dudas, todo será más… fácil.”
Por fin alguien abría la boca para decir algo útil.
"Estoy de acuerdo, Caballeros. Como ya habrán escuchado, mi nombre es Heinrich Messner, y estoy aquí para asegurarme de que esto no se demora más de lo necesario. Ya han perdido bastante tiempo. No es que dude de los métodos ni de Herr Alan ni de ustedes, Señores, pero simplemente observo que parece que esto se les va de las manos..."
Messner cruzó las manos detrás de la espalda, y empezó a moverse por la habitación, ante la atenta mirada de los presentes.
"Raptos de niños, asesinatos de indigentes, y ¿qué será lo próximo?, ¿vampiros?"
Esta última observación la hizo con una irónica mueca en la cara, que sin embargo,no pareció divertir a nadie.
"Pues bien, no se cómo habrán llevado todo esto hasta ahora, pero quiero que se me informe de lo que se haga, de sus métodos y de sus procedimientos. Solo así podré verificar si verdaderamente estamos ante un caso fuera de lo común o solo ante una negligente actuación de las fuerzas del orden público... El Fiscal Treitt espera lo mejor de ustedes, Caballeros. Y yo también"
Sentándose en la silla que le quedaba más cerca y poniendo los pies encima de la mesa, Messner aguardó la respuesta de los hombres de Friedsgoth.
"Ninguno de vosotros lo entiende. Yo no estoy encerrado aquí con vosotros. Sois vosotros los que estáis encerrados aquí conmigo"
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Van Hoffman
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Heinz Stolzer
El oficial de la guardia ya se marchaba, y Heinz se quedó frente a la puerta, fuera de la taberna, pensativo. Tras unos segundos volvió a entrar y se dirigió a la mesa donde estaban sus compañeros. El recien llegado de la Fiscalía se había sentado en su silla, así que Heinz se tuvo que sentar donde había estado Helien.
Heinz miraba de reojo al tabernero Tuk, a la espera de que aquel condenado mercenario dejase de hablar con el enano, pero tampoco le perdía la vista al resto de sus compañeros, esperando poder descubrir al topo y ganarse la información. Aun así, desechó la idea de desconfiar de Dortmund. Había trabajado con él unas horas antes de volver y creyó conocerle lo suficiente.
OFF: Heinz estudia a sus compañeros, sin decir ni una palabra, pero no pierde de vista a Tuk ni al mercenario, a la espera de que se vaya.
El oficial de la guardia ya se marchaba, y Heinz se quedó frente a la puerta, fuera de la taberna, pensativo. Tras unos segundos volvió a entrar y se dirigió a la mesa donde estaban sus compañeros. El recien llegado de la Fiscalía se había sentado en su silla, así que Heinz se tuvo que sentar donde había estado Helien.
Heinz miraba de reojo al tabernero Tuk, a la espera de que aquel condenado mercenario dejase de hablar con el enano, pero tampoco le perdía la vista al resto de sus compañeros, esperando poder descubrir al topo y ganarse la información. Aun así, desechó la idea de desconfiar de Dortmund. Había trabajado con él unas horas antes de volver y creyó conocerle lo suficiente.
OFF: Heinz estudia a sus compañeros, sin decir ni una palabra, pero no pierde de vista a Tuk ni al mercenario, a la espera de que se vaya.
Van Hoffman, pastor de garrapatos por gloria y gracia de Igarol
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Saratai
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La charla en la mesa principal se va continuando. Mientras Dieter y Johann hablan entre ellos de unos tales Hartrer, Fabian y Heinrich comentan la necesidad de descubrir al topo al tiempo que Mannricht hace sus cuentas de quien puede ser el posible chivato. Todos estáis cansados por el trabajo, pero sois conscientes de la prisa que hay. Ya se descansará después.
En la otra mesa, el mercenario paga a Tuck Graefnisson por una prostituta del piso de arriba para ''empezar bien la mañana''. Cuando el mercenario sube, el enano se acerca a vosotros.
Tuck Graefnisson
Con una sonrisa en la cara os grita:
-Gentiles señores, tengo una buena noticia! ¡El bueno de Tuck va a preparar su ''desayuno especial'' con salchichas de la mejor carne y cerveza de la mejor cebada!
Si entendemos la mejor carne como las ratas que hay en el sótano, y la mejor cebada como el trigo que sobro de la anterior cosecha, podriamos definir al posadero como un hombre extremadamente sincero.
-En una hora lo tendré listo, caballeros
Acto seguido, el enano se dirige a la cocina con pasos rechonchos y cansados.
Ahora si que estáis completamente solos en la posada. En unas dos horas el sol se colocará justo en la mitad del cielo y entre seis hombres debereis decidir que caminos escoger para llevar a cabo vuestro cometido.
Y cuando se habla de secuestros y traiciones, el tiempo tiene un valor mayor que el oro...
En la otra mesa, el mercenario paga a Tuck Graefnisson por una prostituta del piso de arriba para ''empezar bien la mañana''. Cuando el mercenario sube, el enano se acerca a vosotros.
Tuck Graefnisson
Con una sonrisa en la cara os grita:
-Gentiles señores, tengo una buena noticia! ¡El bueno de Tuck va a preparar su ''desayuno especial'' con salchichas de la mejor carne y cerveza de la mejor cebada!
Si entendemos la mejor carne como las ratas que hay en el sótano, y la mejor cebada como el trigo que sobro de la anterior cosecha, podriamos definir al posadero como un hombre extremadamente sincero.
-En una hora lo tendré listo, caballeros
Acto seguido, el enano se dirige a la cocina con pasos rechonchos y cansados.
Ahora si que estáis completamente solos en la posada. En unas dos horas el sol se colocará justo en la mitad del cielo y entre seis hombres debereis decidir que caminos escoger para llevar a cabo vuestro cometido.
Y cuando se habla de secuestros y traiciones, el tiempo tiene un valor mayor que el oro...
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Jacques el arcabucero
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Mannricht
- Que un servidor sepa... - el joven patrullero se peina el flequillo con la palma de la mano hacia delante - originalmente teníamos la misión de investigar la desaparición de unos niños. Y por lo que veo, ahora se han añadido nuevos problemas, como las desapariciones de patrulleros, los asesinatos de mendigos, el topo, los vampiros... ? - Mannricht alza las cejas en un gesto de sorpresa - de todo ello hay mucho que yo no tenía ni idea. Que sucede con los mendigos? Es la primera noticia que tengo! por no hablar... - y ahora mira al silencioso Miller- de los Vampiros? Fabian tiene razón. En esta reunión faltan datos. Así que sería interesante que quien tuviera algo que añadir, lo dijera ahora.
- Que un servidor sepa... - el joven patrullero se peina el flequillo con la palma de la mano hacia delante - originalmente teníamos la misión de investigar la desaparición de unos niños. Y por lo que veo, ahora se han añadido nuevos problemas, como las desapariciones de patrulleros, los asesinatos de mendigos, el topo, los vampiros... ? - Mannricht alza las cejas en un gesto de sorpresa - de todo ello hay mucho que yo no tenía ni idea. Que sucede con los mendigos? Es la primera noticia que tengo! por no hablar... - y ahora mira al silencioso Miller- de los Vampiros? Fabian tiene razón. En esta reunión faltan datos. Así que sería interesante que quien tuviera algo que añadir, lo dijera ahora.
Última edición por Jacques el arcabucero el 25 Nov 2008, 22:23, editado 1 vez en total.
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Van Hoffman
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Heinz Stolzer
Dandose por aludido, tanto por las palabras del patrullero de Streissen como por su mirada, Heinz se inclinó sobre la mesa y miró a los ojos a Mannricht. Con un rostro serio y sombrío, habló.
- Los vampiros no son criaturas de oscuras leyendas, ni monstruos que se citan para asustar a los niños. Son tan reales como la salida del Sol, y muchísimo más peligrosos de los que os imaginais -tras eso, se recostó de nuevo en su silla. Su semblante se volvió a tornar calmado y despreocupado, se apoyó con los pies en la mesa, echó la silla atrás y miró al techo-. Ya que pedís información, os diré todo lo que a mi concierne. En el templo de Verena, loada sea, se halló el cadáver de un mendigo, Err, el cual presentaba signos de haber muerto a manos de estas espantosas criaturas. Mi trabajo consiste, principalmente, en cazar estas bestias, y sea con vuestra ayuda o sin ella, pienso hacerlo.
Tras eso, de un fuerte golpe, volvió a poner bien la silla y miró al buitre de la fiscalía.
- Por cierto, no nos han presentado. Franz Miller, a su servicio.
OFF: Por cierto Jacques, todos me conoceis por mi pseudónimo, Franz Miller, no por mi nombre auténtico
Dandose por aludido, tanto por las palabras del patrullero de Streissen como por su mirada, Heinz se inclinó sobre la mesa y miró a los ojos a Mannricht. Con un rostro serio y sombrío, habló.
- Los vampiros no son criaturas de oscuras leyendas, ni monstruos que se citan para asustar a los niños. Son tan reales como la salida del Sol, y muchísimo más peligrosos de los que os imaginais -tras eso, se recostó de nuevo en su silla. Su semblante se volvió a tornar calmado y despreocupado, se apoyó con los pies en la mesa, echó la silla atrás y miró al techo-. Ya que pedís información, os diré todo lo que a mi concierne. En el templo de Verena, loada sea, se halló el cadáver de un mendigo, Err, el cual presentaba signos de haber muerto a manos de estas espantosas criaturas. Mi trabajo consiste, principalmente, en cazar estas bestias, y sea con vuestra ayuda o sin ella, pienso hacerlo.
Tras eso, de un fuerte golpe, volvió a poner bien la silla y miró al buitre de la fiscalía.
- Por cierto, no nos han presentado. Franz Miller, a su servicio.
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El joven patrullero dedica una mirada de complicidad a Fabian mientras señala con la cabeza con un leve gesto a Miller, dando a entender que debe haber llegado el circo a la ciudad.
- Claro. Vampiros! - habla ahora en voz alta - Miller, toda ayuda que podamos recibir será bien recibida, y si eres la mitad de valiente de lo que pareces estamos de anhorabuena. Pero permíteme que mantenga mis dudas respecto al asunto de tus Vampiros. Yo también he crecido oyendo toda suerte de historias para que cuando cayera el sol no nos pillara fuera de casa, pero de ahí, a creer en tipos de aspecto cadavérico que deambulan por la noche y todo lo demas... Que te hace creer que fue el ataque de ese tipo de criaturas el que acabó con el mendigo? Eres un experto en la materia? Con cuantos de ellos has acabado?
Off. Corregido lo del nombre! Disculpa! ya me extrañó ver un nombre en el encabezamiento y leerte presentado con otro nombre.
El joven patrullero dedica una mirada de complicidad a Fabian mientras señala con la cabeza con un leve gesto a Miller, dando a entender que debe haber llegado el circo a la ciudad.
- Claro. Vampiros! - habla ahora en voz alta - Miller, toda ayuda que podamos recibir será bien recibida, y si eres la mitad de valiente de lo que pareces estamos de anhorabuena. Pero permíteme que mantenga mis dudas respecto al asunto de tus Vampiros. Yo también he crecido oyendo toda suerte de historias para que cuando cayera el sol no nos pillara fuera de casa, pero de ahí, a creer en tipos de aspecto cadavérico que deambulan por la noche y todo lo demas... Que te hace creer que fue el ataque de ese tipo de criaturas el que acabó con el mendigo? Eres un experto en la materia? Con cuantos de ellos has acabado?
Off. Corregido lo del nombre! Disculpa! ya me extrañó ver un nombre en el encabezamiento y leerte presentado con otro nombre.
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Heinz Stolzer
Las palabras del patrullero le hirieron como una daga envenenada, clavada directamente en su corazón. En aquel momento, Heinz perdió los nervios. Mannricht había tocado aquello que más daño hacia al stirlánder, y no podía soportarlo. Dio un puñetazo en la mesa, se levantó de un salto y se encaró con el patrullero.
- ¡Todos los guardias sois iguales! ¡No sabeis cual es el verdadero peligro! ¡Os rodeais de putas, ladrones, contrabandistas y matones, y ya os creeis los mejores soldados del Imperio! -el enfurecido Heinz empezó a golpear a Mannricht en el pecho con el dedo índice- ¡Cuando yazcas muerto, asesinado por una de esas criaturas, ya veremos si son o no reales los cuentos que tus jodidos padres te contaban cuando te ibas a dormir!
Heinz se dio la vuelta con brusquedad, arrojando la silla al suelo, y salió con rapidez de la taberna, dando un portazo al salir.
Las palabras del patrullero le hirieron como una daga envenenada, clavada directamente en su corazón. En aquel momento, Heinz perdió los nervios. Mannricht había tocado aquello que más daño hacia al stirlánder, y no podía soportarlo. Dio un puñetazo en la mesa, se levantó de un salto y se encaró con el patrullero.
- ¡Todos los guardias sois iguales! ¡No sabeis cual es el verdadero peligro! ¡Os rodeais de putas, ladrones, contrabandistas y matones, y ya os creeis los mejores soldados del Imperio! -el enfurecido Heinz empezó a golpear a Mannricht en el pecho con el dedo índice- ¡Cuando yazcas muerto, asesinado por una de esas criaturas, ya veremos si son o no reales los cuentos que tus jodidos padres te contaban cuando te ibas a dormir!
Heinz se dio la vuelta con brusquedad, arrojando la silla al suelo, y salió con rapidez de la taberna, dando un portazo al salir.
Última edición por Van Hoffman el 26 Nov 2008, 12:49, editado 1 vez en total.
Van Hoffman, pastor de garrapatos por gloria y gracia de Igarol
Nuevos cometidos:
Sacar a pasear al garrapato, limpiar caca de garrapato, cepillar al garrapato, limpiarle las muelas por dentro al garrapato...
Nuevos cometidos:
Sacar a pasear al garrapato, limpiar caca de garrapato, cepillar al garrapato, limpiarle las muelas por dentro al garrapato...
Heinrich Messner
Messner asistió sin siquiera parpadear a la discusión entre el Patrullero y el Cazador. Cuando Miller salió de un portazo, se produjo un incómodo silencio. Mannricht estaba ligeramente pálido, debido al sobresalto y nadie rompió el silencio sepulcral hasta que se escucharon unos aplausos.
Era Messner.
Mirando a Mannricht con sus fríos ojos azules, Messner habló:
Feliciadades, Herr Patrullero. Esto me da una idea de lo bien que se están haciendo las cosas por aquí. ¿Quién necesita a una posible autoridad en vampiros cuando contamos con usted, Señor?. Ahora ilústrenos a todos con sus conocimientos y explíquenos qué hacer, ya que se ve que usted sabe tanto, ¿verdad, Herr Mannricht?. Díganos cómo llevar esta investigación Sargento. Ah, no. Que usted no es el Sargento.
Ahora Messner bajó los pies de la mesa, se puso en pie y miró con dureza a Mannricht.
PORQUE USTED ES SOLO UN CONDENADO SOLDADO CON NINGÚN RESPETO DELANTE DE UN SUPERIOR, HERR MANNRICHT. Me mandaron aquí para ayudar a resolver un crimen, no para ver cómo se pelean como simples garrulos. Vamos a hacer las cosas a mi manera. No se descartará ninguna vía de investigación. No se eliminará ninguna teoría hasta que haya sido definitivamente falsada. Y ninguno hará lo que le venga en gana. Si quisiera patanes independientes, se habría llamado a un mercenario, o a una maldita compañía libre. Se supone que ustedes son las fuerzas del Orden del Imperio. Funcionarios al servicio del sistema. Así que empiezen a comportarse como tales.
Al acabar la frase, Messner volvió a sentarse y adoptó su postura anterior, con los pies encima de la mesa.
Si alguien tiene alguna duda, que le pregunte a Herr Patrullero...
Messner asistió sin siquiera parpadear a la discusión entre el Patrullero y el Cazador. Cuando Miller salió de un portazo, se produjo un incómodo silencio. Mannricht estaba ligeramente pálido, debido al sobresalto y nadie rompió el silencio sepulcral hasta que se escucharon unos aplausos.
Era Messner.
Mirando a Mannricht con sus fríos ojos azules, Messner habló:
Feliciadades, Herr Patrullero. Esto me da una idea de lo bien que se están haciendo las cosas por aquí. ¿Quién necesita a una posible autoridad en vampiros cuando contamos con usted, Señor?. Ahora ilústrenos a todos con sus conocimientos y explíquenos qué hacer, ya que se ve que usted sabe tanto, ¿verdad, Herr Mannricht?. Díganos cómo llevar esta investigación Sargento. Ah, no. Que usted no es el Sargento.
Ahora Messner bajó los pies de la mesa, se puso en pie y miró con dureza a Mannricht.
PORQUE USTED ES SOLO UN CONDENADO SOLDADO CON NINGÚN RESPETO DELANTE DE UN SUPERIOR, HERR MANNRICHT. Me mandaron aquí para ayudar a resolver un crimen, no para ver cómo se pelean como simples garrulos. Vamos a hacer las cosas a mi manera. No se descartará ninguna vía de investigación. No se eliminará ninguna teoría hasta que haya sido definitivamente falsada. Y ninguno hará lo que le venga en gana. Si quisiera patanes independientes, se habría llamado a un mercenario, o a una maldita compañía libre. Se supone que ustedes son las fuerzas del Orden del Imperio. Funcionarios al servicio del sistema. Así que empiezen a comportarse como tales.
Al acabar la frase, Messner volvió a sentarse y adoptó su postura anterior, con los pies encima de la mesa.
Si alguien tiene alguna duda, que le pregunte a Herr Patrullero...
"Ninguno de vosotros lo entiende. Yo no estoy encerrado aquí con vosotros. Sois vosotros los que estáis encerrados aquí conmigo"
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Saratai
- Escuerzo Alado
- Mensajes: 1232
- Registrado: 23 Ago 2007, 18:34
- Ubicación: En tu oreja, diciendote que quemes cocos
Los gritos ensordecieron la taberna, haciendo que hasta los colchones del piso superior dejaran de crujir, que las putas dejaran de gemir y que el temible posadero dejara de cocinar al gat.. las salchichas.
Si algo habia demostrado la posada de Tuck Graefnisson es que guardias y agentes fuera de la ley no podian colaborar. Ahora seria el dueño del local el que pusiera orden
Tuck Graefnisson
-Arggh malditos! Vuestros gritos no me dejan cocinar tranquilo en el único momento que tengo para mí.
-¡Asi que márchense de mi propiedad ya mismo!
El enano no escatimo en esfuerzos para echaros de su bar, una cosa eran las peleas de borrachos que generaban más clientela y otra muy distinta peleas de trabajo, que no solo no atraen a nadie si no que ademas espantan a los borrachos.
A gritos e incluso empujones si alguien se le resistia, os fue expulsando uno a uno del bar.
Ni Dieter ni Johann protestaron, aunque las miradas hacia el alguacil eran de rabia: Habia dejado caer que era un superior, cuando eso era una gran mentira, pues el alguacil no tenia ningun derecho sobre ellos. Y no sólo eso, si no que habia insultado a todos los presentes
¿Respeto? Él no lo habia mostrado, y ellos no se consideraban garrulos de granja precisamente.
Ahora os encontrais en mitad de la calle del Barrio Comercial, con un borracho tirado en la puerta que os manda un extraño saludo militar.
Estais solo vosotros 5, pues Miller se ha marchado. Cada vez sois menos, y teneis que decidir una manera de comenzar vuestra investigación, o será demasiado tarde para los niños desaparecidos.
FDI: Van Hoffman, continua en el hilo Cazador Ofendido
Si algo habia demostrado la posada de Tuck Graefnisson es que guardias y agentes fuera de la ley no podian colaborar. Ahora seria el dueño del local el que pusiera orden
Tuck Graefnisson
-Arggh malditos! Vuestros gritos no me dejan cocinar tranquilo en el único momento que tengo para mí.
-¡Asi que márchense de mi propiedad ya mismo!
El enano no escatimo en esfuerzos para echaros de su bar, una cosa eran las peleas de borrachos que generaban más clientela y otra muy distinta peleas de trabajo, que no solo no atraen a nadie si no que ademas espantan a los borrachos.
A gritos e incluso empujones si alguien se le resistia, os fue expulsando uno a uno del bar.
Ni Dieter ni Johann protestaron, aunque las miradas hacia el alguacil eran de rabia: Habia dejado caer que era un superior, cuando eso era una gran mentira, pues el alguacil no tenia ningun derecho sobre ellos. Y no sólo eso, si no que habia insultado a todos los presentes
¿Respeto? Él no lo habia mostrado, y ellos no se consideraban garrulos de granja precisamente.
Ahora os encontrais en mitad de la calle del Barrio Comercial, con un borracho tirado en la puerta que os manda un extraño saludo militar.
Estais solo vosotros 5, pues Miller se ha marchado. Cada vez sois menos, y teneis que decidir una manera de comenzar vuestra investigación, o será demasiado tarde para los niños desaparecidos.
FDI: Van Hoffman, continua en el hilo Cazador Ofendido