Capitulo 1 - Jamás llegaron los refuerzos

Partida dirigida por Van Hoffman

Moderador: Van Hoffman

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kahlanos
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Mensaje por kahlanos »

Klaus Anderson

Tras un pequeño momento de tension y de silencio en el grupo oyo como algo caia al agua. Al volverse vio como el enano luchaba por mantenerse en pie y no caerse - se me an adelantado... - al verlo el sacerdote no pudo evitar soltar una carcajada, la escena era muy comica...era como un perro luchando por no aogarse mientras el resto del grupo lo miraba con indiferencia y diversion.

Mientras el enano avanzaba torpemente el resto del grupo se preparo para la marcha. El noble sco sus pistolas y se dispuso para avanzar, el hermano Heirst le explico su plan para avanzar...- de acuerdo Hermano, aunque despues de lo que paso la ultima vez k me puse detras no estoy tan tranquilo...jaja- rio un poco en un ineficaz intento de cambiar el serio rostro de su amigo...pero solo le contesto con una leve sonrisa.

Despues d organizarse para la marcha el singular grupo avanzo asta llegar a una sala en al que habia un puente en no muy buen estado por lo que parecia. El enano avanxo sin dudarlo hacia el pero la mano de Heirst le freno, tampoco le abria importado mucho si el enano caia pero Heirst tenia razon, debia acerlo otro mas ligero....sus ojos miraron a los candidatos pero se quedaron fijos mirando al elfo- esta podria ser una buena oportunidad para demostrar la gracilidad de su raza no cre maese elfo??
Despertad,oh muertos!!, pues no puede haber descanso para vosotros bajo tierra....

...y los muertos volveran a caminar sobre la tierra.
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Thorgal
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Mensaje por Thorgal »

Friedrich von Kessel

Friedrich estaba harto de esperar alguna reacción por parte de sus compañeros de viaje, así que, como buen hombre de pocas palabras, decidió pasar a la acción. Un leve empujoncito con su báculo bastó para desequilibrar al enano y hacer que cayera escandalosamente al agua. - Seguro que nadie sospecha de un pobre anciano...- pensó, sabiendo que lo tomaban por un inocente abuelo, a pesar de tener únicamente 28 años.

" Valkmar, ayuda a este hombre"- pudo oir, con cierta satisfacción, al darse cuenta que se preocupaban por él y por su estado físico.

Gracias, gracias, jóven.- contestó, dirijiéndose a Valkmar y rodeándole el cuello con su brazo, liquidando así de raiz cualquier posibilidad de negación a la petición (o más bien orden) del herreruelo.

Crucemos este dichoso río cuanto antes mejor.
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Alexander d'Athayde
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Mensaje por Alexander d'Athayde »

Valkmar "Valk" Routhergh

Después de la ardua escalada, una vez que todo el grupo llegó al final, Valk se tomó unos minutos para descansar sus brazos. Recogió cuidadosamente ganchos y sogas y permaeció tranquilo, apoyado contra la pétrea pared hasta que el grupo se decidiese. Esta vez, la responsabilidad no habría de recaer en él, por suerte. Le gustaba demasiado su vida comopara meterse en aquella correntada. Sus ojos se posaron, como los de casi todos, en el enano. Un poco peculiar para ser enano, no?

En eso estaba pensando mientras se frotaba los hombros, cuando el enano cayó al agua. Y no solo eso, avanzaba. Muchos rieron, otros reprimieron sus reacciones, pero Valk estaba sorprendido y no atinó mas que abrir su boca. Al momento se le ocurrió lo gracioso que sería ver si su fornido camarada resbalase... Ver aquella pequeña mole girando entre la correntada si le arrancó unas risas. Volvió rapidamente en si pensando que la travesía por el agua la debería hacer él tambien, y no le gustaría pasar por eso. Aquel pequeño juguetito podría estar detras de la dichosa correntada y Valk no se iba a quedar sin verlo por nada del mundo asi que...

"-Valkmar, ayuda a este hombre."

Valk observó al noble. Por el buen Ranald... Este tipo se sube a su ego, se cae y se mata... En fin, antes de pensar que decir o hacer, pero ya situado finalmente en el sitio correspondiende, escuchó el agradecimiento del hombre de la capa gris mientras éste le rodeaba los hombros con sus brazos. El buen hombre parecía necesitar de su ayuda. Por cierto, ¿como llegó a su lado? Casi ni lo había notado...

Así pues descendieron al torrente, y con ayuda de las cuerdas (y otro tanto del buen Ranald, según pensaba Valk), llegaron al otro lado. El hombre se asía fuertemente a Valk para no caerse, pero sus pasos no parecían dudar. En sus tiempos, debió de ser bastante duro... Uno de los Hermanos Calvicie sostuvo al enano para que no trepase el enclenque puentecillo. Con razón. Valk podría treparlo pero todo el esfuerzo lo estaba cansando un poco. Siempre se mantuvo en buena forma, aunque no era ni de cerca un tipo vigoroso.

Ahora su mirada fue con el elfo. A ver Orejillas Picudas, como te la apañas..
Mirá que me pongo el sombrero picudo y agarro la varita, eh?
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Drachenfels
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Mensaje por Drachenfels »

Y lo que pensaba que iba a ser un pequeño brinco se convirtió en una caída tremendamente aparatosa. No pude evitar poner el báculo justo ante el pie del enano con el único fin de ‘ayudar’ a nuestro compañero Umbramante a darle ese ‘empujoncito’ para que se lanzara al agua.
Me quedo perpleja viendo como el enano intenta mantenerse a flote con la misma eficacia que un ladrillo. Mientras mis compañeros disfrutan con la situación, observo atenta como finalmente logra mantenerse, imagino que de puntillas, a penas con la nariz y la boca fuera del agua, y como dando pequeños pero pesados brinquitos va avanzando por el rio. Cuando quiero darme cuenta enderezo el bastón y miro a Herr Von Isenburg que reclama mi atención.

- No, no, muchas gracias Herr Von Isenburg. Creo que podré valerme por mi misma siempre y cuando haya una buena cuerda por la que poder afianzarme, no me gustaría ser arrastrada como… – miro unos instantes, de nuevo perpleja, como el enano va avanzando por el río dando saltitos y a cada saltito va jadeando. Me estremezco - …disculpadme es que nunca había visto… - logro centrarme de nuevo en Von Isenburg – Agradezco vuestro gesto y espero que no os lo toméis como una descortesía – sonrío amigablemente.

Aseguro cada una de mis pertenencias (no me gustaría que se las llevara la corriente de agua), ciño bien mi bolsa, no quiero ni que mis componentes ni que mi tomo se mojen, ya solo me faltaría eso, pienso. Acerco la cuerda que han tendido con el báculo y la sujeto con el pie mientras me ato a la espalda fuertemente el báculo. Me agarro fuerte a la soga e intento adentrarme con el máximo cuidado posible en el rio, una vez en el cauce intento ir remontando el rio con la máxima dignidad posible y seriedad. Ver una piromante sumergida hasta el ombligo en un gélido rio es algo casi digno de retratar.

Una vez llego a la altura de mis compañeros espero pacientemente mientras que los que han tomado la vanguardia acaben de afianzar el camino. Ya estoy deseosa de salir de este maldito rio y dejar que de nuevo el cálido Aqshy acaricie mi piel.
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Van Hoffman
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Mensaje por Van Hoffman »

Ahora, todo el grupo se hallaba en la sala inundada, todas las miradas se dirigieron de nuevo a Valk. La presión le venció de nuevo, y se vio obligado a trepar él primero al viejo puente de madera. Aunque trepar no era la palabra precisa. A penas hubo de alzarse un poco para subir. Una vez arriba, Valk comprobó el estado de la vieja y semipodrida madera. Era bastante precaria, y no aguantaría el peso de tres o cuatro personas a la vez. Quizás, lo más inteligente fuese ir subiendo y pasando a uno de los dos lados del puente...
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Alexander d'Athayde
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Mensaje por Alexander d'Athayde »

Valkmar "Valk" Routhergh

Miró unos instantes al elfo, pero lo notó con aire algo ausente. Carámbanos si éste tío no se sube... Igualmente se situó a un costado, y se dedicó a contemplar la gruta, con aire algo ausente, también. Si a Orejillas le funcionó... Todavía sus brazos estaban algo cansados y ligeramente temblorosos.

Se sumió unos instantes en pensamientos acerca de lo que fuere que podría estar del otro lado de la roca. Las cosas que se compraría, las señoritas que escucharían atentamente sus magníficas historias...

De repente levantó la vista. Todo el grupo lo contemplaba. Y Valk rascandose ese granito tan molesto, en ese lugar imposible dentro de su... oreja. Y fueron dos segundos de incómoda indecisión...

Se puso fierme en un instante, y luego de un sonoro carraspeo dijo:

-Bueno camaradas, ¿que estamos esperando? Traed las sogas, muchachos, que no tenemos todo el día. Este puente no va cruzarse solo. Preparáos, en un santiamén estaréis desayunando del otro lado.

Se fijó las cuerdas y examinó el mejor lugar para superar el obstaculo. Comenzó a trepar refunfuñando para sus adentros.

Ya les diré yo a esos paletos... No esperarán que yo haga todo el trabajo eh?

El bendito puente tenía un aspecto muy debil. Parecía estar podrido, y en ciertos lugares se lo veía como si lo hubiesen quemado. Pero bueno, examinándolo con mas detalle, parecía que podría cruzarse, pero de a uno o dos, como máximo. Y parecía crujir sólo con mirarlo. Se dirigió al expectante grupo:

-Muchachos, el puente parece aguantar... Habrá que pasar de a uno o de a dos. Tu, Johannes, organiza los hombres. Y usted, mi señor, con gusto lo acompañaré hacia el otro lado -dijo Valk al hombre de capa gris, al que por un momento había perdido de vista entre algunas sombras.

Un ultimo esfuerzo, Valk...
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portela
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Mensaje por portela »

Aurelion

Sin duda Aurelion se divirtió por dentro al ver como una vara empujaba al enano para tirarlo al agua aunque su única reacción visible fue el levantar una ceja.

después de ver pasar a todo el equipo con grandes dificultades Aurelión se metió firmemente en el agua, esta al contrario que a el enano apenas le llegaba a la altura del pecho pero reconoció que la corriente era poderosa, aún así tuvo bastantes menos problemas que los otros al cruzarla.

Una vez en la sala al monje no se le ocurre otra feliz idea de insinuarle que el debería ir primero.

je! estos humanos son mas ineptos de lo que creía... y ademas ilusos, se creen que yo voy a arriesgar mi vida pasando por ese enmohecido puente...aunque he pisado cosas de aspecto más frágil, esa no es la cuestión la cuestión es que alguno de estos insignificantess deberían ser los que hicieran primero el camino para ver si la cosa esta decente para que pase yo... bah... la Raza Mas Joven solo existe para complicarle la existrencia a las demas razas...mmm al menos uno de ellos tiene valor

Aurelion no pudo evitar escuchar una vocecilla en su interior que decía "ya verás como se caiga que risas... aunque seguro que hasta los demas de su especie se rien... no tienen sentido del compañerismo ni entre ellos"

Después de que terminase de pasar agarrandose a todo lo que podia el humano les grito para que pasasen de una vez

Totalmente erguido y noble pero con un cuidado inmenso en donde ponía los pies el elfo avanzó por el puente con una gracilidad que ningun otro acompañante podia poseer.
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Nimref
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Mensaje por Nimref »

Heirst Frederik von Torq

El sacerdote observo como Valk se subia al puente mientras el elfo disimulaba estar pensativo

Vaya con la raza antigua...

Cuando dio la noticia de que no soportaria mucho peso, su mirada se dirigio instintivamente al noble, al sacerdote y, finalmente, al enano...

¿A qué estamos esperando? dijo el sacerdote, asegurandose de subir antes que el enano...

No pienso dejar que su peso nos deje sin puente
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Weiss
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Mensaje por Weiss »

Johannes von Isenburg

Las cosas estaban saliendo bastante bien por el momento, como Von Isenburg quería. El grupo había conseguid llegar a la sala inundada sin mayores contratiempos, y hasta aquel presuntuoso de Valkmar se había dignado a hacerle caso.

Veo que va aprendiendo...

Pero hubo algo que sacó a Johannes de su momentánea calma y casi buen humor. Y el causante fue Valkmar. Había osado tratar de tú al Noble, el heredero de un Conde de Reikland, posiblemente la persona más importante que iba a ver en su miserable vida, y se atrevía a tratarle de tú. La tentación de sacar una pistola y matarle allí mismo fue enorme. Sin embargo, Johannes acabó controlándose. Aunque maleducado y vanidoso, aquel singular personaje parecía tener una chispa de inteligencia. Había aceptado la anterior orden del Noble, y además parecía admitir su liderazgo. Puede que fuese un patán malhablado, pero cambiaría al elfo, al enano y posiblemente a los Sacerdotes y al misterioso encorvado por él. Podía ser útil al fin y al cabo...

Soportando la falta de respeto, Johannes volvió a centrarse en su tarea. Había un puente que cruzar. Antes de que dijese nada, aquel intragable elfo pasó por delante de sus narices, dispoiéndose a cruzar el puente. Aquel imbécil ya le estaba cansando... Vio al elfo cruzar, mostrando lo que a él le parecería una elegancia sublime, pero para Johannes no se diferenciaba mucho de la forma de andar de las mujeres de la capital...

Qué andares, Señor Elfo. Casi dignos de una Dama de Reikland...

Volviendo a lo suyo, aún tenían que cruzar los dos Sacerdotes, el enano y la dama hechicera. Uno de los Sacerdotes se adelantó, presto a cruzar, apresurando a los demás. Que los demás tomasen ejemplo y empazasen a moverse.

Vamos Señores. De uno en uno y con cuidado, que no tenemos todo el día...

Él esperaría a cruzar el último. Esperando una graciosa actuación del enano, Johannes esperó a que los demás cruzasen.
"Ninguno de vosotros lo entiende. Yo no estoy encerrado aquí­ con vosotros. Sois vosotros los que estáis encerrados aquí­ conmigo"
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kahlanos
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Mensaje por kahlanos »

Klaus Anderson

Klaus observo disgustado como el tal Valk se aventuraba a cruzar el mugriento puente ya habra mas oportunidades de ver al elfo ariesgar su preiada vida....seguro que si

Valk llego al otro lado del puente casi sin problemas y los componentes del grupo se dispusieron a pasar. El primero fue el elfo parece que al fin y al cabo tendra su oportunidad... la verdad es que si intento mostrar su gracilidad, pero mas bien parecia como un hada atravesando un lago lleno de florecitas...y como si el noble le hubiese leido la mente se lo comento....amablemente. El sacerdote no pudo evitar sonreir ampliamente al oirle.

Justo despues de el paso si compañero Heirst, apresurandose a no ser el ultimo, pensandolo bien a Klaus tampoco no le apetecia quedarse sin puente por el que pasar si el enano lo destrozaba asi que se apresuro a asar despues de su amigo.

Le dedico un saludo con la cabeza al noble al pasar a su lado y se dispuso a pasar el puente con seguridad pero sin descuidar donde ponia el pie.
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Van Hoffman
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Mensaje por Van Hoffman »

Poco a poco, los ocho fueron subiendo y, por inercia, agrupandose en la arcada de la izquierda. La vieja madera crujía a cada paso, en especial a los de los sacerdotes, Johannes y el enano. El pasillo de la izquierda consistía en unas escaleras que descendían durante varios metros. El grupo fue descendiendo a oscuras, hasta que dieron con una escena macábra. Una pila de piedras de unos ochenta centímetros de alto estaba colocada en mitad del pasillo, cerca de las escaleras. El montículo estaba coronado por un cráneo humano de color marfil cuyas órbitas estaban fijadas en vosotros.

Al acercaros y examinar el cráneo os dais cuenta de un hecho espeluznante. Dos pequeños cuernos asoman por la frente. El pasadizo prosigue hasta doblar una esquina y se prolonga hasta una puerta de madera. Delante de ella yace en el suelo un esqueleto sin cabeza y con patas de animal. Los muros y el suelo cercanos tienen marcas ennegrecidas, así como los huesos del esqueleto. La puerta permanece cerrada...
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portela
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Mensaje por portela »

Aurelion

Al oir las palabras del "noble" humano Aurelion se giró y vio una escena tan cómica y patetica como la del enano pasando, los humanos fueron pasando, con una enorme dificultad y el miedo que afloraba en los ojos de estos cada vez que el puente crujía era una enorme diversion para el elfo.

Tal vez sea porque quizás una Dama sabe andar, parecen monos cojos...del enano me lo esperaba pero casi lo hacen peor los humanos... que triste

Todo esto lo pensó con una sonrisa burlona en los labios.

Mientras los humanos y el enano se reponían del "susto" el elfo aburrido avanzó por el pasadizo, hasta que vio una montañita de rocas coronada con una cabeza, el elfo vio rápidamente los cuernos en la frente y dijo al resto que le seguian:

Este lugar está fuertemente marcado por el Caos

Mientras los demas le miraban sorprendidos este siguió avanzando y les señaló la calavera, sin acercarse a ella siguío caminando hasta se topó de bruces con una puerta y en el suelo a la entrada de esta restos de cadaveres, la mayoría identificables ya.

Aquí hay mas cadaveres de mutantes

Dijo y señalo las peñuñas del cadaver sin cabeza pero de forma humano.

Empujó la puerta con su arco.

Solo algun loco tocaría esa puerta con las manos desnudas... quizá se ofrezca voluntario alguno de estos...

Esta cerrada o atrancada

Les explicó, haciendose a un lado por si alguien quería comprobar si era cierto, mientras iba pensando todo lo que habían visto, todo lo que verían y como abrirían la puerta.

Por supuesto las sonrisas de todo el grupo incluyendose a él mismo se habían borrado al ver los cadaveres y todos estaban muy tensos, Aurelion no quitó la mano del arco con el que había intentado abrir la puerta preparandose para cualquier ataque del traicionero Señor Que Transforma las Cosas.
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Drachenfels
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Mensaje por Drachenfels »

Esperé a que algunos se encaramaran hasta el puente y no precisamente porque la situación no me incomodara, estar en un río de agua gélida no era lo que más me apetecía en este momento, pero prefiero que aseguren bien la zona para luego subir yo. Aunque claro está tampoco me espero a ser la última. Así que en cuanto tengo la oportunidad subo hasta encontrarme ante el puente.

Realmente era sorprendente que unos viajeros, aparentemente, experimentados titubeasen al ponerse ante el puente. Por Sigmar y por Verena, si solo hace falta un poco de empuje y agarrarse bien a las sujeciones del puente.
Llegué justo a tiempo para ver pasar al elfo por el puente. “Creo que mi mente empieza a estar algo dispersa, tanto frío me descentra…” pienso. No sé por qué…, bueno, realmente sí se el porqué, pero no puedo evitar que los andares del elfo me recuerden a esos desfiles donde los nobles lucen paseando sus flamantes yeguas para lucir sus ‘portentosos’ cuartos traseros, con ese porte tan ‘singular’. Pero es al oír a Herr von Isenburg cuando caigo en la cuenta, y es que gran parte de las nobles Reiklandesas también les gusta lucir, del mismo modo que las yeguas, sus “cuartos traseros”.
Después de divagar durante unos instantes me doy cuenta de que el segundo de los clérigos ya ha cruzado el puente y que Herr von Isenburg, muy amablemente me cede el paso. Hago un pequeño gesto con la cabeza en modo de gratitud y cruzo el puente de forma natural, sin preocuparme demasiado en el estado aparente del puente.

Tras cruzarlo y a la espera de que los pocos que quedaban por cruzar lo hicieran, trato de acomodarme un poco para continuar la travesía. Murmuro suavemente unas palabras inaudibles para todos los que me rodean, mi pelo y mi túnica se agitan bruscamente y todos los que me rodean notan un leve golpe de calor – para aquellos capaces de sentir la magia pueden ver como un remolino de Aqshi sube rápidamente desde mis pies hasta la cabeza para luego dispersarse rápidamente -. Odiaba tener la ropa mojada y pegada al cuerpo, ahora tenía la sensación de disfrutar de la cálida ropa recién planchada.
Magnifico, justo cuando he acabado todos habían cruzado el puente.

El elfo comenzó a adentrarse en uno de los pasillos, pero el camino que nos llevaba hacia adelante estaba completamente oscuro, y como nadie le iba a pedir a un umbramante que hiciera algo de luz – pienso irónicamente -, decido hacerla yo misma. Desenvaino mi magnifica espada y de nuevo pronuncio levemente unas palabras para imbuir Aqshy a la espada hasta que ésta empieza a coger una tonalidad rojiza, cada vez más, hasta que parece una espada recién sacada de una fragua.

- Creo que todos agradeceremos un poco más de claridad en nuestro camino.

Me pongo en la cabeza del grupo para poder iluminar lo que tenemos justo en frente esperando que alguien más se ponga a mi altura. Una vez nos posicionamos para avanzar bajamos por las escaleras.
Cuando llegamos prácticamente abajo veo el elfo situado frente a un montículo de piedras, observando un cráneo que encumbraba el montículo.

- Este lugar está fuertemente marcado por el Caos – dice el elfo.

Miro alrededor atentamente, intentando encontrar cualquier atisbo residual de Dahar o Magia Oscura. Nada, la más absoluta nada. Este lugar no poseía más magia de la que se podría encontrar en cualquier otro lado ‘normal’. Busco algún signo más allá de lo ‘obvio’ por el cual realmente preocuparse. Más nada.

- Simplemente es un cráneo de mutante. Como el de muchos otros mutantes que andan pululantes por todo el Viejomundo… ¿Cuánto hace que no sales de tu bosque, elfo? - Digo en un leve tono sarcástico.

Me irritan soberanamente dos tipos de persona: aquellas personas que magnifican las cosas más de lo necesario o bien con afán de protagonismo o bien para parecer más interesante y también me irritan los mentecatos. Y no sabría cual poner por encima del otro.
En cualquier caso, era obvio que nos adentrábamos en un lugar oscuro y que nos íbamos a encontrar cualquier cosa… pero alarmarse e intentar alarmar al grupo, precisamente por ESO… en fin dejémoslo y simplemente sigamos al elfo que parece seguir adelante de forma decidida.

Aguardo unos instantes a que el elfo continúe. Hasta llegar delante de una puerta, en la que justo a sus pies hay un puñado más de huesos de mutantes.

- Aquí hay mas cadaveres de mutante.

Nos informa el elfo. Luego intenta empujar con el arco la puerta.

- Esta cerrada o atrancada

Suspiro pacientemente ante una nueva obviedad. Miro a nuestro grupo y de entre todos intento escudriñar a quien… Valkmar. Pobre muchacho le están tocando todas las tareas de vanguardia. Antes de decir nada intento buscar alguna trampa mágica o alguna alarma mágica en la puerta. Una vez estoy segura de que no sufrirá ningún ‘daño’ por causas mágicas me dirijo a él.

- ¿Seríais tan amable, Valkmar, de asegurar la puerta? – Le digo en un tono amable y respetuoso.

No estoy segura, pero hago un esfuerzo especial por buscar algún tipo de trampa que pueda estar vinculada a la puerta. Esos rastros me dan que pensar.
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Nimref
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Mensaje por Nimref »

Heirst Frederik von Torq

El sacerdote avanzo con pasos seguros por el puente y descendió hasta llegar frente a la pequeña columna formada con piedras, sobre la que se alzaba la cabeza de
Este lugar esta fuertemente marcado por el caos -dijo el elfo
¿Debo interpretar que consideras que esa "perspicacia antinatural" no la tenemos todos los miembros del grupo? -respondió el sacerdote con voz queda, la faz fría y los ojos amenazantes- Incluso nuestro amigo el señor enano podrá saber que un cráneo con cuernos pertenece a un ser abominable amparado por los poderes ruinosos...

Avanzo hasta llegar a la puerta y ver todos esos huesos en el suelo
Sigmar, purga este lugar de todo rastro de maldad... -dijo en voz baja, como un susurro

Observo al resto del grupo y escuhó lo que decían, todos empezaron de nuevo a mirar a Valk, como de costumbre

Escuchad, al otro lado del puente había otra salida... podríamos ir a echar un vistazo -dijo el sacerdote
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Alexander d'Athayde
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Mensaje por Alexander d'Athayde »

Valkmar "Valk" Routhergh

Valk ascendió las escaleras luego de que todos atravesasen el maltrecho puente. El camino, ahora encabezado por el grácil (y tambien ridiculizado) elfo, desembocó finalmente en el montículo en cuya cima se hallaba el cráneo. Valk había escuchado muchas historias acerca de los peligros de los bosques, peligros que nunca había afrontado; horrores que nunca había presenciado. Y ahora perdido en medio de las montañas, en un lugar olvidado hasta por el viejo Ranald... ¿Que esperabas, Valkie, un camino de piedrecitas amarillas hasta el juguetito de los enanos? Y ni sueñes con estar de vuelta en Nuln antes del verano... Pues aquel cráneo le dio muy mala espina. Y peor la que le dio el esqueleto con patas de cabra.

Bueno, pues parece que Valk se va a quedar detras del tio de las pistolas y los Hermanos Martillo... A cubrir la retaguardia, claro. Somos cautelosos; cobardes, jamas.

Eso fue antes de que abriese su ancestral y orgullosa, rubicunda y afeminada boca el maldito elfo. Y antes de que todas las miradas se fuesen hacia el. Malditos sean todos. Al menos la dama de los ondulantes cabellos rojizos tuvo la amabilidad de pedírselo.

Como negarse a una dama... Además con ese carácter... Es preferible andar de buenas con la señorita, también pensando en que podría achicharrar un par de... esos tios con cuernitos y pies de cabra... en caso de peligro.

Resignado, se dirigió, altivo y resuelto; pero extremadamente cauteloso, previo asentimiento con la cabeza al pasar junto a la dama, hacia la puerta. Trató de observarla cuidadosamente mientras se acercaba, y una vez cerca y (por Ranald) antes de tocar nada, trató de reconocer algún mecanismo previsto por el habitante de estas cuevas para que no pueda penetrarse por ella. Hay cada tío... No le dejan a a uno divertirse con las cerraduras... Mas allá de sus pensamientos, estaba bastante concentrado. Hábilmente, con la velocidad de un gato, extrajo un par de ganzúas de algun sitio entre sus ropas mientras se secaba el sudor que comenzaba a perlarle la frente. ¿Seré yo, o de repente esto se ha puesto mas caliente?
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