Capitulo 1 - Jamás llegaron los refuerzos

Partida dirigida por Van Hoffman

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Van Hoffman
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Capitulo 1 - Jamás llegaron los refuerzos

Mensaje por Van Hoffman »

Angestag 1 de Jahrdrung de 2523


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Tras pasar la noche en la "Primera y Última", aquel grupo de viajeros que se conocieron en una de las mesas de la sala comunal decidieron hacer la travesía juntos, ya que de aquella manera, resultaba mucho más sencillo afrontar los peligros del viaje. Aquella misma mañana, recogieron sus bártulos y sus monturas y se pusieron en camino.

En un principio, el Camino Comercial era un sendero ascendente a través de un bosque, pero a medida que avanzaban, iban dejando atrás los árboles y se iban adentrando cada vez más en la montaña. El cómodo camino se convirtió casi repentinamente en un angosto corte en el lateral de la montaña. Durante todo el trayecto, cabalgaban de uno en uno, con una pared de roca viva a un lado y un profundo barranco al otro. La recién entrada primavera no ayudó mucho, dado que aunque los glaciares empezaban a descongelarse, todavía quedaba nieve en la montaña, y durante varios tramos, les costó superar los casi veinte centímetros de nieve que se acumulaban en el camino. Y eso que no habían llegado aún al Paso...

El Paso de los Colmillos del Invierno se merecía bien su nombre. Era la parte más alta del Camino Comercial, y con diferencia. Se trataba de un estrecho desfiladero entre dos montañas puntiagudas y afiladas, cubiertas de nieve. Durante los casi dos kilometros de paso, no dejó de nevar en ningún momento, el frío era insoportable, y los caballos tenían serias dificultades para no hundierse en la nieve. Pero, como todo en la vida, el angosto paso llegó a su fin, convirtiendose de nuevo en el camino flanqueado por una pared de roca y un precipicio. Tras atravesar el Paso de los Colmillos del Invierno y acampar para pasar la noche, dejaban atrás el Imperio, la Ley y la civilización, y se adentraban en los anárquicos Reinos Fronterizos...
Última edición por Van Hoffman el 14 May 2009, 13:42, editado 2 veces en total.
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El_Bardo
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Mensaje por El_Bardo »

Tregil Grekil

Maldito trayecto, maldita entrada de ese pistolero qué sin presentarse va y pide su bebida y comida, por lo menos el señor Valk se presentó un poco de modales siempre viene bien.

¡Jodido frío en El Paso de los Colmillos del Invierno!, una nieve eterna pero débil al sol, lo tendremos realmente jodido si pensamos volver al Imperio o en mi caso a mi querida Zhufbar.

¡Pobre Brisa!, espero que en Los Reinos Fronterizos halla ciudades o aldeas con gente qué sepa cuidar de caballos por que ese tembleque de frío no es normal, ¡ casi se me hunde en la puta nieve!.

Por lo menos lo bueno es qué tenemos comida suficiente para los próximos días y un buen fuego, una rara noche tranquila sin incidentes de momento, bueno un poco de conversación nunca viene mal he Grekil
...

Tregil Grekil no quitaba su mirada de los dos aventureros humanos, sobretodo al de las pistolas que hizo que se sobresaltase con su entrada en Primera y Última, por lo menos el segundo compañero tenía "buenos modales":

-Oid muchachos, ahora estamos en territorio hostil, un buen territorio para ganarse fama, título tabernero y qué coño dinero mucho dinero, por cierto- mirando ahora al pistolero- ¿ por qué tantas pistolas y esa armadura es forjada de herreros humanos a qué sí, cómo te llamas?, Vlak ¿ quieres un poco de Pan de la Asamblea?, esta rico he jeje.- Le ofrezco un trozo para que lo pruebe, espero sus aprobaciones tanto del "Pistolero" cómo "El Don Modales".
Si miras esto eres cotilla ¿lo sabias?.
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Drachenfels
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Mensaje por Drachenfels »

Wanda Weltschmerz

De nuevo montada sobre mi caballo. De nuevo en medio de la nada pasando un frio que lo único que logra es que en mi mente se cruce la única idea de prenderle fuego a lo primero que se cruce por delante… ¡cualquier cosa por escapar a este maldito frio!

Oigo la voz ronca de enano. Eso hace preguntarme de nuevo, que me había llevado a unirme a este grupo, bueno, en cualquier caso tiene la ventaja de que si por algún casual cayera congelada tendría alguien que me rescatara y me acercara a una hoguera… bueno, eso por buscar alguna excusa para compartir su compañía.

Me fijo atentamente en todo lo que me rodea y procuro permanecer lo más estoica posible. Al fin y al cabo, luchar contra los inviernos también forma parte de mi aprendizaje, así que mejor intentar sacar partido a todo lo posible.
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Alexander d'Athayde
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Mensaje por Alexander d'Athayde »

Valkmar Routhergh

Valk nunca había visto montañas tan altas en toda su vida. Maravillado como muy pocas veces, contemplaba el hermoso paisaje. Por lo pronto, le hacía olvidar de la pésima combinación que era el frío y el dolor de nalgas.

¡Wow! ¿Aquello fue un grifo? O tal vez otro estupido pajarraco de las montañas... bueno, da igual...

Finalmente se encontraba entre todos ellos, viajando quien sabe hacia donde. Para el daba igual, iban todos hacia el sur, hacia allí iría Valk. Dos calvitos con martillos (los hermanos en-boca-cerrada-no-entran-moscas), el tío de las pistolas (algo debe haberse olido, no me quita el ojo de encima, y eso que ni me acerque a sus chucherias), el elfito (a decir verdad me ha ignorado completamente.. ya vera este irrespetuoso...), la... hechicera (ha sido una experiencia verla comer, si te contase... pero nunca he visto tiritar a nadie tanto...) y el enano (mas facil hablar con una piedra...). En fin, era mas que seguro viajar con ellos, hacia donde quiera que fuesen; pero este viaje resultaba mas aburrido que jugar a los naipes contra una vaca. La mujer se había mostrado entusiasta, sobre todo despues de la comida. Valk no suele temerle a casi nada, pero en estos momentos, con su expresión, valía la pena mantenerse alejado de ella. Que carácter, amiga...

En fin, solo le quedaba mirar el paisaje con aire despreocupado. Nadie había mostrado interés anoche por sus divertidisimas anecdotas, y no quería pasarse de latoso. Así que sólo azuzó un poco a Natalie (como había bautizado a la yegua... esteee... espero que sea una yegua...); y siguió pensando en los lugares que vería y las aventuras con las que se ganaría un nombre. Tenía confianza en poder entablar alguna conversación en algún momento, asi que se limitó a seguir su camino, tranquilo.

Al menos esta vez no hay nadie tratando de matarte, ¿no es así, Valkie? Esta bien, para variar.
Mirá que me pongo el sombrero picudo y agarro la varita, eh?
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portela
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Mensaje por portela »

Aurelion

Esto es lo más extraño que me ha pasado en mi vida... aún no se como he acabado viajando con este grupo tan raro... no conectamos en nada...

Aurelion y el variopinto grupo intentaban atravesar las escarpadas montañas, tarea nada fácil pues había muchísima nieve y el elfo dudaba de que alguno del grupo fuese especialmente bueno viviendo, orientandose y sobreviviendo en ese lugar, así que más les valía darse prisa en atravesarlas...

Maldición ni en mil años las terminaremos de pasar... el enano nos retrasa, la dama se esta helando, el noble se está quejando de que necesita una escolta y un carruaje, los sacerdotes son muy callados pero no me gustan mucho, seguro que son unos fanáticos de sigmar, ese hechicero no se si será capaz de aguantar mucho más este viaje... y lo peor... !ese hombre no deja de mirar mis pertenencias! como me intente robar juro que le atravesaré la mano

Aurelion tenía una de las peores mañanas en mucho tiempo la verdad es que este viaje le estaba agriando el humor ( y ya era poco dado a las risas antes de comenzar el viaje...) así que intentó relajarse en su magnífico corcel (el único ser que parecía un tanto cómodo) y disfrutar del paisaje.
mejor morir en un campo de batalla empuñando una espada y junto a tus camaradas, que en la cama de viejo sin poder vivir mas que de la piedad se tus descendientes
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Weiss
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Mensaje por Weiss »

Johannes von Isenburg

Johannes no se equivocaba cuando pensó que el Paso sería la parte más dura del viaje. Era empinado, estrecho, frío hasta límites inimaginables y con un viento que amenazaba con derribarles continuamente. Y aún así, todo eso era algo previsible, algo que Johannes sabía que tendría que soportar. Con lo que no contaba era con la gente con la que tendría que cruzarlo...

Cuando llegó a aquella condenada posada, Johannes tuvo que sentarse en el único asiento libre que quedaba, junto a un enano piojoso con todo el aspecto de no haberse bañado en su vida. Pero por si no fuese bastante tener que compartir mesa con semejante personaje, más pintorescos seres se fueron sumando. Un hombre con aspecto de ser amigo de lo ajeno, y del que Johannes no quitó ojo de encima, luego dos Sacerdotes, que por lo menos parecían tan fuera de lugar como él mismo, uno de esos altivos y arrogantes elfos, con sus aires de superiores, aún siendo conscientes de que su raza estaba acabada. Después de que esa Hechicera hortera se sentase, Von Isenburg quedó convencido de que nadie más raro podía aparecer ya...

Pero no se libraría aquella noche de semejante compañía, pues resulta que todos ellos debían seguir el mismo camino. Resignado, Johannes tuvo que cabalgar junto a tan variopinta tropa.

Menos mal que aquí nadie me conoce... Si alguien de la ciudad me viese, me perdería el respeto para siempre...

Por lo menos, lo mínimo que esperaba Johannes es que ya que tenía que viajar con ellos, no le molestasen. Por eso se enfadó tanto cuando aquel miserable tapón se dirigió a él, tratándole con tan poco respeto. No sólo no sabía mantener su boca cerrada, sino que además parecía no saber con quién trataba.

Agradezco su gran ejercicio de observación, oh Señor de las Runas. Me imagino que podrá usar su gran intelecto para averiguar cómo cerrar la boca y no hacer preguntas imbéciles... ¿A vos qué os importa?.

No se podía decir que el humor habitual de Johannes fuese bueno, pero en aquellos momentos su estado de ánimo era peor que el normal. Tenía que soportar la compañía de indeseables, el tiempo era odioso, un imbécil le preguntaba obviedades... y su herida le abrasaba... Llevaba varios día sufriendo un dolor enorme, y la mañana anterior se había despertado con la camisa llena de sangre. No era un buen momento para tocarle las narices...

Cabalgó hasta la altura de la Hechicera hortera, a su parecer el menos indeseable de los acompañantes. No se molestó en mirarla en ningún momento. Tampoco esperaba que ella lo hiciese, pero por lo menos esa situación era preferible a que un tapón piojoso le molestase...
"Ninguno de vosotros lo entiende. Yo no estoy encerrado aquí­ con vosotros. Sois vosotros los que estáis encerrados aquí­ conmigo"
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Nimref
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Mensaje por Nimref »

Heirst Frederik von Torq

Aquel helado trayecto hizo que le dolieran los huesos sobremanera. Los miembros del grupo eran completamente diferentes, y Heirst no sintio la necesidad de relacionarse con ellos, mas bien todo lo contrario

Solo por tu divina mision me veo forzado a entablar lazos de camaraderia con estos... compañeros de viaje, ¡oh! gran Sigmar...

Cuando finalmente salieron de ese nevado paso de montaña, descabalgo unos instantes para estirar las piernas, las cuales tenia agarrotadas. Aprovecho esos segundos para dar un repaso al grupo...
una hechicera... Sigmar, vela por su alma, inocente y sin culpa de cargar con el peso de la corrupcion...
otro mago... ¿quien diria que tendria que compartir mi viaje con otra alma corrompible?
un enano... Si al menos fuera un verdadero miembro de la antigua raza... este se ve realmente interesado en obtener un titulo, cuanto poco, vulgar... las palabras no inmortalizan el cuerpo, maese enano...
un elfo silvano... Espero que no sea tan altanero y orgulloso como dicen de los de su raza...
un (aparentemente) miembro del cuerpo de herreruelos... Como ha llegado aqui es un misterio que solo tu (¡oh, gran Sigmar!) puede desentrañar...
un demasiado inquieto humano... Os pido de antemano que salvaguardes al grupo de sus posibles delitos...
y su amigo, Klaus Anderson

Hermano Klaus, sera mejor que mantengamos al grupo unido... -se meso su pequeña barba (fruto de la falta de afeitado de los ultimos dias) al tiempo que miraba al grupo- Yo ire delante... Que Sigmar te guie...

Dicho esto, monto de nuevo y se situo junto a la extraña hechicera y el supuesto herreruelo...
You can take my mind and body, but you can´t take my pride
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kahlanos
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Mensaje por kahlanos »

Klaus Anderson

El maldito camino el estaba helando los huesos...la mañana habia sido horrible: se habia despertado con un dolor de cabeza y de esplda enormes, el desayuno estaba malo, el camino habia horroroso desde la salida y mucho mas al pasar por esas montañas y ese angosto paso helado. El viento le azotaba con fuerza y la profunda capa de nieve hacia resvalar a su caballo y en mas de una ocasion estuvo a punto de caer por le precipicio- Gracias gran Sigmar por protegerme!!-

Para colmo el grupo con el que compartia la marcha no era muy...agradable
- De verdad es tu voluntad, oh grandioso Sigmar, que comparta el viaje con esta gente?...si, si claro, perdoname, pero no estoy muy de humor esta mañana y esta gente no ayuda nada: Dos hechizeros? no se me ocurre carne mas corruptible y mas en estos territorios...contando con que no esten contaminados por los oscuros ya...ese noble, esta incluso mas descolocado en este grupo que nosotros, pero su alma es pura... lo noto. Y que me dices de aquel grandioso Sigmar?? muchos buenos modales, pero a mi no me engaña como al enano...no nos quita el ojo d encima...habra que responderel con la misma moneda...no le perdere de vista, su alma puede corromperse mas aun y ai estare yo...Y el patilargo, orejas puntiagudas, corcel elfico...me ponen malo, al menos su alma no se aliara con los dioses oscuros tan facilmente...las almas de los elfos son fuertes y longevas...Pero no hay que juzgar a nadie precipitadamente verdad Sigmar?tal vez nos de una sorpresa y no sea como todos...Y por ultimo ese enano, su raza es grandiosa, lo se, y grandes aliados. Forjaron tu martillo sagrado señor y su raza es venerable, pero este individio, a mi parecer, oh Sigmar, deshonra a sus antepasados...parece mas un mercenario que otra cosa y parece que solo se interesa por el dinero...ademas su actitud no es prorpia de un enano no crees??.....al menos tengo al Hermano Heirst...hablando de..

-Si, habra que vigilarles de cerca...y a ti con su gloriosa presencia amigo mio. con Sigmar- dicho esto decelero el paso para colocarse al final del grupo, desafortunadamente cerca del enano que retrasaba al grupo, al menos alguien se daria cuenta si se caia...debia vigilarle a el y al noble de cerca...no queria luchas entre ellos.

-Sigmar guianos en nuestro trayecto
Despertad,oh muertos!!, pues no puede haber descanso para vosotros bajo tierra....

...y los muertos volveran a caminar sobre la tierra.
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Thorgal
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Mensaje por Thorgal »

Friedrich Von Kessel

Friedrich no había podido pegar ojo durante toda la noche, pero ya estaba acostumbrado a dormir poco. Sopesando lo que haría a la mañana siguiente, pasaron las horas y finalmente decidió unirse a esa gente.
-Al menos iré escoltado y no deberé molestarme en andar vigilando a mi alrededor... ¡a no ser, claro, que ese tal Valk se acerque demasiado!- Le repulsaba el hecho, pero sabía que la mejor opción era dirigirse hacia su destino junto a tal pintoresco grupo. Al menos, la más segura.

Una vez partieron, no tardó en darse cuenta que el viaje no iba a ser llevadero. A medida que el grupo ascendía por el sendero, la temperatura hacía justamente lo contrario. Pronto notó que le costaba respirar, y le daba la sensación que cada vez que inhalaba, el aire congelaba por completo su aparato respiratorio. No dejaba de toser, y sabía que eso estaba irritando a sus acompañantes, aunque hasta el momento no habían dicho nada.
- Si por mi fuera no tosería, desgraciados...- pensó para sí malhumorado, agarrando sus mantos e intentando arroparse lo mejor posible, notando como el aire se colaba por el más mínimo recoveco de su atuendo.
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Van Hoffman
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Mensaje por Van Hoffman »

El Paso de los Colmillos del Invierno quedaba a varios kilómetros de distancia, y el grupo continuaba su tediosa y monótona marcha sin novedad. El paisaje nevado y gélido había dado paso a un rocoso tramo, sin vegetación, y azotado por el viento. Todos pensaban en lo mismo: llegar de una vez por todas al final del trayecto.

Llegaron a una zona particularmente estrecha, por la que tenían que pasar de uno en uno. Poco a poco y con calma, el grupo fue superando el estrecho saliente, cuando, al poner la pezuña el último caballo en el suelo de piedra, éste se resquebrajó, desprendiéndose gran parte del camino, y precipitando al vacío montura y jinete.

El grito de sorpresa de Klaus resonó en la montaña, provocando un sonoro eco. Todo el grupo se paró en seco, contemplando estupefactos como el sacerdote caía a una, sin lugar a dudas, muerte segura. Sin embargo, no fue así, y tras unos segundos, el grito de sorpresa se convirtió en una maldición. Cuando se asomaron todos al barranco, vieron algo que les sorprendió. Al parecer, bajo ellos había un pequeño saliente en la roca, a unos doce metros del camino. Por suerte para Klaus, su montura logró mantener el equilibrio y bajar sin precipitarse mientras se desprenden las rocas.

Tras el susto inicial, y mientras todos pensaban como subir de nuevo a Klaus, tanto el aspirante a cazador de brujas como el umbramante Friedrich vieron algo entre las rocas, en el mismo saliente en el que se encuentra Klaus. Se trataba de lo que parecía ser un cuerpo atrapado entre varias rocas. Un destello brillante apareció en ese momento entre los pliegues...
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El_Bardo
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Mensaje por El_Bardo »

Tregil Grekil

Valla con el grupo nuevo de aventura, por lo visto el Don Modales ni se ofrezió a darme conversación y nada por el estilo, luego el maldito Pistolero muy callado pero cuando habló parecía de mal humor, necesitas estar varios años en el frente de batalla chaval aun te queda muchos largos combates qué presenciar.

Luego los dos tíos con túnicas, no muy habladores que vá, hasta un halfling me haze reir más que ellos. Bueno acerca de las dos presencias raras del grupo la chica con cara de tonta qué ni se percató de que estabamos alli y el otro qué se nos muere de frío, algo raro son la verdad quizás serán magos de esos con sangre arcana o a saber.

Por último el Oreja Puntiagudas, el elfito, por qué hay gente qué si no mi hacha ya habría saboreado sangre elfa, no le perderé de vista...


Tras una maldita larga trayectoria con apenas descanso de una noche tranquila, poca conversación llegamos a un territorio más muerto qué las minas de Zhufbar, con la visera del casco bajada para taparle la cara enteramente y con la mano izquierda cojiendo las riendas del escudo que descansaba en el hombro izquierdo del corpulento enano y la mano derecha aferrando las riendas de Brisa su ponie, miró la caída del compañero de nombre Klaus al vació por suerte aterrizó en un saliente:

-¡He escuchad tengo cuerda y gancho de escalada, si cooperamos todos puedo ir a por él y traedlo de vuelta!, si no, lo dejamos con esta mierda de viento y se hiela allí en ese saliente, ¿ qué decís al respecto?. ¡Aparte si bajo yo! alguien se tendrá qué quedar con Brisa se pone nerviosa en este tipo de situaciones, intentar qué no os muerda jeje.
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Alexander d'Athayde
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Mensaje por Alexander d'Athayde »

Valkmar "Valk" Routhergh

Valk miró hacia abajo una vez mas. Una extraña sensació se adueñó de sus entrañas, produciéndole una curiosa ansiedad. El precipicio... Se sentía igual que antes de entrar en una habitación dispuesto a... bueno, figuraos. Su curiosidad bullía al máximo, ya que no tuvo la ocasión de interactuar con sus nuevos compañeros. Bueno, si somos estrictos en este último punto, el retacón y sonoro enano le había conversado; pero a Valk se le hizo imposible recordar aquella vez que por los pelos se escapó de un hacha que le habia zumbado en el oído. A los barbudos les gustan DEMASIADO sus coronas... Lección aprendida.

En fin... Se había distraído lo suficiente como para aferrarse fuertemente a las riendas en una curva algo cerrada del camino. Ya estaba un poco demasiado aburrido de que le dejasen de lado. Todos lo miraban como si fuese un... Okay, lo era. Pero no había hecho nada! Bueno la gente es desconfiada, y lo habían hecho notar.

Asi estaba, pensando en que su viaje en busqueda de aventuras no le había reportado demasiado, cuando escuchó un ruido a sus espaldas. Veloz como un rayo se dió vuelta.
Andale, el calvito es historia... Amigo de los Tejados, guardame por favor...
Apenas había pensado esto, cuando lo vio, en una saliente unos metros mas abajo. No iba a perder esta oportunidad para hecharle un buen vistazo al peñasco. Desmontó, y tras unas rapidas palmaditas a Natalie, se asomó al precipicio, dando paso de nuevo al vértigo. La sensación era casi embriagadora.
Todos tenían sogas como para ayudarlo a subir, pero a Valk las las ganas de bajar lo invadieron igualmente. Suponia que era de los mas livianos (salvo tal vez por la mujer). Pero bueno, el barbas ya se había ofrecido.
Ofreció su ayuda, la cuerda y los ganchos de los que disponía. Trató de tranquilizar al sacerdote, la seguridad que le brindaba su martillo no era nada desdeñable.

-¡Oye Claude! Fantástico que no se haya roto la crisma. Ya le subiremos ¿Übereinstimmend? Ahora tiene un nuevo motivo para seguir rezando ¿no?
Mirá que me pongo el sombrero picudo y agarro la varita, eh?
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portela
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Mensaje por portela »

Aurelion

Aurelion no pudo evitar una pequeña sonrisa cuando el noble imprecó al enano que lo dejara en paz, peró también se fijó que al adelantarle para huir del enanose echaba la mano al costado y dejaba escapar un pequeño gruñido...

Así que algo le pasa en el costado... pero no dice nada al grupo... en fin el sabrá

Aurelion intentaba no fijarse en las furiosas miradas que le lanzaba el enano, ni en que todos, no querían mucho entablar conversación ni conocerse mejor, por su parte el elfo tampoco, estaba mejor el ensimismado con sus pensamientos que haciendo "amigos".

De repente a sus espaldas se oyó un grito, Aurelion fue el primero en girarse y en ver como un sacerdote desaparicía en el abismo, salto rapidisimamente del corcel y llegó al saliete para ver que, milagorsamente, el sacerdote había caido a un saliente, a pocos metros para matarse pero para demasiados para una sola cuerda, el elfo sabía escalar y sanar si estaba herido, por lo que penso en pedir un par de cuerdas y ayudar al sacerdote cuando el enano, con toda la estupidez típica de su raza cería bajar él, para como no dificultar aún mas el rescate solo porque su "honor" de enano le exigía ayudar a los compañeros en situaciones peligrosas.

Aurelion suspiró y miró el saliente, intentando buscar el mejor lugar por donde podrían subir al compañero, cuando se fijó que el sacerdote ni siquiera era capaz de mirarse a si mismo... ¿estaría paralizado? estaba mirando fijamente "algo" cerca de sus pies, pero el elfo se volvio para sus compañeros y les dijo:

¿entonces como lo subimos?
Última edición por portela el 11 May 2009, 17:19, editado 1 vez en total.
mejor morir en un campo de batalla empuñando una espada y junto a tus camaradas, que en la cama de viejo sin poder vivir mas que de la piedad se tus descendientes
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Thorgal
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Mensaje por Thorgal »

Friedrich Von Kessel

- Fantástico, un enano practicando descenso... me encantaría verlo abriéndose la cabeza, por neci... un momento, ¿qué es eso? hay un... parece un cuerpo entre las rocas... ¿y qué es eso que brilla?

Hago una tirada de percepción fijándome en el objeto que brilla entre los ropajes.

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Weiss
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Mensaje por Weiss »

Johannes von Isenburg

En los últimos tiempos, muchos "intelectuales" del Imperio criticaban a la Nobleza. Los tachaban de anacrónicos, de innecesarios. Decían que ostentaban un poder que no les correspondía, que privaban al pueblo de su libertad... Muchos lanzaban ardientes proclamas contra los nobles en plazas de incontables pueblos y ciudades. Cada vez eran más... Y sin embargo, la situación que estaba teniendo lugar delante de Johannes justificaba totalmente la existencia de la clase Noble. Los plebeyos eran incapaces de guiarse por sí mismos. Eran incapaces de tomar decisiones, discutían eternamente y cada uno pretendía imponer su idea... pero para eso estaban los Condes, Duques, Marqueses, Barones... Ellos sabían qué convenía al pueblo, qué era bueno y qué no... Y aún así, los desagradecidos plebeyos se quejaban cada vez más. Una vez, un importante noble del Imperio había dicho que el pueblo era como el ganado, y que los nobles deben cuidar de su rebaño. Luego ese mismo noble acabó con la mitad de la Nobleza Imperial, pero esa historia es caso aparte. Claro que Vlad von Carstein siempre había sido un hombre excéntrico, incluso antes de perder el juicio...

Johannes von Isenburg empezaba a a hartarse de la ineptitud de sus acompañantes. Si hubiese sido otro el que se hubiese caído, Johannes podría haberse alejado cabalgando con la conciencia tranquila, pero el afectado era un Sacerdote de Sigmar, lo que hacía que algo en lo más profundo de su alma le obligase a quedarse y prestarle ayuda. Johannes había ido cabalgando tranquilamente hasta ese momento, a la altura de la Hechicera y sin cruzar palabra con ella. Agradecía que el retaco no hubiese vuelto a molestarle, y pensaba que si las cosas seguían así de calmadas, podría perder de vista a esa gente en poco tiempo. Pero entonces oyó el grito del Sacerdote. Al igual que todos los demás, Von Isenburg pensó que el destino del Sacerdote estaba sellado al verle caer, y se asombró cuando milagrosamente salvó la vida. Sacarle no sería una tarea difícil además, o por lo menos no debería serlo... Pero aquellos idiotas se empeñaban en complicar las cosas, proponiendo cada uno una cosa diferente, en vez de llegar a cualquier tipo de acuerdo.

Harto de ellos, Johannes decidió intervenir. Se acercó al borde del agujero, y bajó la mirada hacia el Sacerdote. Además, analizó la situación abajo, con el fin de buscar la mejor manera de subirlo.

Ahora le sacaremos, Padre.

Se acercó al otro Sacerdote, al que tendió su magnífico casco. Ya que iba a tener que trabajar, por lo menos quería estar cómodo. Se acercó a lomos de Wilhelm a los ineptos que discutían. La rata que había conocido en la taberna, el elfo y aquel repelente tapón.

Vosotros. Dejad de discutir como imbéciles y ponéos a hacer algo útil -Johannes desmontó del caballo- No sé qué afán tenéis por complicar las cosas, pero esto es bastante fácil de solucionar... No soy galeno, pero creo que el Padre tiene dos piernas y dos brazos aún. Puede escalar tan bien como vos o como yo, así que no hace falta que nadie complique aún más las cosas bajando -Von Isenburg miró al enano y al ratero, luego se dirigió una vez más al borde del abismo- Padre, le tiraremos una cuerda. Átela fuerte al caballo, y lo subiremos primero. Luego le subiremos a usted. Elfo, coge dos cuerdas y átalas. Una sóla no nos llegará. Vosotros dos, el elfo y yo tiraremos de la cuerda cuando todo esté listo. Ahora empezad a movéos.

Una vez acabado el discurso y a la espera de que reaccionasen, Johannes se alejó un poco. Se apoyó en la pared de piedra, apretando los dientes. Sin duda había sido culpa del frío, porque el dolor que sentía no era normal. Sólo deseaba que aquel trayecto acabse pronto...


FDI: Uso la habilidad "Mando" para intentar salvar al Padre a mi manera.


Nota del Master: Que ningún otro jugador reaccione de manera alguna al discurso de Johannes. Dado que lo que está haciendo es usar una habilidad, seré yo el que haga la tirada oportuna y resuelva en consecuencia la acción. Por lo demás, adelante.
"Ninguno de vosotros lo entiende. Yo no estoy encerrado aquí­ con vosotros. Sois vosotros los que estáis encerrados aquí­ conmigo"
Responder

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