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Re: Una máscara antigas

Publicado: 19 Oct 2009, 00:06
por Weiss
Shergar Havelock

Aunque el grueso del discurso de Shergar había ido dirigido al Arbitres, fue el religioso el que tomó la iniciativa. El hombrecillo decidió erigirse como una figura mediadora, dispuesta a poner paz entre los dos agentes, cuyas posiciones diferían claramente. Con unos ademanes y unas palabras casi teatrales, se interpuso entre los dos adeptos, y alzó los brazos, frenando a los dos agentes del orden. Las primeras palabras fueron dirigidas a aquel tal Denalis, o como se llamase. Puntualizó que él no era una eminencia, que sólo era un simple novicio que obviamente no tenía feligreses propios...

Sin embargo, Shergar tampoco se libró de las evangelizadoras palabras del religioso. Acusó a los Arbitres de haber llegado tarde, tres años después de que la plaga hubiese empezado. Shergar tenía serias dudas sobre la veracidad de aquella información. Luego trató de alzarse como un profeta casi. Inspiradas palabras salieron de sus labios, como si los tres estuviesen a punto de realizar grandes hazañas. Se autoproclamó representante del Ministorum, lo que indicó a Shergar que aquel personaje no tenía ganas de irse por donde había venido. Asumió que tenía una utilidad que Shergar, sinceramente, no veía por ningún sitio. En resumen, todo aquello era de locos. Primero aparecía de la nada un Arbitres misterioso, dándose aires. Luego, un simple novicio se erigía en mediador, en paladín del diálogo, e insistía en acompañarles. Aquello no era de reglamento, ni mucho menos...

¿De dónde habrá salido este tipo?

Shergar puso en orden sus pensamientos. Con un leve movimiento, apartó el brazo del religioso. Luego se dirigió a él.

Siento haberme comportado así... ¿hermano?. Mis compañeros y yo llevamos mucho tiempo aquí sufriendo, luchando por esta gente -si el religioso se ponía trascendental, Shergar no pensaba ser menos artificioso- muriendo por defender a la gente de este nivel. Y compenda lo mal que me sienta que este hombre desprecie de tal manera nuestros esfuerzos. Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestra mano, hermano, desde el mismísimo día en que pusimos pie en el sector, reclamados por las autoridades pertinentes. Nosotros no decidimos cuándo nos llaman, pero acudimos en cuanto se nos solicita. En un tiempo razonable, claro está... -miró al agente impecablemente vestido- Crea que me habría gustado llegar aún antes...

Shergar decidió que su discurso había sido suficiente. Ahora era el turno del Arbitres. También tenía unas palabras reservadas para él...

Y en cuanto a usted... Sí, me ha faltado al respeto. Me da igual cuánto lleve en el cuerpo. Yo también fui novato, y nunca se me pasó por la cabeza faltar de tal manera a un agente más veterano. No sé por qué pretende darse tanta prisa. Por muy nuevo que sea debe comprender que ya es muy tarde para frenar una enfermedad que lleva años asolando la colmena, por muy rápido que pretenda ir. No sé a qué fin le han mandado, ni veo la utilidad de este hombre, pero si son sus órdenes, haga lo que le venga en gana. Claro que antes tendrá que rendir cuentas ante quien manda aquí. Sígame.

Con paso enérgico, el agente Havelock guió al recién llegado y al novicio hacia donde el Proctor aguardaba.

No va a hacerle ninguna gracia...

Re: Una máscara antigas

Publicado: 20 Oct 2009, 20:27
por Saratai
Los enguantados dedos de piel negra desabrochaban nerviosos tras la conversación con Ylus los botones de la gabardina de Daarlon Hun, mientras veia a una distancia prudencial como su cachorro husmeaba, tal y como mandaba el buen protocolo. Un lejano chirriar de metal, acero y chispas avisaron al Proctor de la llegada de otro tren a la estación de ferrocarriles que, como de costumbre, no se detuvo en aquel infesto lugar.

Como si el resto de la ciudad estuviera libre de infección. Políticos...

Hun recordó mentalmente los problemas que tenia en aquellos instantes. En primer lugar, Poluer estaba más cerca de ser atrapada. Si lo que el automutilado Ylus habia dicho resultaba ser cierto, un tal Garp daría la información necesaria, que requeria ser contrastada. Según parecía, el grupo de Poluer habia actuado como un lobby de gran fuerza, ejerciendo presión en distintas esferas, y actuando con matones y asesinos por toda la ciudad para cumplir sus objetivos. Era tarea de Hun descubrir que empresas habian pagado a Poluer a cambio de sus servicios, y cual habia sido la moneda de cambio. No era una tarea que tuviera que ver con un Arbitres, pero si se tenia en cuenta que Poluer era famosa por su uso de armas biológicas, y que uno de los grupos Arbitres, el G60, habia encontrado venenos de origen desconocido en las armas de los mejores soldados de Poluer... Bueno, sólo eran conjeturas, pero para su desgracia no habia más que eso.

Por otra parte, el tema de los renegados. Era su deber como Arbitres cumplir la misión encargada por el Adeptus, pero también lo era disciplinar a todo aquel que se alejara del camino correcto. Cuando no necesitará la información de los renegados para continuar la investigación de Poluer, procedería a su ejecución, tarea nada fácil contando a sus ordenes solo con 12 grupos de acción y 20 agentes sin demasiada experiencia.

Y para acabar estaba el tema de Dala, aunque casi preferia no involucrarla en el resto de asuntos. La vida laboral del Proctor ya era suficientemente ajetreada para trastocar también la sentimental. Pero tenia que hablar con ella cuanto antes, pues no soportaba el hecho de no sacarsela de la cabeza, de verla con otros, de imaginar...

Sin darse cuenta, Shergar apareció con otros dos individuos, tras una ardua conversación en la que el primero habia conseguido traer consigo a los dos anteriores. El primero era el agente de Ugial, Perio Denalis, y el otro, el humilde novicio a cargo del padre Tulius, Gaius Raltar. Hun dudaba acerca de que pudieran aportar tales individuos en la resolución de sus quehaceres, pero no podía dejar a un agente sin identificar. Aun inquieto, exigió la identificación a Denalis con la ya memorizada frase. Mientras hablaba, tocaba con su mano izquierda la culta de su pistola. Habia visto a demasiados locos disfrazados de Arbitres durante los últimos meses, y no solian ser pacificos cuando se descubria la farsa.

Daarlon Hun


-Chapa identificativa, cuaderno de órdenes, nombre y misión, en nombre del oficial de primera Daarlon Hun, coordinador del Adpetus Arbitres en Vharena, nombrado por su ilustrísima magistada Graaki de Naratheet.








En la otra punta del sector, los gritos de un anciano se ahogaban en una almohada de plumas grises mientras sus débiles canillas pataleaban sin opción alguna la cama en la que yacia. -Con éste, Ibentus está limpia.- Susurró la mujer, aun acostada encima del viejo hombre que agonizaba. A su lado, un hombre de unos treinta años afilaba un cuchillo táctico. -Siempre te excedes cariño. Pero que me importa a mí. El de arriba nos va a pagar igual.

Re: Una máscara antigas

Publicado: 20 Oct 2009, 22:09
por Nimref
Perio Denalis

Siguio el discurso de Shergar sin decir nada...

¿Y entonces que diferencia su actuacion de la mia? Yo tambien habria venido antes si hubiera podido...

Shergar simplemente les llevo ante el proctor, y Denalis se pregunto si no vio su mano o simplemente habia hecho que no la veia.

Supongo que da igual, que podia esperarme...

Cuando llegaron ante el proctor, su movimiento hacia la culata y su actitud inquieta no gustaron demasiado a Denalis, que se puso tenso Espero que las cosas no acaben mal, despues de todo...

Tras oir lo que el proctor le dijo, comenzo a sacar todo lo que le habia pedido, y mientras se lo tendia, dijo

Agente Perido Denalis, de Ugial. Mi mision es averiguar todo lo que pueda sobre la peste que asola la colmena y, a poder ser, erradicarla -dijo mirando seriamente al proctor, tras lo que inclino levemente la cabeza

Re: Una máscara antigas

Publicado: 30 Oct 2009, 02:18
por Weiss
Shergar Havelock

Shergar caminó delante de los dos hombres, después de ignorar la mano que el tal Perio le había tendido, guiándoles hacia el Proctor. Tarea no muy complicada por otra parte, pues la estación estaba prácticamente desierta, y la figura del Teniente con su negra gabardina se recortaba inconfundible sobre aquella explanada. Mientras andaba, Shergar iba meditabundo, agarrando la correa de su escopeta, que llevaba colgada al hombro, con la mano izquierda. Si a algo había aprendido allí, era a no separarse de su arma. Ni de su arma ni de su chaleco.

Le daba vueltas a la situación que se acababa de plantear. ¿Refuerzos a aquellas alturas? ¿Un contingente formado por un solo hombre? ¿Un simple novato con aires de grandeza?. No, algo no encajaba en el esquema mental que Shergar se había formado. En la Schola siempre le habían enseñado a pensar de una forma casi matemática, eficiente, que buscaba optimizar recursos y obtener los mejores resultados. Una forma de pensar que sirviese para engrandecer al Imperio. Y en aquella forma de pensar no tenía cabida la solitaria presencia de aquel agente. Si ochocientos hombres habían sido incapaces de solucionar aquello, Shergar no veía la utilidad del despliegue de un Arbitres más...

En cuanto al otro hombre que le seguía... Pese a la presunción y afán de protagonismo que había mostrado, Shergar tenía la impresión de que sólo se encontraba en el momento equivocado en el lugar equivocado. Y que al conocer lo que el Arbitres de Ugial le había dicho, había entrado en un mundo que Shergar dudaba que fuese a gustarle... Pero ya estaba dentro, y no había vuelta atrás. En aquel momento, un simple novicio conocía más sobre la misión del forastero que el mismísimo Proctor del Sector.

Cuando se quiso dar cuenta, ya estaba a pocos pasos del Proctor. Y por lo que Shergar deducía de sus gestos, no parecía demasiado contento. Ya llevaba bastante tiempo junto a Daarlon Hun como para saber cuándo le preocupaba algo. El ver que se llevaba la mano a la pistola no hizo más que confirmar sus sospechas. Saludó al Proctor con la diestra, y se situó a su lado, de cara al novicio y al soldadito.

El Teniente escupió sus palabras de una forma mecánica, como si las supiese de memoria. Más como una oración que como una orden. Pero por muy impersonal que fuese la forma en la que habló, el Proctor siempre iba en serio. No era ningún amante de los discursos espléndidos, ni de las felicitaciones. Era un hombre duro, sí. Pero justo.

El Agente Denalis volvió a contar su fábula sobre investigar, sobre erradicar la plaga. Shergar no pudo evitar sonreir. En su fuero interior, el Proctor tenía que estar partiéndose. Una vez el novato terminó de hablar, Shergar se dirigió a su superior.

Lleva diciendo eso desde que llegó, jefe. Parece que en Ugial se creen que un solo hombre puede hacer más que todos nosotros...

Una sonrisa irónica apareció en su rostro. Shergar provenía de la Capital Naratheet, donde el Adeptus Arbitres tenía su cuartel general en el sistema. Y ahora un Agente de las bases de las lunas pretendía enseñarles a hacer su trabajo... Shergar esperó a la reacción del Proctor, a que le diese permiso para partir, para proseguir con su misión. Pero mientras tanto, una idea se iba formando en su mente.

Puede que aquel religioso hombrecillo fuese útil después de todo...

Re: Una máscara antigas

Publicado: 06 Feb 2010, 13:18
por Saratai
Daarlon Hun

Estudió detenidamente a los sujetos, tanto al nativo como al agente Denalis. De pronto, sus pupilas se dilataron mientras una fugaz idea pasaba por su mente. Era una oportunidad demasiado jugosa para dejarla perder.
-Agente Havelock, no le he pedido su opinión personal respecto al agente recién llegado-. Daarlon quería mucho a Havelock, pero debia mantener una disciplina férrea con todos sus subordinados. Ya habia cometido el error de la permisividad demasiadas veces en el pasado, con nefastos resultados.
-Siga con su misión asignada en el complejo Ibintus, con las órdenes previamente establecidas. Tiene permiso para llevar al nativo con usted, lo cual le recomiendo dada la situación. Que el Emperador le acompañe-.


Los ojos del Proctor, negros y analíticos, se posaron entonces en Denalis. Su aparición habia sido de lo más oportuna. ¿Casualidad, o el destino habia movido sus hilos para que la furia del Imperio tuviera herramientas para llevar a cabo sus designios? En todo caso no era cuestión del Proctor resolver problemas filosóficos, sino aprovechar cada oportunidad posible para llevar su misión a cabo, fuera ésta cual fuera. La cuestión era que Denalis, un agente inocente y poco acostumbrado a Vharena, no conocía ni los peligros ni las amenazas que ésta ofrecia, siendo así más resistente a la corrupción. Siendo así un arma interesante contra los renegados.
-Denalis, tengo trabajo para usted. Venga conmigo, tenemos mucho de que hablar-
El agente de Ugial fue llevado por Daarlon Hun hasta el Estadio Central, lugar de reunión para los Arbitres fieles al Imperio.

El Estadio, antiguo anfiteatro donde los nativos disfrutaban de populares deportes de sangre entre animales, criminales y amados deportistas. Más aquellos tiempos de gozo eran ya cosa del pasado, pues la plaga habia eliminado las multitudes y aglomeraciones. Ahora, el Estadio servía de cuartel general del Aribtres, y de centro médico para la búsqueda de la cura, dónde se investigaba con alimañanas resistentes a la plaga para encontrar una causa a su inmunidad frente a ésta. La parte central del Estadio se usaba para almacenar reclusos y aplicar penas capitales, mientras que los palcos superiores eran usados como oficinas central para la distribución y administración de recursos. Por último, el graderio, cubierto por una densa capa de gas metano y óxido, servía de compartimentos para los agentes desplegados. El Proctor llevó a Denalis a través de viejas escaleras en piedras calizas hasta las oficinas superiores, revestidas de acero y cobre. Allí le explicaría detenidamente los pormenores de su misión.

-Agente Denalis, he visto algo especial en usted-
¿Cuando me he vuelto tan cínico? -Nada más verle en la estación vislumbré que usted era el hombre que tanto tiempo habia buscado para efectuar una importante misión que llevo meses barajando-
Daarlon efectuó una pausa, interminable para sus pocos segundos de duración en los que el mundo, y su vida se redibujaron ante él.
Que el Emperador me perdone. En su gloria sabe que a veces debemos perder a un hombre para salvar a la familia.
-Deberá adentrarse en cierto sector de la ciudad, el segundo para ser específicos, preguntando por un hombre en concreto. Habrá de parecer un hombre de negocios, especialmente de sustancias adictivas, lo que resultará excusa para tomar contacto con él. Además, deberá dejar aqui su placa y su uniforme, pues evidentemente no tendria acceso a tales círculos. Lleve consigo únicamente su tarjeta de acceso a los trenes. Una vez logre encontrarse con el sujeto, deberá intercambiar con él algunas palabras, comprar lo que sea y volver con datos acerca de su escondite, cuánta seguridad tiene con él, su descripción física y como no, traer las sustancias de vuelta para que puedan ser analizadas. El nombre del individuo es: Vahaxabias Poluer. No conozco sus habilidades y no dispongo de ficheros del personal de Ugial, agente Denalis, por lo que no se si alguna vez en su vida ha logrado usted efectuar una misión con éxito de esta tipología. Sientase seguro de reclamar cualquier información antes de su partida. Le proporcionaré todos los datos que me sea permitido entregarle-

El aire de las oficinas era ligeramente más limpio que en el resto de la ciudad, pero en aquel instante, la presión lo convirtió en más axfisiante que los tóxicos vapores del alquitrán. De esta manera, los caminos de Hun y Denalis se separaron de los de Havelock y Raltus entre la marea de hierro y escombros que servia de hogar al pueblo de Vharena VII.