La Ciudad Libre de Sartosa es un lugar notorio, conocido por albergar los piratas, bandidos, y cualquiera que desee evitar los diversos poderes legítimos del Viejo Mundo. Es un lugar tremendamente peligroso, donde los pandillas de piratas borrachos abruman a los incautos, las peleas y los duelos están ala orden del día, y los ladrones surcan los sucios y bulliciosos muelles buscando blancos fáciles. A pesar de los riesgos, es un lugar donde alguien con la tenacidad y la fuerza de voluntad para sobrevivir no sólo puede vivir sino también prosperar, lejos del yugo de los impuestos injustos, los nobles prepotentes y la leyes estrictas. De Sartosa a Arabia al sur, los Reinos Fronterizos al este, y el continente más allá del Gran Oceano, aguardan tierras exóticas.
En resumen, Sartosa es un lugar perfecto para encontrar aventuras.
Los poderes fácticos
Ningún rey, conde, o alcalde gobierna la ciudad de Sartosa; los sacerdotes y los magos no celebran concilios donde proveer sabiduría, ni tampoco existe una aristocracia digna de mención Sartosa es una ciudad regida por un solo poder, el de los piratas.
En teoría, cada persona de Sartosa goza de las mismas libertades que los demás. Pero esta es una libertad originada de la anarquía, donde la ley tiene poco que ver, salvo la de la fuerza y la voluntad de utilizarla. En la práctica, todo los ciudadanos de Sartosa deben sus lealtades y servicios a sus superiores en la escala social, en cuya cúspide se encuentran los Señores Piratas, capitanes "jubilados" de barcos piratas que han asumido los privilegios de la nobleza y los ricos ociosos.
Una ciudad libre no solo en el nombre
Para bien o para mal, Sartosa es casi completamente libre de gran parte de las políticas que dominan las otras ciudades-estado de Tilea. No sólo es una "ciudad libre", lo que supone la independencia de otros órganos políticos, sino que los individuos tienen una tremenda libertad de acción. Aunque la ciudad es anárquica y en su mayoría sin ley, la población de Sartosa aún cumple con las normas del "Código Pirata". Todos los piratas del mar consideran Sartosa terreno neutral. Un capitán puede atracar en sus muelles sin temor a ser arrestado o disparado en el acto por los representantes de la ley, aunque puede que tenga que enfrentarse a sus rivales si atracan al mismo tiempo.
El Código Pirata
La única ley que tiene cierta validez en Sartosa es el denominado "Código Pirata", que subraya la libertad personal y la lealtad a tu capitán, tripulación y barco (en ese orden). No todos en Sartosa se adhieren a este código, pero su omnipresencia significa que todos sus habitantes saben cómo funciona, aunque sólo sea para mantener a salvo su propio pellejo.
Se considera que un hombre está en su derecho a matar a otro si su honor ha sido mancillado de alguna forma, y en la mayoría de los casos "la fuerza equivale a la razón". Sin embargo, en una ciudad gobernada por los piratas, matar a un hombre en las calles suele traer represalias por parte de sus compañeros, y la mayoría de la gente sabe las consecuencias que generan tales acciones. A continuación, se describen algunas de las directrices no escritas del Código Pirata. Sin embargo, se pueden modificar e interpretar de mil manera, retorciéndolas según sea necesario (y siempre y cuando uno sea capaz de convencer al resto de que tiene razón).
• Toda persona debe obedecer las órdenes del capitán y sus oficiales.
• Todo tripulante tiene derecho a defender tanto su integridad física como su honor.
• Un hombre puede desafiar a otro a un duelo justo, pero es el desafiado quien elige las armas. Ninguna otra persona puede interferir en este duelo hasta que uno muera o se rinda.
• El botín se repartirá de la siguiente manera: 1 parte a cada tripulantes; 3 partes al capitán; y 2 partes al maestro carpintero, al contramaestre, y al artillero.
• Cualquiera que sea sorprendido intentando desertar será abandonado en una isla desierta disponiendo con un arma y una botella de agua.
• Cualquier que demuestre pereza o negligencia limpiando sus armas se le privará de su parte del botín.
• El castigo por golpear a un miembro de la tripulación es de 40 latigazos en la espalda.
• Todo el mundo tiene derecho a voto en todas las decisiones importantes.
• Todo el mundo recibirá una porción de la bebida y comida capturada.
• Cualquiera que sea sorprendido robando a otro miembro de la tripulación, se le cortará las orejas y la nariz y será abandonado en tierra.
• La pena por llevar a una mujer encubierta a bordo es la muerte.
• Nadie puede abandonar la tripulación hasta que cada hombre recaude la suma de 500 Coronas.
• Ningún tripulante puede confraternizar con brujos y otros practicantes de las artes oscuras.
Los Señores Piratas
Casi todos los piratas sueñan con dar con un gran tesoro y retirarse a Sartosa, donde pueden vivir como nobles enriquecidos. Los capitanes más exitosos compran o construyen grandes villas masivas en Sartosa o entre las colinas rocosas a lo largo del monte Ertinia. Algunos se retiran definitivamente y venden sus barcos, mientras que otros conservan el control, gestionando sus operaciones como si fuera un negocio legítimo. Sea como sea, los Señores Piratas viven como hacen los ricos ociosos de cualquier lugar.
Como las personas más ricas e influyentes de Sartosa, los Señores Pirata a menudo actúan como los líderes de facto, mediando disputas y emitiendo "sugerencias" similares a las leyes en otras tierras. La mayoría de las veces, los Señores Piratas se contentan con dejar que los habitantes de Sartosa se ocupen de sus propios asuntos. La competencia y las rivalidades entre los Señores Pirata son feroces y algunos albergan enormes resentimientos hacia sus compañeros. Sin embargo, se esfuerzan por mantener las cosas estables, por lo que se evita cualquier acción directa contra sus enemigos y resuleven sus "problemas" mediante apoderados, asesinatos discretos, y otras artimañas.
La piratería es ella esencia vital de Sartosa, y la ciudad da la bienvenida a cualquier persona que se adhiera al Código Pirata. Aunque la ciudad tiene una economía modesta basada en el marisqueo, la construcción naval, fabricación de cuerdas de barcos, y similares, la mayor parte de la riqueza y bienes que entran en Sartosa provienen del saqueo de barcos mercantes que navegan el mar Tileano o de pequeñas pueblos sin apenas defensas a lo largo de la costa .
Los Mercenarios
No todos los habitantes de Sartosa son piratas, la segunda mayor ocupación son los mercenarios. Se dice que cualquier hombre con al menos un garrote y la voluntad para usarlo puede encontrar trabajo en mucha de las compañías mercenarias de Sartosa. Antiguos soldados imperiales, deshonrados caballeros de Bretonia, errabundos Matatrolls Enanos, piqueros Tileanos, espadachines Estaliano, bersekers nórdicos, etc... pueden verse aquí en busca de trabajo. La mayoría encuentran empleo como guardaespaldas de capitanes ricos o como infantes de marina de los barcos piratas.
Para satisfacer la demanda de hombres de armas, han surgido en todo Sartosa varias Compañías Mercenarias, donde una persona puede encontrar trabajo sin mucho esfuerzo. Algunos tienen "contratos" exclusivos con las distintas ciudades-estado de Tilea, contratan a ejércitos enteros para alguna campaña u otra. Existe una feroz y literalmente brutal competencia entre las distintas compañías cuando se trata de la adquisición de nuevos talentos, y las guerra semi-abiertas entre ellas no son inauditas. Algunos mercenarios se alejan de las maquinaciones de las compañías y prefiere ir por su cuenta. Aunque siempre hay muchas ofertas de trabajo, se corre el riesgo de ser "contratado" por una compañía u otra, especialmente si uno gana una reputación de eficacia.
Las ciudades-estado de Tilea
Aunque los nobles de Tilea no tienen facultad legal o autoridad sobre Sartosa, si tienen una influencia significativa en sus negocios, y son, irónicamente, los mayores socios comerciales. Es de conocimiento común que los nobles y mercaderes de otras ciudades-estado suelen contratar a los piratas de Sartosa para transportar mercancías. proteger sus naves, y atacar los barcos de sus competidores, aunque después todo el mundo lo niega cuando sucede. Los nobles, sus representantes, y los comerciantes ricos suelen hacer viajes a Sartosa para contratar a un capitán y su barco para todo tipo de negocios ilegales e ilícitos. Sin embargo, no hay honor entre ladrones, y no es raro que un barco pirata saquee las naves de un noble Tileano por las que fue contratado para proteger. Por cada ruta comercial hacia Sartosa que es cerrada por la flota Tileana, otra aparece en su lugar, ya que los beneficios de este comercio ilegal son demasiado tentadores como para resistirse.
Hartos de los ataques de los piratas Sartosanos, las Ciudades-estado han intentado en varias ocasiones poner sitio a la ciudad durante siglos, pero siempre han fracasado, pues los piratas se unen para crear una muralla de inexpugnable de galeones y veleros que diezma cada flota.
La Isla de Sartosa
La Isla de Sartosa es un promontorio rocoso y escarpado formada hace mucho tiempo por un volcán casi inactivo actualmente, llamado Monte Ertinia. Esta isla está constantemente azotada por los vientos alisios que soplan desde el oeste, generando rápidas corrientes de aire preciadas por los piratas que viven aquí. La isla cuenta con pocas playas y bancos de arena isla entre las porosas murallas de piedra caliza que se alzan a cientos de metros de altura. Estas paredes están plagadas de un número incalculable de cuevas, túneles y agujeros, muchos de los cuales se puede acceder desde el agua, lo que los hace ideales para aquellos piratas que quieren crear sus propias bases de operaciones privadas lejos de la ciudad. Sólo unas pocas de las más grandes cuevas relativamente cercanas ala ciudad de Sartosa han sido exploradas minuciosamente, y los marineros hablan de varias cuevas que aún no se han explorado, y abundan los rumores y camelos sobre tesoros, monstruos y secretos prohibidos que se pueden encontrar en su interior.
Gracias al Monte Ertinia, la isla es muy fértil, pero la abundancia de rocas y piedras pequeñas hace que la agricultura sea un trabajo arduo. La mayoría de las granjas están cerca de la ciudad, con varias dispersas por la isla; que producen principalmente uvas, aceitunas, y trigo. El tamaño relativamente pequeño de estas granjas y el insaciable apetito de los piratas implica que la mayoría de los alimentos se debe importar para satisfacer a los sartosanos. Los agricultores suelen estar bajo la "protección" de uno o más Señores Piratas, que toman una parte considerable de los cultivos para sí mismos, pero que evitan que sean saqueados por bandidos, siempre al acecho de una buena oportunidad para abastecerlas bodegas de sus barcos.
En las aguas circundantes abunda la pesca de todo tipo; peces, calamares, ostras y almejas se extraen del agua con poco esfuerzo. Esta generosidad del mar es la principal fuente de alimento para los habitantes de Sartosa, dado que solo unos pocos comerciantes legítimos navegan hasta la isla para comerciar. Las aguas poco profundas alrededor de la ciudad y al noroeste de la isla también son el hogar de gran cantidad de moluscos que producen perlas de gran calidad que son una de las principales exportaciones de Sartosa. La recolección de perlas, ya peligrosa de por sí, es llevada a cabo principalmente por piratas que buscan ganancias fáciles. Por esta razón, la mayoría de los recolectores aceptan a regañadientes la protección de varios piratas y bandas criminales para mantener sus negocios en activo, a cambio de una parte sustancial de sus ingresos, por supuesto.
Monte Ertinia, los dioses, y Jack del Mar.
Sartosa se formó en su mayor parte de la erupción de un gran volcán, el Monte Ertinia, que se elevó desde el fondo del mar hace miles y miles de años. Un cuento popular en Sartosa explica que la isla fue creada cuando un joven marinero, que se encontraba a la deriva despues de que su barco fuera destruido, rogó a todos los dioses que lo salvaran a cambio de una promesa de eterna fidelidad. Ninguno de ellos respondió, a excepción de Ranald el embaucador, que le rescató al obligar a una isla a emerger fuera del agua mediante una gota de fuego y lava fundida. Sin embargo, esta presuntuosa acción enfureció Manann, el Dios de los Mares. Con el fin de aplacarlo, Ranald ordenó el marinero que le rindiera homenaje a ambos, con ofrendas de oro y botín. El marinero, al no ver otra opción, tomó la piratería para pagar su deuda y se convirtió en el pirata más famoso de todos, Jack del Mar. No hay escasez de cuentos relacionados con Jack del Mar y sus hazañas, y ha llegado a ser visto como un aspecto del propio Ranald.
Actualmente, el Monte Ertinia está casi completamente inactivo, a pesar de que de vez en cuando libera grandes columnas de vapor y ceniza que a veces cae en la ciudad a sus pies. Los habitantes de Sartosa están particularmente orgullosos del volcán que domina el paisaje, y lo ven como una especie de santo patrón. Los marineros que se acercan a la orillas de Sartosa vierten un poco de ron al mar al divisar el volcán en el horizonte, al grito de "¡Ertinia a la vista!"
La Ciudad de Sartosa
Sartosa se asienta sobre una isla rocosa justo al sur de la península Tileana. Como la ciudad es lo más destacable en esta isla, la mayoría de los viajeros se refieren a la isla y a la ciudad por el mismo nombre. Dada la distancia del resto de las ciudades-estado tileanas, Sartosa está libre de la mayoría de las intrigas políticas que sacuden el continente. Aunque la distancia es algo así como una bendición, igualmente, junto con el carácter desagradable de la ciudad, hace que la ciudad sea menos atractiva para cualquier tipo de colonos que no sean los piratas que llegan a puerto.
A pesar de ser una ciudad, su población nativa es relativamente pequeña, aumentando en número equiparable al de otras ciudades sólo cuando los piratas se detienen durante un mes o más para malgastar sus deshonestas ganancias. Es una ciudad hecha a cachos, como una combinación improvisada de muchas y diferentes culturas y razas a lo largo de los siglos. Las casas que se alinean en las calles son una mezcolanza de diferentes estilos, colores y formas, desde villas de estuco finas con techos de tejas rojas hasta chabolas hechas con madera a la deriva y viejas lonas. En la parte más antigua de la ciudad, hay algunos edificios de una antigüedad incomparable construidos con sólida piedra, y no parecen haber sido concebidos por una mente humana. Nadie sabe quienes construyeron estos extraños edificios o cuál era su propósito original.
Los habitantes de Sartosa son tan variados y dispares como su arquitectura, con tileanos codeándose con mercenarios nórdicos, y gente del Imperio regateando y luchando con bretonianos. Incluso también se puede ver paseando por sus calles a personas exóticos, con singular color de piel y extraños acentos de tierras lejanas.
La Roca de Jack del Mar
Un espectáculo inusual saluda a los buques que entran en la Bahía de los Piratas, el puerto de Sartosa. Se trata de una estatua mas o menos tallada que representa a Jack del Mar, que se asienta sobre un pequeño afloramiento rocoso en medio de la bahía, mirando hacia el horizonte en dirección norte. Esta estatua, de seis metros de altura, representa a un hombre con una gran bolsa. Nadie sabe con certeza quien talló la estatua, y por lo que les concierne, siempre ha estado allí desde que se tiene memoria. El tallado es burdo y los rasgos faciales son difíciles de discernir, incluso de cerca. Además, hay extrañas marcas talladas en la parte posterior y trasera de la estatua que nadie ha sido capaz de descifrar. La estatua es apreciada por los piratas y los habitantes de la ciudad, y se sabe que los marineros se acercan con un bote a la roca para dejar ofrendas a sus pies antes de embarcarse a una travesía.
Cada pocos años, surgen en las tabernas rumores de que la estatua es más de lo que parece, desde que esconde un tesoro está enterrado debajo, de que la extraña escritura es un mapa, o la estatua cobra vida en ciertos días. Debido a esto, algunos necios inconscientes navegan hasta la roca y tratan de cavar debajo de la estatua para revelar lo que se supone que se oculta. Hasta ahora, ninguno han tenido suerte y cualquiera que sea sorprendido en el acto será apaleado o algo peor, ya que todos los habitantes consideran la estatua como la mascota y el protector de su ciudad.
El acantilado
Sartosa es una ciudad vertical, construida a lo largo de la orilla en una pared del acantilado que se eleva a treinta metros de altura. Para subir a la cima del acantilado, los ciudadanos de Sartosa han construido un laberinto desconcertante de puentes y andamios directamente en la roca. Varias casas se aferran a un lado del acantilado en esta masa de tablones, postes y vigas; y algunos sartosanos construyen sus casas directamente en la porosa piedra caliza del acantilado. La mayoría de estas residencias son cuchitriles sórdidos pero algunos, en general los más antiguos, son opulentos y están bien equipados.
El tráfico en estos andamios es denso durante el día y potencialmente peligrosos cuando los arrieros dirigen sus vacas y caballos por los estrechos andamios. El constante viento que sopla procedente del mar a veces desata feroces vendavales, haciendo la travesía aún más peligrosa. A pesar de estos riesgos, la gente de Sartosa acepta la situación y se ríen de los recién llegados que deben subir a las vertiginosas altura sobre tablas desvencijadas. Con el paso de los siglos, se han añadido todo tipo de cuerdas, redes y equipos de seguridad a las pasarelas para evitar una caída fatal a las sucias callejuelas que hay abajo.
Una vez en la cima del acantilado, se puede contemplar como Sartosa se despliega entre las colinas bajas y rocosas. La ciudad está mucho menos poblada gente en la parte superior y es aquí donde se pueden encontrar las casas hermosas, villas y mansiones de los Señores Piratas.
Calle Patapalo
La principal carretera de Sartosa se conoce como la Calle Parapalo, y forma una especie de "barrio". Es una avenida serpenteante y sinuosa que sigue el contorno del acantilado que define la parte inferior del borde de la ciudad. La Calle Parapalo está bordeada de casas destartaladas, curtidores, pescaderías, armeros, y docenas de tabernas y posadas. Los vendedores de comida pululan por las calles, vendiendo comidas de dudosa naturaleza, mientras malabaristas y artistas tratan de ganarse la vida al tiempo que evitan ser golpeados por piratas borrachos que saben apreciar su arte.
El Agujero en la Colina
El Agujero en la Colina es una taberna notoriamente peligrosa que abastece a los piratas de Sartosa. Es el lugar al que hay que ir para unirse a una tripulación o para realizar negocios ilícitos de todo tipo. El Agujero en la Colina se encuentra dentro de una cueva natural en el acantilado por encima de la Calle Patapalo. Durante el día, apenas se diferencia de cualquier otra residencia o edificio, pero por la noche, cuando se encienden las antorchas y linternas de las pasarelas, iluminan las lonas y toldos que adornan la entrada. La música es proporcionada por un ciego con una zanfoña que compite contra las canciones de marineros borrachos, mientras las mozas bailan para deleitar a los clientes. El propietario, Grecco, cocina sabrosa carne de cerdo, aves, y pescado para la clientela mientras su guacamaya roja bambolea la cabeza al son de la música. Grecco tiene una habilidad especial para recordar los nombres y rostros de todos los que visitan su establecimiento y sabe todo lo que pasa en la ciudad.
Los muelles
Sartosa está plagado de numerosos muelles y puertos a los que barcos piratas, buques mercantes y botes de pesca llaman hogar. Los muelles están llenos de actividad constante durante todo el año, día y noche, mientras las tripulaciones van y vienen, los estibadores cargan los suministros , y los pescadores se preparan para el próximo día de trabajo o descargan la generosidad de la jornada anterior. Aunque algunos muelles son mejores que otros, ninguno es especialmente seguro para los ingenuos o confiados. Sólo un tonto podría pasear por los muelles sin al menos un cuchillo y la mayoría de la gente muetsra abiertamente sus armas para disuadir a cualquier problema.
Los muelles están divididos en varias zonas, cada una con sus propias características, condiciones y propietarios. Los capitanes de los buques que atracan en Sartosa por primera vez corren el riesgo de hacerlo en el muelle "equivocado", sufriendo todo tipo de inspecciones injustificadas, acosos y desorbitadas tarifas de amarre por parte de los matones que controlan ese muelle en particular. La propiedad de estos muelles está en constante cambio y los capitanes que están acostumbrados a tratar con una clase de escoria en particular puede encontrar a un nuevo propietario cuando regresen la próxima vez.
Muelles del Hombre Muerto
Considera sin problemas lo peor de lo peor, los muelles del Hombre Muerto son donde capitanes del rango más bajo amarran sus naves. Además de los piratas y otra escoria, los muelles son el hogar de los pescadores más pobres, recolectores de perlas, y otros miserables que tienen que trabajar muy duro para ganar apenas lo suficiente para sobrevivir. Sólo los más duros o desesperados caminan por los tablones rotos de estos muelles, pero, irónicamente, es uno de los lugares más fáciles de la ciudad para encontrar trabajo.
Los Muelles del Hombre Muerto tienen cuatro grandes embarcaderos, cada uno en condiciones cuestionables. Estos embarcaderos son de un tamaño suficiente para dar cabida a la mayor de las naves, aunque la mayoría de los capitanes que poseen dichos buques pueden darse el lujo de evitar este sitio. Estos muelles están bajo la protección de un brutal Tileano llamado Donato Buccina. A menos que se ha hecho una especie de regateo o trato, Buccina cobra una corona por cada metro de longitud de la nave buque que amarra aquí. Tiende a ignorar a los más pobres y patético de los pescadores y barqueros, aunque en ocasiones sus matones golpean a unos cuantos para hacer valer su dominio de los muelles.
El extremo de cada embarcadero sirve como una especie de punto de encuentro donde cualquiera puede ir a buscar trabajo a partir de los distintos barcos, servicios de estibadores, y otros negocios de la zona. El trabajo disponible es terrible y agotador, pero para los indigentes es una manera de conseguir unas monedas para su próxima comida. Además de un trabajo legítimo, los capitanes piratas están a la caza de nuevos miembros para la tripulación y las bandas de reclutadores son muy comunes. Aunque la esclavitud está técnicamente mal visto aquí (el pueblo de Sartosa ama su libertad y considera la esclavitud como la peor ignominia), abundan los “contratados” en los Muelles del Hombre Muerto, realizando a toda prisa sus quehaceres y tareas para sus amos, junto a los miembros jóvenes de la tripulación y otros sirvientes.
Regina Bacini
Situado en el extremo norte de la ciudad, el Regina Bacini son los mejores muelles que Sartosa puede ofrecer, lo cual tampoco es decir mucho. Los grandes barcos que son propiedad de los señores piratas más ricos atracan aquí, y muchos tienen sus propios muelles privados. Los embarcaderos están en mucho mejor estado que la mayoría de los que se encuentran a lo largo Sartosa. Sólo los realmente idiotas intentarían causar algún problema en estos muelles, ya que las tripulaciones de los barcos piratas más exitosos deambulan por esta zona durante todo el día.
El Smithy
El Smithy es la taberna más grande y bulliciosa de Regina Bacini. El Smithy prefiere a la gente del Imperio en su bar y le da la espalda a Tileanos, Estalianos y Bretonianos. Este racismo a menudo se convierte en violencia cuando algún marinero desprevenido viene a tomar una copa y se encuentra con nada más que miradas duras y comentarios racistas. El Smithy es famoso por su sopa de calamares y su fuerte cerveza de Reikland. Día y noche, el local resuena con canciones de taberna Imperiales, y a menudo esta juerga se extiende hasta los muelles donde sobreviene una pelea inevitable. Smithy fue un antiguo marinero de la Armada Imperial que fue expulsado por ebriedad y robo. Después de varios años de vagar por los mares del sur, finalmente encontró su camino a Sartosa y ganó la taberna en un juego de dados.
La Cabeza de Buey
La Cabeza de Buey es uno de los mejores restaurantes de Sartosa. Se especializa en la carne de res y cerdo, de los que hay una gran demanda en la isla. Los Señores Piratas consideran esencial pararse a tomar un gran festín aquí después de una travesía particularmente larga. La comida es sorprendentemente buena y, a menudo se sirve con vinos raros, cervezas y vodka de todo el Viejo Mundo. Los piratas que vienen a comer aquí consideran La Cabeza de Buey “territorio neutral”, no se permiten las armas en el local y los patrones se toman esto muy en serio. Los infractores son expulsados y golpeados, a veces hasta la muerte. A los reincidentes se les niega la entrada y pueden llegar a encontrarse con una pistola en sus propias narices (los guardias son los únicos autorizados para portar armas).
Los nobles de las ciudades-estado de Tilea vienen aquí para reunirse con los capitanes piratas y tratar de contratarlos como corsarios. Con el fin de evitar la posibilidad de ser descubierto por otros nobles o enemigos potenciales, es una práctica común para los de afuera llevar máscaras mientras que realizan sus negocios. Si una persona no tiene una máscara, el propietario puede prestarle una.
Muelles del Pez Negro
Hace mucho tiempo, los embarcaderos de los muelles del Pez Negro fueron devastados por un descomunal maremoto. Durante la reconstrucción, hubo una gran confusión y disputas sobre la mejor manera de proceder, lo que dió como resultado una masa desordenada de muelles y edificios. Estos muelles son utilizados por la "clase media" de Sartosa, capitanes piratas del promedio, empresas pesqueras, y similares. Muchos de los negocios se encuentran en los porpios muelles, lo que significa que un marinero ni siquiera tiene que desenbarcar para obtener todos los servicios que requiere.
Los Muelles del Pez Negro cuenta con varias posadas, tabernas, tiendas de alimentación, y casas de mala reputación que recubren sus estrechos embarcaderos. Estos negocios se elevan a varios metros de altura, sobre balanceantes pilotes de considerable altura. Decenas de cuerdas están colgadas entre los edificios y con numerosas banderas y estandartes ondeando al viento. Se considera que trae buena suerte colgar la bandera o estandarte de un barco abordado en estas cuerdas, algunos de las cuales son realmente antiguos.
Los muelles son famosos por los vendedores ambulantes que pululan por las calles, vendiendo toda clase de chucherías de todo el Viejo Mundo. La mayoría de estos artículos son inútiles, aunque de vez en cuando un vendedor tiene algo realmente valioso. Los compradores deben tener cuidado pues los rufianes a menudo se lanzan sobre aquellos que hacen alarde de su riqueza, robándoles y devolviendo el artículo que compraron al vendedor ambulante.
Armería Fitzmann
La Armería Fitzmann es la tienda de armas de fuego más grande de Sartosa. Aunque Fitzmann fabrica algunas armas, es ante todo un concesionario de segunda mano, y compra la mayor parte de sus armas a los piratas después de exitosas campañas. Como resultado, un comprador puede encontrar armas de todo el Viejo Mundo, pero la calidad varía enormemente. Generalmente Fitzmann paga por los productos a menos de la mitad de su precio, a excepción de la pólvora que paga a precio de mercado, de la que siempre hay una gran demanda en Sartosa. A menudo se ponen las armas a prueba disparando al agua, los lugareños están acostumbrados a estos disparos ocasionales, aunque los recién llegados pueden sorprenderse por ello.
Hace un año, para probar la exactitud de su pistola, un marinero borracho realizó un disparó que alcanzó un barril de pólvora, llevándose la mitad del edificio en la explosión. Por fortuna, el fuego fue extinguido rápidamente y el negocio se salvó. Fitzmann todavía no ha completado las reparaciones y emplea a dos guardaespaldas Tileanos para asegurarse de que nadie se cuela durante la noche. Estos matones están armados hasta los dientes, y con frecuencia se pavonean con media docena de pistolas de Fitzmann en la cintura para desalentar a los ladrones.