Primeros asentamientos humanos

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igest
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Primeros asentamientos humanos

Mensaje por igest »

El Fuerte del Amanecer permanecería inamovible y poco a poco el contingente asentado en el se iría reforzando. Esto junto a la fortaleza de los enanos situada en el monte Rigmi proporcionarían a la zona una gran seguridad y así en el año –80 comenzarían llegar a la zona los primeros humanos que se asentarían en el lugar.

Se trataría de una caravana de mercaderes venido desde el sur, que junto con sus familias construirían un pequeño asentamiento en las faldas del monte Rigmi. Desde allí podrían comerciar con los enanos obteniendo sus diamantes de primera mano y ellos se encargarían de llevarlos a las lejanas ciudades del reino y más allá si fuese necesario. Al frente de esta caravana de mercaderes se encontraba Hernan de los Atanzos, que tuvo una gran visión al instalarse junto a la fortaleza enana, pues conseguirían un monopolio casi total de los diamantes que salían de las minas enanas. Los mercaderes se instalaron definitivamente en el lugar, y una empalizada alrededor de su poblado, significaría el principio de una larga estancia en el lugar para los miembros de aquella caravana que nunca habían estado en ningún sitio de forma estable.

La familia de los Atanzos comenzaría a llevar los diamantes hasta las ciudades del sur, donde obtenían grandes sumas de dinero al tiempo que tanto su reputación como la de la mina enana aumentaban. De esta forma la fama sobre los diamantes del Monte Rigmi comenzaría a difundirse por el reino tan rápido como permitían las comunicaciones en aquellos tiempos. Así en el año –50 era conocido por todos los habitantes del reino de la existencia de la mina enana y de la gran calidad de los diamantes que allí se obtenían. Varios años más tarde la fama llegaría aún más lejos de las fronteras del reino.

Así mientras el reino había consolidado sus fronteras, sus habitantes podían sentirse más seguros y poco a poco algunos comenzaron a marchar hacia el norte, donde las noticias de prosperidad atraían a muchas gentes. Esto propiciaría que el que había comenzado como un pequeño asentamiento de mercaderes en el año –29 fuese ya un pequeño pueblo, donde todos prosperaban gracias al creciente comercio de los diamantes.
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