Partida en Norsca
Publicado: 10 Feb 2010, 15:46
Buenas. Como parece que la vida me está dejando más tiempo libre últimamente, me he planteado hacer algo en lo que llevaba pensando bastante tiempo y organizar una partida por foro.
El número de jugadores será de tres a cinco. Dos es muy triste, seis o más me vuelvo loco. Que los interesados vayan apuntándose por aquí, y discutimos la historia de su personaje por privado. Aviso: se pide un mínimo de compromiso. Pretengo que haya una ronda de posts todas las semanas.
La partida será interpretativa, así que no hace falta ficha.
Estará ambientada en Norsca, en la aldea de Leifbundir, y todos sus personajes serán de allí (humanos con un número de mutaciones aceptable, nada de enanos). Uno de los personajes ha de ser el hijo mayor (de los que quedan vivos) del jarl local, Olaf, y tener en torno a diecinueve años. En cuanto al resto... preferiría que fuesen también jóvenes, pero si queréis a alguien más experimentado no hay problema. Para que sepáis más de Leifbundir, he aquí lo que Gurni le cuenta a todos los chavales, en torno a la hoguera:
-Grande es la aldea en la que vivís. En pocas ciudades de la costa encontrarías a gente tan marinera y viajera. Mirad, cinco barcos para comerciar tenemos, aunque más los usemos para pescar el bacalao y al monstruo cachalote, y todos tienen una lancha para ir al pez costero. Tres drakkars sólo para la guerra, que se llenan con hombres de las aldeas del interior. Vendemos el aceite de la foca, la piel del león de mar, el ámbar y la madera de arce. La sal hemos de traerla, que no es barata, y muchas más cosas, la lana, el lino, el hierro y el oro, los pellejos del oso; pero a productos del mar no nos gana nadie. Mirad: diez y dos familias con casa propia, gran número de esclavos, los guerreros del jefe Olaf que portan espada; al menos dos centenares de mujeres y críos y esclavos. Con nos está Ljot el Barquero, que hace drakkars sin igual, y al que vienen a consultar de muy lejos los hacedores de barcos de toda Norsca. Y nuestro herrero, bien se le da hacer hachas y puntas pa flechas, aunque le da mucho al licor de la miel, todo hay que decirlo. Un hombre borracho es un hombre débil, habéis de saberlo. CAsi tós los años, en cuanto despunta la primavera, salen los barcos al sur: todos habéis sacrificado animales por su pronto regreso. Cierto es que hermanos e hijos mueren todos los años en costas lejanas. Pero los que vuelven traen tesoros.
-Otros tres pueblos, Villaalta, y la aldea del Vitki, y Oslen, están con el señor de la guerra Olaf y tienen barcos. Más, excepto la tercera, que es de los bjorlings desde siempre y tiene un drakkar, no tienen ni mucha gente ni fuerza.
-Más adentro están las tierras de los clanes de las montañas y los valles. Viven muchos en granjas y caseríos, criando el ganado y cultivando la tierra. De ahí nos viene la cebada que tiene este pan, y el lúpulo pa la cerveza! Y la carne de cordero, aunque haga ya meses que no me la llevo a la boca, ¿Es que no sabéis que hay que ser generoso en vida, puesto que nada se puede llevar a la tumba? en la otra vida no os servirán de nada los torques de oro ni los mantos de fina piel: sólo la espada y la sabiduría necesita un hombre. La espada buscáosla; la sabiduría yo os la doy. Adorad a nuestros dioses: a Khar, por la fuerza en la batalla, a Tor ante la tormenta, a Mermedus antes de haceros al mar, y seréis felices.
-Bueno: las familias de por aquí, y a un día de caminata, aún las conocéis, que vienen a mercadear y a los barcos, a traer sus hijas al matrimonio o a buscarlas. Los Jottsson son bastante fuertes, pero en general son todos trabajadores, siervos, campesinos. Puaj.
Cosa distinta son los valles. Gente dura, gente recia. El invierno es muy malo allí, pues aparte de la nieve tienen los jotuns, los ymir y los hombres-bestia, los duendes y los espíritus de las nieves. Están los clanes de los Cuervos de Piedra, que no son vasallos; la familia de Bjorni Un Ojo y las de sus campesinos, que no son siquiera skaelings; los Vaquerizos, que viven en un buen valle y que obedecen a vuestro padre; y dos o tres clanes ferales que sólo obedecen a sus propios jefes y a veces atacan a los cuervos o nosotros. Los Skeildar, que viven en el risco de Aalberg, son mi familia, y si las piernas me llevasen, visitaría la tumba de mi pobre madre. Mi primo, Hrotar el Rojo, es su jefe. Cerca de la aldea de Rajnem hay gentes que viven en el bosque; cuidaos de ellos. Adoran al Padre de todas las Pestes, y clavan las tripas de los que los visitan de los árboles.
-Pero ello está bien; sin enemigos, ¿Cómo podría probarse un hombre? Al que quiera vivir como un guerrero le son más necesarios los enemigos que los aliados.
Y sobre el jarl Olaf:-Al viejo Gurni, ahora, sólo venís a pedirle historias, ¿eh, chavales? ¿No deberíais estar labrando en el campo, ahora que los dioses nos han dao algo de sol? Dentro de poco, me lo dicen las rodillas y los pies, vendrá el viento del sur y los lobos de Haki, tanto como han corrido en invierno, se cansarán y le darán un respiro al sol y la luna. Pues hasta los lobos de Haki se cansan a veces, y el Sol les pillará ventaja en su carro, los dejará atrás, sí señor. Y vendrá el verano. Y vosotros tendréis los campos sin labrar, haraganes.
-¡Bah! ¡Bej! Agua me traéis, y tocino seco como la raíz de las montañas, ¿y aún queréis que os cuente historias? En tiempos el viejo Gurni viajaba hasta la corte del rey Sven, hasta los palacios de los señores de Hakka, visitaba los castillos de los nobles guerreros de la tribu de los skaeling y nunca le faltaba la hidromiel, no le escatimaban la buena carne de venado. Y ahora que el pobre Gurni no puede andar, que se cansa y pierde el resuello subiendo una colina, sus propios parientes le dan agua para beber y puerco para jalar.
-¡Sí, sí! El señor de la guerra Olaf es nuestro jarl. Entre los skaelings nació, rubio y fuerte. Su padre era Ulli y su madre Skalda la Grande, enorme como un jotun, una mujer que levantaba a un buey si quería. Olaf nació de granjero como vosotros, no os penséis que era el primogénito de un rey ni ná por el estilo. Pero pronto destacó con el hacha y la lanza, las armas del campesino, y se ganó un puesto entre los hombres del viejo rey Sven. Cuando le entró la locura al viejo, oh grande lucha y escarmiento hizo sobre sus vasallos al Este y al Oeste, y se le rebelaron los hijos, y le sacó los ojos al mayor y el menor huyó, Olaf tomó partido por los rebeldes. Fue compañero de Sven el Joven, el caudillo de los rebeldes, que encerró a su padre en un pozo cuando se transformó en un licántropo y se convirtió en el nuevo rey.
-El nuevo monarca le dio esta tierra, bordeando como estaba el territorio de los bjornlings, malos enemigos de los skaelings. Le dio la aldea en la que vivís, Leifbundir, que fundó Ajnar del linaje del Lobo arrebatándole la tierra a los gigantes. Le dio un drakkar y los hombres que en él cabían, y junto a él me embarqué, años ha, antes de que ninguno de vosotros naciera. Muchas fueron las guerras: en el invierno contra el hambre, contra el frío y los espíritus de la nieve; en verano navegábamos a las tierras del Sur, buscando botín. Allí vi mundo. Hacia el Sur hay una tierra siempre verde, que llaman Britonia, y una gran ciudad con miles y millones de seres. Hay razas extrañas, y, muy al Sur, una tierra que habitan los gigantes de fuego donde no conocen la nieve. A todos esos sitios navegamos con el hacha y la espada. Nada mejor hay que tomar botín, que matar a los hombres, que violar a las viudas.
-Pero Olaf traicionó a su amigo, se hizo leal al rey de los bjornlings, y con ello la tierra cambió de señor. De esto hace muchos años, pero el rey Sven, que ya no es joven, no ha olvidado, él recuerda. Por eso tenemos que estar atentos al Este, hijos míos. Porque los aeslings no perdonan la traición, y más de una vez y más de dos sus drakkars han penetrado en el fiordo, y las aguas se han teñido de sangre.
El número de jugadores será de tres a cinco. Dos es muy triste, seis o más me vuelvo loco. Que los interesados vayan apuntándose por aquí, y discutimos la historia de su personaje por privado. Aviso: se pide un mínimo de compromiso. Pretengo que haya una ronda de posts todas las semanas.
La partida será interpretativa, así que no hace falta ficha.
Estará ambientada en Norsca, en la aldea de Leifbundir, y todos sus personajes serán de allí (humanos con un número de mutaciones aceptable, nada de enanos). Uno de los personajes ha de ser el hijo mayor (de los que quedan vivos) del jarl local, Olaf, y tener en torno a diecinueve años. En cuanto al resto... preferiría que fuesen también jóvenes, pero si queréis a alguien más experimentado no hay problema. Para que sepáis más de Leifbundir, he aquí lo que Gurni le cuenta a todos los chavales, en torno a la hoguera:
-Grande es la aldea en la que vivís. En pocas ciudades de la costa encontrarías a gente tan marinera y viajera. Mirad, cinco barcos para comerciar tenemos, aunque más los usemos para pescar el bacalao y al monstruo cachalote, y todos tienen una lancha para ir al pez costero. Tres drakkars sólo para la guerra, que se llenan con hombres de las aldeas del interior. Vendemos el aceite de la foca, la piel del león de mar, el ámbar y la madera de arce. La sal hemos de traerla, que no es barata, y muchas más cosas, la lana, el lino, el hierro y el oro, los pellejos del oso; pero a productos del mar no nos gana nadie. Mirad: diez y dos familias con casa propia, gran número de esclavos, los guerreros del jefe Olaf que portan espada; al menos dos centenares de mujeres y críos y esclavos. Con nos está Ljot el Barquero, que hace drakkars sin igual, y al que vienen a consultar de muy lejos los hacedores de barcos de toda Norsca. Y nuestro herrero, bien se le da hacer hachas y puntas pa flechas, aunque le da mucho al licor de la miel, todo hay que decirlo. Un hombre borracho es un hombre débil, habéis de saberlo. CAsi tós los años, en cuanto despunta la primavera, salen los barcos al sur: todos habéis sacrificado animales por su pronto regreso. Cierto es que hermanos e hijos mueren todos los años en costas lejanas. Pero los que vuelven traen tesoros.
-Otros tres pueblos, Villaalta, y la aldea del Vitki, y Oslen, están con el señor de la guerra Olaf y tienen barcos. Más, excepto la tercera, que es de los bjorlings desde siempre y tiene un drakkar, no tienen ni mucha gente ni fuerza.
-Más adentro están las tierras de los clanes de las montañas y los valles. Viven muchos en granjas y caseríos, criando el ganado y cultivando la tierra. De ahí nos viene la cebada que tiene este pan, y el lúpulo pa la cerveza! Y la carne de cordero, aunque haga ya meses que no me la llevo a la boca, ¿Es que no sabéis que hay que ser generoso en vida, puesto que nada se puede llevar a la tumba? en la otra vida no os servirán de nada los torques de oro ni los mantos de fina piel: sólo la espada y la sabiduría necesita un hombre. La espada buscáosla; la sabiduría yo os la doy. Adorad a nuestros dioses: a Khar, por la fuerza en la batalla, a Tor ante la tormenta, a Mermedus antes de haceros al mar, y seréis felices.
-Bueno: las familias de por aquí, y a un día de caminata, aún las conocéis, que vienen a mercadear y a los barcos, a traer sus hijas al matrimonio o a buscarlas. Los Jottsson son bastante fuertes, pero en general son todos trabajadores, siervos, campesinos. Puaj.
Cosa distinta son los valles. Gente dura, gente recia. El invierno es muy malo allí, pues aparte de la nieve tienen los jotuns, los ymir y los hombres-bestia, los duendes y los espíritus de las nieves. Están los clanes de los Cuervos de Piedra, que no son vasallos; la familia de Bjorni Un Ojo y las de sus campesinos, que no son siquiera skaelings; los Vaquerizos, que viven en un buen valle y que obedecen a vuestro padre; y dos o tres clanes ferales que sólo obedecen a sus propios jefes y a veces atacan a los cuervos o nosotros. Los Skeildar, que viven en el risco de Aalberg, son mi familia, y si las piernas me llevasen, visitaría la tumba de mi pobre madre. Mi primo, Hrotar el Rojo, es su jefe. Cerca de la aldea de Rajnem hay gentes que viven en el bosque; cuidaos de ellos. Adoran al Padre de todas las Pestes, y clavan las tripas de los que los visitan de los árboles.
-Pero ello está bien; sin enemigos, ¿Cómo podría probarse un hombre? Al que quiera vivir como un guerrero le son más necesarios los enemigos que los aliados.
Y sobre el jarl Olaf:-Al viejo Gurni, ahora, sólo venís a pedirle historias, ¿eh, chavales? ¿No deberíais estar labrando en el campo, ahora que los dioses nos han dao algo de sol? Dentro de poco, me lo dicen las rodillas y los pies, vendrá el viento del sur y los lobos de Haki, tanto como han corrido en invierno, se cansarán y le darán un respiro al sol y la luna. Pues hasta los lobos de Haki se cansan a veces, y el Sol les pillará ventaja en su carro, los dejará atrás, sí señor. Y vendrá el verano. Y vosotros tendréis los campos sin labrar, haraganes.
-¡Bah! ¡Bej! Agua me traéis, y tocino seco como la raíz de las montañas, ¿y aún queréis que os cuente historias? En tiempos el viejo Gurni viajaba hasta la corte del rey Sven, hasta los palacios de los señores de Hakka, visitaba los castillos de los nobles guerreros de la tribu de los skaeling y nunca le faltaba la hidromiel, no le escatimaban la buena carne de venado. Y ahora que el pobre Gurni no puede andar, que se cansa y pierde el resuello subiendo una colina, sus propios parientes le dan agua para beber y puerco para jalar.
-¡Sí, sí! El señor de la guerra Olaf es nuestro jarl. Entre los skaelings nació, rubio y fuerte. Su padre era Ulli y su madre Skalda la Grande, enorme como un jotun, una mujer que levantaba a un buey si quería. Olaf nació de granjero como vosotros, no os penséis que era el primogénito de un rey ni ná por el estilo. Pero pronto destacó con el hacha y la lanza, las armas del campesino, y se ganó un puesto entre los hombres del viejo rey Sven. Cuando le entró la locura al viejo, oh grande lucha y escarmiento hizo sobre sus vasallos al Este y al Oeste, y se le rebelaron los hijos, y le sacó los ojos al mayor y el menor huyó, Olaf tomó partido por los rebeldes. Fue compañero de Sven el Joven, el caudillo de los rebeldes, que encerró a su padre en un pozo cuando se transformó en un licántropo y se convirtió en el nuevo rey.
-El nuevo monarca le dio esta tierra, bordeando como estaba el territorio de los bjornlings, malos enemigos de los skaelings. Le dio la aldea en la que vivís, Leifbundir, que fundó Ajnar del linaje del Lobo arrebatándole la tierra a los gigantes. Le dio un drakkar y los hombres que en él cabían, y junto a él me embarqué, años ha, antes de que ninguno de vosotros naciera. Muchas fueron las guerras: en el invierno contra el hambre, contra el frío y los espíritus de la nieve; en verano navegábamos a las tierras del Sur, buscando botín. Allí vi mundo. Hacia el Sur hay una tierra siempre verde, que llaman Britonia, y una gran ciudad con miles y millones de seres. Hay razas extrañas, y, muy al Sur, una tierra que habitan los gigantes de fuego donde no conocen la nieve. A todos esos sitios navegamos con el hacha y la espada. Nada mejor hay que tomar botín, que matar a los hombres, que violar a las viudas.
-Pero Olaf traicionó a su amigo, se hizo leal al rey de los bjornlings, y con ello la tierra cambió de señor. De esto hace muchos años, pero el rey Sven, que ya no es joven, no ha olvidado, él recuerda. Por eso tenemos que estar atentos al Este, hijos míos. Porque los aeslings no perdonan la traición, y más de una vez y más de dos sus drakkars han penetrado en el fiordo, y las aguas se han teñido de sangre.