Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Si te asomas al abismo...te devolverá la mirada. Dirigida por Nirkhuz

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Nirkhuz
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Nirkhuz »

Los dos aolitos remoloneaban, perdían el tiempo. Y no era para menos. No había absolutamente nada que hacer en la nave, y, además, todo el mundo estaba algo crispado por la misión. Establecer lazos de confianza y amistad...¿para qué? Seguramente alguno acabaría muerto, o algo peor. Y ver como un amigo desciende a la locura...Era algo horrible.

Cindar no quedaba lejos. Cuando la nave salió de los límites del Espacio Disforme, los tripulantes y navegantes vieron el planeta. Pequeño. Feo. Parecía una luna, más que un planeta. Pero bueno, el planeta no les interesaban lo más mínimo. La nave empezó a descender. Vieron como las alas de la nave empezaban a calentarse mucho, como empezaban a estar cubiertas de fuego. Además, la fuerza del descenso les hizo sentir una grandísima presión, como si una montaña les oprimiera. Escucharon una voz entrecortada por el comunicador de la nave.

Voz
Les habla el capitán. En breves segundos aterrizaremos.


Llegaron a tierra. A un hangar, o un puerto. Algo así. La nave se colocó en el lugar habilitado para el aterrizaje, y rapidamente todos los tripulantes empezaron hacer cosas. Las puertas se abrieron, y vieron luz, luz solar y sin interferencias. Quemaba.
Mens y Gustave bajaron de la nave. Estaban cansados por estos horribles viajes, y aún quedaba otro...pero bueno, eso no importaba. Tenían que encontrar al cadete Vernoch. Se dirigieron a la fortaleza Arbites más cercana. Allí, sello Inquisitorial en mano, fueron informados de que la 15ª compañia acababa de llegar de una misión, y que encontrar a un cadete podía ser bastante dificil. Aún con las pegas que ponía la vocooperadora, encontrar a Vernoch no fué dificil. Con ciertos movimientos de Gustave con su placa de Datos, y con la de la vocooperadoera ('Requisada por Orden de la Sacrosante Inquisición del Dios Emperador') hallaron la habitación, el cubículo asignado a Dariel Vernoch. Al llegar, escucharon ronquidos dentro. Bueno, al menos había alguien ahí dentro.

FDI: Ale, convenced a Hoffman de que os acompañe. Que majo soy :mrgreen:
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Nimref
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Nimref »

Mens Joliah

El psíquico y el adepto llegaron hasta lo que parecía el habitáculo del cadete Vernoch. Dentro, se oía a alguien: al parecer, el cadete se encontraba allí.

Al menos no nos hará esperar…

El psíquico se acercó a la puerta metálica y golpeó con sus nudillos tres veces. Se apartó de nuevo unos centímetros para oír unas maldiciones dentro de la habitación y como alguien se acercaba a la puerta para, finalmente, abrir.

Cadete Dariel Vernoch, imagino… -comenzó el psíquico, al tiempo que se quitaba la capucha para dejar ver toda su cabeza, sin pelo- Mi nombre es Mens Joliah y él… -dijo al tiempo que se apartaba un poco, para centrar la atención en el adepto- es el adepto Gustave Bernal.

Hizo una pequeña inclinación, como invitando al adepto a entrar en la habitación, sin esperar a que el cadete les invitara a ello. Una vez dentro se giró de nuevo hacia el arbitres y comenzó a explicarle.

Hemos sido enviados por el inquisidor Debio Loriatus… y me imagino que puede imaginarse por qué estamos aquí… -dijo, al tiempo que extendía sus brazos lentamente; luego, al ver que esa frase podría dar lugar a una pelea y a cierta confusión en la Débil mente del cadete, Mens volvió a hablar- Ha sido seleccionado para formar parte de su séquito… Espero que sepa las consecuencias y repercusiones que eso tendrá, tanto si acepta como si no…

El psíquico clavó su mirada en la del cadete mientras éste parecía sopesar, pero volvió a tomar la palabra antes de que Vernoch pudiera reaccionar.

No obstante… no estoy seguro de si una mente como la suya comprende lo que supone que alguien del poder del inquisidor Loriatus solicite su persona en una misión inquisitorial… Las recompensas pueden ser ilimitadas, pero también las obligaciones… espero que lo entienda…
-dicho esto, unió las manos ante sí, esperando la respuesta del cadete.

FDI: mil y un perdones por el retraso :S
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Van Hoffman
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Van Hoffman »

Dariel Vernoch

Lo despertó algún idiota que llamaba a la puerta. Claro que si ese idiota resultaba ser Heo, o el Trono no lo quisiese, Driad, tendría que disculparse. De todos modos, ¿de qué carajo se estaba preocupando, si solo lo había pensado?

El cadete se levantó gruñendo y maldiciendo, tomandoselo con calma y parsimonia. Se colocó bien uno de los tirantes de la camiseta blanca (ya no tan blanca como antes) y se dirigió con cara de sueño a la puerta. Aunque no llevaba las botas puestas, sus pisadas resultaban sonoras en el suelo metálico de la habitación.

- Cadete Dariel Vernoch, imagino… -dijo un tipo alto y calvo cuando abrió la puerta.

Y efectivamente, se trataba del cadete Dariel Vernoch, un hombre alto y ancho, fornido y musculoso, vestido con una sencilla camiseta de tirantes y un pantalón de faena gris tirando a negro. Lo que más llamó la atención de los dos individuos fue la pistola que llevaba en la sobaquera (si, el cadete Dariel dormía con un arma bajo el brazo, y sin el seguro), y un electrotatuaje de una calavera sobre dos escopetas cruzadas sobre un sencillo "17ª de Cindar" en el brazo derecho, a medio camino entre el codo y el hombro. Dariel gustaba de llevar su pelo negro carbón bien cortito, estilo militar, y la barba bien afeitada, aunque ahora era visible la sombra del vello en el rostro del Arbitres. Sus profundos ojos grises analizaron a los dos individuos mientras el calvo hablaba.

- Mi nombre es Mens Joliah y él… es el adepto Gustave Bernal. -de repente, el calvo entró como Drusus por su casa en la celda de Dariel, seguido del flacucho. El cadete no pudo hacer nada, salvo levantar una espesa y negra ceja izquerda.

- Hemos sido enviados por el inquisidor Debio Loriatus… y me imagino que puede imaginarse por qué estamos aquí… Ha sido seleccionado para formar parte de su séquito… Espero que sepa las consecuencias y repercusiones que eso tendrá, tanto si acepta como si no…

- No obstante… no estoy seguro de si una mente como la suya comprende lo que supone que alguien del poder del inquisidor Loriatus solicite su persona en una misión inquisitorial… Las recompensas pueden ser ilimitadas, pero también las obligaciones… espero que lo entienda…

Dariel sonrió. Aquel calvito le resultaba gracioso.

- A ver, Bombilla. Tres cosas. Uno: no se amenaza a alguien armado en su propia casa. -Dariel le enseñó al calvo el dedo índice- Dos: no se le llama estúpido a quien has amenazado si sigue armado y sigues en su casa. -añadió el corazón a su muestra- Y tres: entiendo perfectamente lo que significa que un Lord Inquisidor me reclame. -tras esa última frase, Dariel dio un golpecito con el dedo índice a la frente del calvo.

Dariel se dejó caer sobre una fea silla de hierro que había junto a una fea mesa del mismo material. Sobre la mesa, aún estaba la nota del Juez Driad. Sin cortarse un pelo, puso los pies sobre la mesa y miró con aires de superioridad a los dos recién llegados.

- A ver si me entero. El tal Lord Inquisidor Loriatus ese me envía a una Bombilla y a un Pisapapeles a buscarme, ¿para que les haga de niñera? -Dariel chasqueó la lengua- No es que me haga mucha gracia. Si, lo se, no puedo negarme, y no lo voy a hacer. Pero no pienso ser vuestra niñera-cambiapañales ¿queda claro? Aquí, cada cual se limpia la mierda con su mano. En fin... ¿y de qué se trata que sea tan importante como para necesitar de mis talentos?

Dariel les dedicó una maliciosa sonrisa a sus contertulios mientras los miraba con superioridad.
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Likantron
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Likantron »

Gustave Bernal

En efecto, un cadete Arbitrator con su caracter peculiar. Penso Gustave, cuando el cadete se encaro con ellos.

En efecto, tanto el Acolito Mens como yo mismo, pensamos que el interes que ha despertado en el Lord se debe a sus talentos, que como Usted se imagina se tratara de intervenciones armadas en situaciones diria yo que un tanto violentas.

Los talentos que nosotros tenemos son de otro tipo. Yo leo, escribo y sujeto los papeles y mi camadara aqui presente tiene otros, particulares.

Creo que puedo asegurarle que no pensamos utilizarle como utensilio humano de limpieza de heces. Claro que si muestra Usted disposicion, puede practicar en el camino durante la estancia en la nave. Despues haganos un informe y si los resultados son satisfactorios, no dude que le dare una recomendacion al Lord, y a quien Usted quiera.


Gustave no queria perder mas tiempo asi que le solto directamente.
No tengo la mas remota idea de cual es la mision, su objetivo, peligros. etc De momento, tenemos la encargada de ir recogiendo a los distintos miembros de la celula. Tu eres uno de ellos. Bueno, vamos o te lo dibujo en un papel?
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Van Hoffman
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Van Hoffman »

Dariel Vernoch

El cadete del Arbitres miró con ojos profundos al escribano mientras hablaba. Daba la sensación de que, de un momento a otro, Dariel iba a desenfundar su pistola y a volarle la tapa de los sesos a aquel tipo de lengua afilada. O que iba a saltar sobre él y retorcerle el pescuezo con sus poderosas manos. O...

Pero la reacción de Dariel distó mucho de la esperada. El cadete se estaba carcajeando de lo lindo. Le saltaban las lágrimas y daba golpes en la mesa, al tiempo que sus sonoras carcajadas resonaban por toda la habitación y el pasillo.

- Joder -dijo cuando logró contener la risa- juro por el Trono Dorado que el Pisapapeles los tiene bien puestos -Dariel se puso en pie y se acercó a Gustave-. Muy pocos se atreverían a hablarle así a un miembro del Arbitres, y menos aún a uno de la 17ª Brigada. Creo que tú y yo nos vamos a llevar bien -Dariel le dio un par de "amistosos" manotazos a palma abierta en el cuello del adepto- Bueno, en un momento recojo mi ropa y me acompañais a las taquillas, a recojer mi equipo.

Dariel se puso a meter desordenadamente en una sucia mochila su sucia ropa, mientras les contaba a aquella pareja de flacuchos algunas de sus anécdotas de cuando sirvió con la 17ª. Como cuando casi lo matan en un tiroteo contra unos tratantes de esclavas, o cuando le pegaron una paliza a un vendedor de obscura y lo dejaron hecho pulpa. Eran anécdotas muy divertidas.

Una vez Dariel había recojido sus pocas pertenencias, los guió a las taquillas, y abrió con su llave la que estaba identificada como "D. Vernoch, Cdt". De ahí recogió su escopeta de dos cañones y la banda de cuero con los cartuchos, su chaleco blindado, su porra reglamentaria, su cuchillo de faena y demás objetos para hacer amigos.

- Bueno, ya estoy listo. Quizá debería despedirme del Procurador Heo y del resto de chicos... Bah, que les zurzan -Mientras se dirigían a la salida de la fortaleza, y a donde fuera que el calvo les llevase, Dariel se acercó a Gustave y le habló muy bajito, para que solo lo oyese él-. Aunque me hagas gracia, Pisapapeles, mi paciencia tiene un límite. Si te pasas un pelo... -le puso el dedo índice en la sien, a modo de pistola- ¡Pum! ¿Lo pillas, o te lo dibujo en un papel?
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Likantron
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Likantron »

Gustave Bernal

Gustave puso los ojos como platos cuando el Arbitrator se rio a carcajadas. Vaya, tiene sentido del humor, eso es bueno.

Las anectodas del Arbitrator, sirvieron para darle confianza que el Lord habia escogido una buena maquina en las intervenciones que podrian surgir en la mision. La relacion de utensilios de limpieza humana que el Arbitrator fue recogiendo de su taquilla, no hicieron mas que confirmarle que se encontraban frente a alguien que estaba acostumbrado a desenvolverse en esas situaciones, alli donde Gustave poco iba a aportar.

Al oir el susurro del Arbitrator, Gustave le devolvio una sonrisa de circunstancias. Por cierto, el apodo de Pisapapeles creo que ha estado muy acertado. No se preocupe, creo que Usted tambien acabara cayendome bien. No me negara que Niñera a Usted le viene calcado.

Gustave siguio andando pensando para si mismo. Bueno, esto me pone 10 pasos atras de Mens por si se le va la pinza en medio de sus meditaciones y 20 pasos mas atras de Dariel por si le vuelve la vena se-me-escapo-el-gatillo . Gustave, siempre haciendo amigos...
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Nirkhuz
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Nirkhuz »

Los tres acólitos acaban de reunirse. Sí, acólitos. Era un pensamiento bastante extraño. Hace unas horas, cada uno tenía su vida, más o menos (mucho menos) normal. Pero ahora todos tenían que trabajar en equipo. Juntos. Para sobrevivir. Y aún faltaba el cuarto. Nadie sabía muy bien quien era el cuarto, pero en el comunicador escrito de Mens (Seria A-1-BsK) llegó un mensaje del mismísimo Inquisidor. El cuarto sujeto, Drake Gunner, ya estaba aproximándose a Kolz, en una nave ajena a la Inquisición. Al parecer unos comerciantes de minerales. Sin tiempo que perder, los acólitos se dirigieron al espaciopuerto. No hubo tiempo para las despedidas. Aunque Dariel tampoco tenía mucha gente de la que despedirse. Dejo una pequeña nota de ''Hasta luego'. Aunque no recordaba haberlo hecho. Seguramente habría sido alguno de sus superiores. Eran mucho más sentimentales de lo que parecían....al menos cuando no se trataba de partir crismas.

Al llegar al espaciopuerto, la misma nave que trajo a dos acólitos ahora se llevaría a tres. A Dariel se le asignó una taquilla donde dejar sus armas (llevarlas encima, aunque no era ilegal, estaba muy mal visto...si una escopeta se disparaba dentro de una nave, las consecuencias podían ser horrorosas). Llegaron a sus pequeña habitación, compartida. Ahí tenían que pasar varias horas. La nave necesitaba hacer muchos preparativos para despegar, y una vez en el espacio, aún quedaba el viaje a la disformidad. Mens aun no sentía al Astrópata...y así era mejor. Más tranquilidad para todos.

Pasaron las horas. La nave empezaba a alzar su vuelo. A lo lejos, Dariel vio por primera vez Cindar desde tan lejos. Era bastante feo. Una bola gris y marrón... creía que iba a ser más bonito. El viaje era largo, y extenuante. Los acólitos se sentían incómodos en los momentos antes de entrar en contacto con la disformidad, aunque Mens no daba señales de ello. Un navegante les ofreció Insomne, una droga completamente legal (al parecer ya la habían tomado varios navegantes, por lo que puedo adivinar la inquisitiva mirada de Vernoch) que les dormiría durante el resto del viaje, les proporcionaría un placido descanso sin sueños. Ya qué, como decía bastante perturbado, en la disformidad cosas peores que los sueños podían hacerse realidad. Ahora los acólitos tenían que aceptar si querían o no la droga.

FDI: Una elección simple. ¿Cojeis la pastilla roja, o la pastilla azul? No, ahora en serio. No necesito un post largo, solo si queréis alargarlo es cosa vuestra. Teneis que decidir tomar o no la droga. Es una droga legal y regulado por el Imperio. Que no os está ofreciendo speed, vamos, solo 'ibuprofeno'
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Likantron
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Likantron »

Gustave Bernal


Sin esperar a sus camaradas de celula, Gustave inmediatamente se trago su pildora. Directamente se tumbo en su cama y se coloco su placa de datos en el pecho. se hizo una nota mental de retomar sus registros cuando llegaran a Kolz.

Espero veros al despertar. Dijo escuetamente y se durmio.
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Nimref »

Mens Joliah

El psíquico observó la discusión entre el cadete y el adepto con una cara de sorpresa, tras el comentario del adepto, que pronto se tornó en mirada furibunda con el ceño fruncido cuando parecía que la cosa podía ir a más, por parte del cadete.

Mens introdujo su mano en la túnica, para coger la pistola compacta que llevaba. Si la cosa se ponía fea, tendría que actuar, y un disparo a tiempo, podía quitar muchos problemas al grupo. Finalmente, el cadete decidió ponerse en marcha, y psíquico y adepto esperaron a que estuviera listo.

Poco después, camino de la nave, vio como el cadete se acercaba al adepto y le decía algo.

Ese jodido matón nos va a meter en problemas si se comporta así... Además, ¿quién cree que es? Es posible que realmente se considere la pieza clave del grupo a sí mismo, y todo...

¡Eh! -dijo al tiempo que se giraba a los dos hombres- No quiero problemas en el grupo, ni un "ha empezado él" ni todas esas gilipolleces -se acercó un poco a los dos hombres, que se habían parado tras el comentario del psíquico- . Esto funciona así: el que trabaje bien, será recomendado por mí al inquisidor (y os recuerdo -miró al adepto fijamente- y os informo-ahora miró al cadete- que yo soy el que le ha visto en persona unas cuantas veces), y el que no trabaje bien o suponga un problema, será considerado enemigo de la inquisición y del Imperio del hombre por el mismo motivo -pusó el dedo índice ante ellos, advirtiendo- Y, por último, recordad que de vosotros dos, los tres sabemos que podemos esperar, pero... ¿cuántos de vosotros habéis conocido alguna vez a un psíquico y... acaso sabéis el poder que puede tener? -dijo, mientras ponía una media sonrisa.

Así, a meterles el miedo en el cuerpo y dejarles a raya... no quiero que empece a haber malentendidos desde el principio...

En ese momento, Mens recibió un mensaje, que dio a los otros dos acólitos: debían tomar la nave de camino a Kolz enseguida.

Cuando llegaron a la nave (la misma que les había traído a Cindar), Mens se sentó todo lo lejos que pudo de los otros dos (considerando que era una habitación pequeña) y se quedó en silencio, cerrando los ojos. De pronto, un navegante apareció, ofreciéndoles una droga que les permitiría dormir, sin que llegaran a soñar nada.

¿Sin sueños? ¿Cuánto tiempo hará que no me ocurre eso...?

Mens cabiló hasta que punto eso sería cierto y hasta que punto la disformidad le juraría una mala pasada y haría que volviera a soñar lo que noche tras noche le amenazaba. Observó al adepto coger la pastilla y asintió con la cabeza tras sus palabras, tras lo que se quedó mirando al cadete, para ver si tomaba la droga.

Extendió el brazo y la cogió, pero no se la tomó.

Esperaré un poco en tomarla -le dijo al navegante.

Mens se quedó con la droga en la mano, y no la tomaría a menos que todos los acólitos fueran a entrar en ese letargo. No es que no se fiara, es que debía confiar en sus temores.
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Van Hoffman »

Dariel Vernoch

Dariel y Gustave caminaban juntos por un largo pasillo cuando Mens los interrumpió.

- ¡Eh! No quiero problemas en el grupo, ni un "ha empezado él" ni todas esas gilipolleces

- ¿Pero qué dices? Si somos muy amigos, ¿eh que si, Pisapapeles? - Dariel le pasó un brazo alrededor del cuello y le frotó la cabeza con los nudillos.

- Esto funciona así: el que trabaje bien, será recomendado por mí al inquisidor (y os recuerdo y os informo que yo soy el que le ha visto en persona unas cuantas veces), y el que no trabaje bien o suponga un problema, será considerado enemigo de la inquisición y del Imperio del hombre por el mismo motivo

- No hay nadie más leal al Imperio que yo - dijo Dariel mientras se ponía la mano derecha sobre el corazón.

- Y, por último, recordad que de vosotros dos, los tres sabemos que podemos esperar, pero... ¿cuántos de vosotros habéis conocido alguna vez a un psíquico y... acaso sabéis el poder que puede tener?

La sonrisa socarrona de Dariel se borró de un plumazo, dando paso a una expresión de alerta, con el ceño fruncido. Un psíquico... No había nada peor en el universo que los psíquicos. Se le meten a uno en la mente, leyendo sus más profundos secretos, obligandole a hacer cosas que no quiere, aflorando sus miedos más primigénios. Los psíquicos eran el cáncer de la humanidad, y debían ser purgados. Dariel no entendía como un Inquisidor de la Humanidad hacía uso de ellos. La sola idea de trabajar con uno, le revolvía el estómago.

- Un psíquico... -Dariel hizo la señal del águila- Por el Trono Dorado y todos los Santos Mártires... No te pienso quitar ojo, Bombilla. Como intentes meterte en mi cabeza o usar tus heréticos poderes contra mi, no dudaré en volarte los sesos, como hacen los Comisarios de la Progenium.

Los ánimos se enfriaron, y Dariel no volvió a abrir la boca durante el resto del camino. Finalmente, llegaron a la nave, y uno de sus miembros les ofreció una pastilla para dormir. No sería mala idea tomarla. Dariel nunca había viajado por la Disformidad (bueno, nunca había viajado fuera de Cindar), pero había oído historias terribles sobre seres de pesadilla, y la mera idea de imaginarse algo así, le aterraba. Con decisión, Dariel cogió la pastilla, se tumbó en su camastro y se la tomó, a la espera de los dulces sueños.
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Re: Gustave Bernal I: Conocimiento Legendario

Mensaje por Nirkhuz »

Los tres acólitos tomaron el Insomne, y, en algunos segundos, empezaron a notar los efectos. Somnolencia, perdida de control en los músculos, respiración pausada y tranquila. Ni siquiera se dieron cuenta de que estaba dormidos. Nadie tuvo pesadillas en ese viaje: Ese era pues el objetivo del Insomne. Dormía algunas partes del cerebro, para que este no soñara. La Disformidad y sus terrores no pudieron adueñarse de las mentes protegidas de los acólitos. El viaje transcurrió rápidamente para los acólitos dormidos, aunque realmente fueron muchas horas. Incluso algunos días.

El primero en despertar fue Mens. Una noche sin sueños. Sin pesadillas. Despertó tranquilamente y muy descansado. Cuando miró por la ventana, no vio la típica mezcolanza de cientos de miles de colores, formas y planos dementes que era la Disformidad. Vio el espacio. Por alguna razón que desconocía, le tranquilizaba. Vio que estaban acercándose a un planeta feo y pequeño. Parecía una luna, con ese color grisáceo y muerto. Pero según se fueron acercando, vio luces. Sí, ahí había asentamientos. Mens vio como se acercaban lentamente al planeta, y el suave movimiento de la nave le fue tranquilizado.

Al rato despertó Dariel. El Arbites había dormido a rienda suelta, como un bendito, y cuando se despertó, sintió un hambre terrible. Vio como el psíquico Mens estaba mirando por la ventana, con aire ausente. Se sintió extraño: no confiaba en los psíquicos. Después de vestirse adecuadamente, se sentó en su cama. Pronto llegarían a Kolz.

Finalmente Bernal se despertó. No sabía muy bien que hacer, y vio que sus compañeros ya habían despertado. Se sintió raro: En la Lexis, el solía ser siempre el primero en levantarse para los oficios administrativos. Ver a alguien despierto antes que él le parecía...perturbador. A falta de nada de hacer, revisó su placa de datos: Vio que otra nave se acercaba también a Kolz, un carguero imperial. Se sintió intrigado, así que empezó a revisar la placa de datos: al parecer, llevaba un rato recibiendo notificaciones del carguero, de que también se acercaba a Kolz. Al estar dormido, no pudo verlas.

En ese momento, los tres acólitos vieron por la ventana el carguero imperial. Era pequeño, aunque un carguero 'pequeño' era terriblemente enorme. Las dos naves se dirigían hacia un mismo punto. Los acólitos descubrieron que era el único espaciopuerto del planeta, por las palabras de un navegante que pasaba por ahí, transportando cajas. Un mensaje del capitán les indicó que empezaban el descenso hacia la superficie planetaria. Los acólitos se ataron bien a sus asientos: los descensos planetarios eran brutales para los que no estaban acostumbrados. En este caso, Dariel Vernoch sintió que todo su cuerpo era aplastado con la fuerza de una montaña, y que aún así caía. Era una sensación muy extraña, pero al parecer apenas molestaba al adepto, y Mens no daba señales de sentirse ni minimamente afectado. Cuando tomaron tierra, los navegantes les dijeron que ya podían bajar.

La superficie planetaria era tal cual parecía desde el espacio: Fea. Era una tierra grisácea, como una mezcla de polvo y ceniza. Al parecer era perfectamente respirable, milagros tecnológicos antiguos, se dijo Gustave. Vieron un asentamiento no muy grande, que se había creado alrededor del espaciopuerto. Los acólitos se sentían algo desorientados. Vieron a un grupito que salia del carguero: eran varios tipos, aunque había un muy alto. Cuando Mens le vio la cara, sintió algo raro. Revisó su placa de datos: Sí, era Gunner. Drake Gunner. Pero el tenía otra sensación. Se quitó todos esos pensamientos de la cabeza y fue a hablar con él, sello inquisitorial en mano.
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