Acto 3: Un bonito paseo en barca

En la ciudad de Mariemburgo se esconden muchas más cosas de las que se ven a simple vista...

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igest
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Acto 3: Un bonito paseo en barca

Mensaje por igest »

El día se os hizo a todos realmente largo. La experiencia de la noche anterior ha dejado algunos rastros en vuestras mentes, en unos más que en otros como bien puede aseverar Konrad. La cita a la hora habitual y en el lugar habitual ... la ciudad sigue sus rutinas habituales.... las mareas suben y bajan como habitualmente... todo demasiado habitual. El día ha dado lo suficiente de si para recuperarse de la experiencia de la noche y para gastar parte del dinero que os encontrastéis en la bolsa. Habéis podido realizar vuestros quehaceres habituales y solo a medida que la luz del día ha comenzado a descender (aún más, pues el día se ha presentado completamente plomizo, restando la habitual intensidad de luz diurna), habéis empezado a mostraros ligeramente nerviosos... y quizás esta vez no son los nervios habituales por ver que es lo siguiente que tenéis que hacer, sino quizás algo más.

Después de cenar temprano, todos acordastéis acudir por separado al Martín Pescador... reuniros allí cinco minutos antes de la hora convenida. Simples asentimientos, y en este momento ninguno podríais saber de quién surgió la idea... simplemente sabéis que todos estabáis de acuerdo. Quizás queréis reflexionar lo que vuestras mentes contemplaron la última noche, quizás son dudas que han surgido.... ¿quién sabe? La oscuridad de la noche se acentúa, el frío arrastrado desde el mar se arremolina en torno a vosotros, y las calles van vaciándose progresivamente.
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SrSkaven
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Mensaje por SrSkaven »

Konrad Reder

El camino hacia el Martín Pescador le estaba llevando más tiempo del habitual, quizás estaba alargando lo inevitable de forma inconsciete, tomando pequeños rodeos mientras se armaba de valor para enfrentarse a aquella jornada trabajando para el Ordo. O quizás todavía seguía confundido debido a la experiencia de la anterior noche. El olor a humedad anegaba el ambiente y a lo lejos comenzó a percibir los gritos de alegría que solo podían producir la cerveza barata de su destino.

Parecía que era el primero en llegar, eso no le gustaba. Ahí en medio de la calle se sentía observado e indefenso. Se apoyó en la sucia pared de una casa cercana, esperando a que llegara alguien más y cubriendo su espalda. Dedicó los siguientes minutos a calmarse con el tacto de la empuñadura de su hoja bajo la capa, mientras intentaba mostrar una imagen de tranquilidad. Con la vista fija en el Martín Pescador y su habitual tráfico de personas, esperó al resto de sus compañeros.
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igest
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

Mensaje por igest »

El frío recorría el cuerpo de Konrad apoyado como estaba esperando al resto de sus compañeros. La empuñadura de su arma también ofrecía un tacto frio, que no obstante para el barbero cirujano era cuanto menos un alivio... Siempre le gustaba sentir que disponía de algo con lo que cortar la carne... Cuantas veces habíá empleado sus instrumentos para salvar, o intentarlo al menos, la vida de sus pacientes; abriendo la carne con ellos... Ahora el fin con el que usaba el instrumento que albergaba en su mano, era otro...

En esos pensamientos andaba Konrad, cuando una mano se posó en su espalda. No había escuchado a nadie acercarse de tan absorto como estaba en ese momento... y al girar, dispuesto como estaba ya a empuñar su arma, se encontró con el rostro sonriente de Mathias. El gran Norlandes le observaba con un rostro alegre.... Como si los sucesos de la noche anterior no hubiesen dejado rastro alguno en él. Mathias apartó la mano de su hombro y con un gesto de su mano señaló hacia Jacob y Dieter... allí estaban los dos. Ya solo faltaba Theo... La noche se echaba encima y la hora convenida para su reunión estaba a punto de cumplirse....

Y en esas estaban los cuatro, casi dispuestos a entrar directamente en el Martín Pescador sin su compañero, cuando lo vieron girar una esquina cercana. Venía bastante azorado, corriendo y con el rostro enrojecido. Quizás se había distraido, quizás se había dormido, quizás había dudado...

- Ya estoy aquí chicos

Mathias no esperó a que Theo se recuperase de la carrera y ya había emprendido el camino hacia el interior del Martín Pescador. El resto le siguieron sin dudarlo, el ordo siempre había cumplido y se había mostrado generoso con ellos, así que no tenía porqué ser distinto esta vez.

El ambiente en el interior era el habitual. Mucha animación, ruido, olor a alcohol, rostros conocidos... otros menos. Y entre todos esos rostros: Matthias Prath. Konrad echó una rápida mirada en busca de otro rostro... pero no, esta noche Roseane no estaba a la vista. Pero no había tiempo para eso, el rostro de Matthias parecía serio y debían de ver que es lo que el ordo esperaba de ellos.

Matthias les observó acercarse y sin moverse, esperó a que estuvieran sentados a la mesa. Es extraño que no esté su habitual contacto Pierre. A Matthias le han visto en pocas ocasiones, y saben que ocupan un lugar algo más relevante dentro del ordo, nunca ha sido muy hablador... así que no esperan que la conversación vaya a ser muy larga.

Me alegra veros, a la hora convenida. Pierre no ha podido venir porque tiene un negocio fuera de la ciudad que le reclamará algún tiempo. - El rostro de Matthias se mantiene grave, tal y como hasta ahora.
Espero que hayáis traido la moneda con la inscripción. - Mathias no duda ni un segundo en rebuscar en un bolso y saca de inmediato la moneda para mostrarsela a Matthias, que con un gesto de afirmación da por zanjado ese asunto.
Todo lo que tenéis que hacer es ir al embarcadero que se situa junto al puente que une las islas de Riddra y la de Stoessel, ¿sabéis de cual os hablo verdad?

Con un gesto afirmativo de Dieter, basta para que Matthias de por resuelto el asunto. Conocéis el pequeño embarcadero situado en el Suiddock por algunos trabajos del pasado.
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Nocturno
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Theo Lobster

Ya estoy aquí chicos

Había sido una buena carrera para llegar a tiempo, y los chicos no esperaron a que recuperara el aliento. Entraron en el Martín Pescador y otearon el ambiente general en busca del contacto del Ordo. Matthias los esperaba en una mesa y se sentaron a su alrededor en silencio.

Me alegra veros, a la hora convenida. Pierre no ha podido venir porque tiene un negocio fuera de la ciudad que le reclamará algún tiempo. ¿Era un eufemismo para decir que se había mudado al reino de Morr?
Espero que hayáis traído la moneda con la inscripción. Esto ya le mosqueó un poco, aunque su cara no lo reflejó. No sabía qué era lo que había pasado anoche, pero estaba claro que era algo turbio. ¿Demasiado turbio? Que les pidiera la moneda aclaraba que era requisito indispensable para confiar en ellos para esta misión... ¿Por qué motivo?
Todo lo que tenéis que hacer es ir al embarcadero que se sitúa junto al puente que une las islas de Riddra y la de Stoessel, ¿sabéis de cual os hablo verdad?
Theo sabía de sobra a cuál se refería, así que salieron pitando en aquella dirección. Tanto secretismo empezaba a ser molesto, pero Theo no iba a preguntar nada si nadie más lo hacía. Comprendía que a estas alturas sólo podía seguir adelante o buscar un escape convincente, así que seguiría la corriente del río; De seguir corrientes sabía.
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igest
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

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No hubo dudas, ni casi palabras que mediar, ya teníais vuestro destino y lo único que había que hacer era cumplir, al Ordo no le gustaban demasiado las preguntas. La noche se había cerrado, y en el exterior la calle se mostraba extrañamente menos ruidosa de lo habitual. En el día de hoy, los estibadores se habían mostrado mucho más relajados que en la jornada anterior. Tampoco había atracado hoy ningún barco, con lo que los muelles habían estado más tranquilos de lo habitual.... al menos esta noche no llovía.

Vuestro recorrido fue rápido, en un momento dado os encontrabáis ya a la vista del puente. No se veía a nadie en los alrededores... un segundo, .... un ruido en un callejón llamó vuestra atención. Las manos rebuscaron las ampuñaduras de las armas casi como acto reflejo... Permanecéis en vuestro sitio a la sombra de un edificio medio en ruinas (bueno, en este lugar, casi todos parecen estar en el mismo estado), esperando a descubrir la causa del ruido. De nuevo, el ruido, las manos cada vez más tensas en torno a las empuñaduras....

Hasta que de pronto véis que del callejón sale un perro, sujetando algo en su hocico... casi mejor no pensar en que puede ser eso que cuelga del hocico del can. Pero visto, que no hay peligro, os aventuráis a ir hacia la escalera que desciende por el lateral del puente... y allí véis tres barcas amarradas. Junto a ellas, un tipo totalmente embozado... se mantiene impávido sin hacer mayor gesto que el de extender la mano una vez que os acercáis al descender las escaleras.
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SrSkaven
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

Mensaje por SrSkaven »

Konrad Reder

En el Martín Pescador surgieron decenas de preguntas en la cabeza de Konrad, pero de una forma caótica. El esfuerzo por poner orden en sus pensamientos fue ineficaz y lo único que consiguió fue un dolor de cabeza. Matthias les había encomendado una nueva misión. Sin duda se trataba de algo importante, sino hubiera sido Pierre quien les hubiera esperado en la taberna. "A menos que Pierre haya enfadado al Ordo y ahora se encuentre flotando en los canales, o peor aún, con una gran piedra atada a sus pies compartiendo lecho con los percebes." Estos pensamientos no ayudaron a tranquilizar los nervios de Konrad que observaba con desconfianza cada sombra proyectada desde los callejones de la ciudad. La tranquilidad que reinaba esa noche, cuando lo habitual sería que al menos se oyeran los cánticos de algún grupo de borrachos o los inconfundibles sonidos de una pelea callejera, resultaba incómoda. Parecía que la misma ciuadad los estuviera observando, como un depredador que vigila a una presa.

Alerta y con los nervios a flor de piel, Konrad descendió junto al resto por las escaleras, mientras aquel hombre esperaba a que se le entregara aquella particular moneda del Ordo.

-Una buena noche para un romántico paseo en barca, aunque hubiera preferido otra compañía.- Dijo Konrad.

Sin duda no era un momento para bromear, pero necesitaba aliviar la tensión y el miedo que al igual que la humedad de la ciudad, le impregnaba hasta los huesos.
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

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Theo Lobster

Todo lo que tenéis que hacer es ir al embarcadero que se situa junto al puente que une las islas de Riddra y la de Stoessel, ¿sabéis de cual os hablo verdad?

Avanzaron por las calles agradeciendo que esta noche no lloviera. La tensión se palpaba en el ambiente y adivinaba que algunos de sus compañeros tampoco estaban conformes con la sucesión de acontecimientos, pero prefirió callar y esperar el momento.

No se ve a nadie en el puente y eso le pone en alerta. De pronto un ruido surge del callejón y todo indica que viajaréis junto con Pierre. Coge la empuñadura de su arma para ver un perro... ¡Maldita sea!

En el puente no hay nadie, pero al lado está una escalera que baja al río. Tres barcas se encuentras amarradas (¿Tres, no me salen las cuentas?) y un tipo que extiende la mano.

-Una buena noche para un romántico paseo en barca, aunque hubiera preferido otra compañía.- Dijo Konrad.

-Creo que Roseane estaba ocupada esta noche- Respondo siguiendo la broma.

Al tiempo estrecho la mano del tipo mientras sigo echando cuentas de las barcas. Si puedo intentaré llevar una de ellas para mantener el máximo control de la situación.
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

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El hombre embozado os ve acercaros y vuestros comentarios son recibidos con una rigidez casi total en su rostro. Theo extiende su mano cuando ve que el hombre sacaba la suya, aunque pronto observa como el gesto de su mano no es precisamente el de dar un apretón. Está claro que espera algo...

- Querido Theo, creo que el buen hombre quería esto. Haciendo un pequeño gesto para que Theo se aparte Mathias se acerca al hombre y le hace entrega de la moneda que habían recibido en la bolsa.

Este la comprueba un instante, y de inmediato la guarda en un bolso de la capa que le envuelve. Sin más dilación os hace un gesto para que os acomodéis en una de las barcas que está salpicada con varios sacos. Parece que vuestros asientos son esos sacos. Poco a poco, váis subiéndo todos mientras el frío de la noche se mezcla con la humedad del agua oscura del canal sobre el que ahora estáis en la barca. Theo se encuentra como pez en el agua, mientras Dieter observa con los ojos bien abiertos el agua oscura... casi podría pensar en que habría visto moverse algo....

Tranquilo, serán peces... - Mathias que pasaba en ese momento junto a Dieter, le dio una pequeña palmada en la espalda al noble Mariemburgues de rostro picado mientras acababa de acomodarse sobre dos sacos.

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Cuando estéis todos acomodados, el barquero iniciará el recorrido. Así que si no hay nada más que añadir, usará su pertiga para apartarse del embarcadero y dejar que la barca se deslice por el canal y sus oscuras aguas. Hacer de paso una tirada de Percepción y decirme resultados.
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

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Theo Lobster

El hombre de la capa ignoró mi mano mientras sus ojos vagaban por el infinito, con un leve deje de desprecio.

- Querido Theo, creo que el buen hombre quería esto. Y se adelantó a darle la moneda del Ordo. Me sentí un tanto estúpido, pero intenté recomponerme como mejor pude. El resto no parecían haberse dado cuenta, o al menos esa fue mi impresión.

Nos hizo un gesto para subir a una de las barcas y nos sentamos en los sacos; Cuando nos vio sentados impulsó la barca con una pértiga, por lo visto no me iban a hacer currar aún.

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(He sacado un 64, así que fallo aún con percepción entre mis habilidades :oops: )
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

Mensaje por SrSkaven »

Konrad Reder

Konrad ignoró los intentos de socializar de sus compañeros y tomó asiento en una de las barcas. Parece que Dieter miraba extrañado las oscuras aguas, aunque Konrad no alcanzó a atisbar nada en ellas. Estaba demasiado absorto en los pensamientos de lo que sucedió en aquella fiesta como para concentrarse en otra cosa.

El hombre del Ordo impulsó con la pértiga y la barca meció a Konrad, que no quitaba ojo de encima a su acompañante.

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67 en percepción :(
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

Mensaje por igest »

La noche sigue envolviéndoos en su oscuridad, mientras la barca se desliza silenciosamente sobre las aguas del canal. Lentamente el hombre la conduce, siempre mirando al punto donde se dirige con una mirada escrutadora. Su gesto es siempre de permanecer alerta y no parece percatarse de vuestra presencia, pese a los gruñidos de Mathias protestado por lo incómodo de los asientos. Dieter continua contemplando con cierto respeto las oscuras aguas sobre las que os estáis deslizando y en un momento dado se gira....

¿No habéis olido eso? Ese olor tan desagradable, es casi como si debajo nuestra las pútridas aguas del canal nos regalasen el olor de todos los restos que la ciudad ha vertido en ellos...

El barquero, hace caso omiso de las palabras del Noble y continúa usando la pértiga para mover la barcaza con sumo cuidado. El tiempo parece transcurrir casi tan lento como el suave movimiento de la barza, y en dos ocasiones os veis sorprendidos cuando el hombre la detiene. En la oscuridad de la noche y detenidos, podéis escuchar el ruido del agua agitándose, de la madera crujiendo... notáis el olor a salitre no muy lejano, y un olor ligeramente más desagradable... aunque no tanto como se queja amargamente Dieter. Tras permanecer unos largos minutos parados, el barquero volvió a reemprender la marcha sin hablar ni mencionar nada al respecto de su parada. Lentamente el recorrido os va llevando hacia el Dookanaal, progresivamente la cantidad de basura en el agua alrededor de la barca ha ido en aumento. Desde la parte de tierra firme, os llegan ruidos de gente gritando, borrachos, peleas... nada extraño en esta parte de la ciudad. No en vano, el Dookanaal es con diferencia el peor distrido de la ciudad. A medida que os habeis acercado, el barquero ha ido mostrándose ligeramente más relajado e incluso podríais asentir que había ido más rápido...

No podéis discernir que es toda la basura que os rodea, pero si podéis ver con cierta claridad que la barca se encamina hacia un lateral del canal donde véis una abertura, donde en la penumbra se distingue una reja, casi podríais pensar que no es más que otro sumidero más, aunque uno más grande de lo habitual, tal y como está entre tanta basura.

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Si no hay más que decir o hacer.... nueva tirada de iniciativa/percepción y proseguimos.
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

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El barquero acerca definitivamente la barca hacia la alcantarilla la cual permanece cerrada con una pesada y oxidada reja. Por un momento, Dieter y Mathias contemplan con estupor la posibilidad de que vayáis a chocar, y a buen seguro zambulllirse en las frías y oscuras aguas del canal esta noche no sea lo que hubieráis deseado ninguno. Pero repentinamente el hombre se acerca un poco al borde de la barca y véis como se produce un chasquido en el agua para que a continuación la reja comience a levantarse.

Konrad observa atónito al hombre... juraría que le ha esuchado pronunciar algo. Diría que es algo así como "tsien-tsin" ¿acaso no eran esas mismas las palabras que escucharon en esa extraña entrevista acaecida?, pero lo más sorprendente es el tono de voz del hombre, que parecería más próximo al croar de una rana que otra cosa.

La barca se agito a un lado y a otro al pasar del canal al interior del conducto. La reja no se alza hasta desaparecer lo cual os obliga a agacharos al pasar bajo ella. En el interior, pese a que esperaríais una mayor oscuridad, hay una ténue luz, procedente del fondo... una especie de embarcadero se vislumbra en esta extraña y antinatural luz que antes no habíais percibido. El conducto se ensancha como un embudo hasta alcanzar unos 5 metros de una pared a otra... el agua ha vuelto a calmarse y estáis muy cerca del embarcadero cuando el hombre os hace un gesto para que arrojéis los sacos sobre los que os habíais sentado en vuestro trayecto al agua.
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En el embarcadero Mathias y Konrad podéis discernir unicamente una puerta recia que parece de madera. El resto apenas vislumbráis una sombría y oscura pared, pero no os percatáis donde estáis de la puerta... lo que si tenéis todos claro es que en el embarcadero subterráneo no se ve ninguna figura.

Ocasión para nuevas tiradas de Percepción, y Konrad añade una de Int modificada con un -10.
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

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Theo Lobster

La barca se dirige directa hacia la alcantarilla y parece que vamos a chocar... Theo se siente algo intranquilo porque no le apetece mojarse en el agua fría del canal, y menos por un choque tan absurdo, pero se muerde la lengua trata de poner cara de confianza. De pronto la reja se levanta y la presión que tenía en el estómago desaparece.

Theo observa a su alrededor consciente de que se están metiendo en una ratonera de difícil salida; No es que quiera escapar, pero siempre es bueno saber por donde se puede desaparecer de la escena. Al menos le queda el consuelo de que puede manejar la barca sin problema para salir de allí si surge la necesidad.

Sumido en sus pensamientos se agacha en el último momento para no pegar la cabeza con la reja. Tal vez debería prestar más atención a su alrededor si quería salir bien librado de esta. Observa como el conducto se ensancha y al lado aparece una especie de embarcadero... El barquero hace un gesto para que tiren los sacos sobre los que están sentados al agua. Theo se levanta e intenta observar a su alrededor para entender el motivo de la orden. Si quería salir bien parado del trabajo del Ordo debería estar bien atento a su alrededor.
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

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Konrad Reder

Casi parecía que iban a chocar con las oxidadas rejas del alcantarillado, pero en el último momento el barquero pronunció unas palabras casi ininteligibles. Fueron como un susurro perdido entre las suaves paladas en las sucias aguas del canal, pero Konrad estaba seguro de lo que había oído. Las mismas palabras que la noche anterior, un latigazo de dolor subió por su sien y por un momento sintió náuseas, aunque intentó recomponerse para que nadie pudiera notar nada.

La alcantarilla se abrió y el barquero sin mediar más palabra con su peturbadora voz indicó que arrojaran los sacos al agua. La estancia estaba mal iluminada por una antinatural luz que permitía a Konrad vislumbrar una recia puerta de madera. Y aunque parecían estar solos, ¿por qué sentía esa sensación de peligro inminente? Todo en el Ordo estaba imbuido de un fuerte sincretismo, pero lo vivido recientemente excedía a todos los trabajos anteriores. Por lo menos Konrad esperaba poder librarse del asqueroso olor del canal.
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Re: Acto 3: Un bonito paseo en barca

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Entre bamboleos de la barca, los cinco arrojáis los sacos al oscuro agua que os rodea. Una vez el último de los sacos es arrojado por un sudoroso Dieter (de hecho, habría sido el único saco que arrojó y que a vistas del sudor en su frente, os parece que era realmente pesado), véis al barquero permanecer unos instantes atentos al agua. El silencio llena la cámara en la que os encontráis, solo salpicado por el agitamiento del agua... hasta que de nuevo el barquero decide usar la pértiga y ahora si, hace que la distancia hasta el embarcadero desaparezca por completo. Un gesto urgiéndoos a bajar es todo lo que necesitáis para sacar vuestros pies de la barca... algo que algunos agradecéis enormemente después del bonito paseo por los canales de la ciudad.

Cuando Mathias, el último en salir de la barca, pone sus dos pies en el embarcadero el barquero impulsa la barca con la pértiga dejándoos en el embarcadero solos frente a la puerta donde ahora desde más cerca podéis vislumbrar que sobre la recia madera hay dibujado un dragón pintado. ¡¡Parece que estáis en un lugar seguro para vosotros!! Jacob no deja de mirar hacia el barquero que se aleja de nuevo por el canal, mientras Mathias mira despreocupado hacia la puerta... ¿quizás comprobando su resistencia ante golpes? ¿Quién sabe? Dieter echa miradas intranquilas hacia el agua...

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Si no queréis hacer nada peculiar, franquearemos esa recia puerta en la siguiente entrada.
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