un pequeño relato

Cuando tus aventureros salen del caparazon, tienen ante sí un vasto mundo para recorrer. Desde las frias estepas Kislevitas, hasta las aridas tierras de Arabia. Aquí podremos hablar sobre el trasfondo de todo el viejo mundo y de sus razas.

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POISONEGDE
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un pequeño relato

Mensaje por POISONEGDE »

es parte de la campaña en la que estoy trabajando, me parecio entretenido darle un poco de forma a algo que mis jugadores deveran investigar...

Helmut frotó sus manos con fuerza, tratando que cesara el doloroso hormigueo a causa del frío. No era la mejor noche para pasear por las calles de Aldortf, por la mañana había refrescado y ni un tímido rayo de sol atravesó el nublado cielo durante el día, tampoco ayudó un espantoso viento del norte tan frío que helaba hasta los huesos.

Helmut se ajusto torpemente el manto de su espalda, tapando casi por completo su uniforme de vigilante. Como todas las noches, comenzaba su ronda por los muelles de Aldortf , no era el mejor sitio para un vigilante honrado que deseara una larga vida, pero uno inteligente podría llenarse los bolsillos de coronas aprendiendo a “no ver” determinadas cosas; Todas las noches, contrabandistas de todo tipo descargan sigilosamente cargamentos de todo tipo de los barcos que cruzan el Reik, protegidos por los gremios de ladrones. A veces los pillaba en plena faena, en esos casos lo mas inteligente era limitarse a pedir una pequeña “donación al cuerpo” y hacer la vista gorda. Después de todo, ¿que mal hacia?, prácticamente todos los vigilantes y guardias de las puertas eran corruptos, y aquellos que hacían demasiadas preguntas acababan enrolados en contra de su voluntad en alguna patrulla y mandado hacia el darkwald.

Aquella noche no parecía muy distinta de tantas otras. Barcos atracados en los muelles, jaleo en las tabernas y el estúpido de Edgard mirando a la nada con una expresión bobalicona en su cara, Edgar no es precisamente el mas espabilado de los vigilantes, pero tal como estaban las cosas, cualquiera puede entrar en la guardia mientras tenga las dos manos y sepa caminar hacia delante, y si las cosas se torcían, el enorme cuerpo de Edgar (fruto de una vida trabajando en el campo) podía intimidar a cualquiera.

De repente la estúpida mueca de la cara de Edgar cambió, levanto una enorme mano y señalo a uno de los barcos. -Parecen que están sacando algo de alli, quizá deberíamos acercarnos a ver si están dispuestos ha hacer una donación- dijo Edgar con media sonrisilla, Helmut a veces se preguntaba si su compañero simplemente fingía ser tonto o si el olor del oro le hacia mas inteligente.

Los dos vigilantes se acercaron lentamente a los tripulantes del barco, que en esos momentos se encontraban descargando abultadas cajas de madera de color oscuro, todos ellos avituallados con pesados mantos y grandes capuchas para protegerse del frío. Los vigilantes se aseguraron de llamar la atención, pisando fuerte, moviendo la lampara de aceite despreocupadamente y silbando una tonadilla. Los marineros pararon en seco de descargar y se quedaron mirando a los dos vigilantes.

-Buenas noches señores, ¿no es un poco tarde para trabajar tanto?, he de suponer que todo esta...-. El discurso de Helmut se vio interrumpido por un sonoro silbido y un sonido seco, a su izquierda, su compañero se derrumbaba en el suelo con el peso de una baca, un virote negro atravesaba uno de sus ojos y dejaba un enorme charco de sangre en el suelo.

Helmut grito, visiblemente asustado y a trompicones comenzó una huida completamente aterrorizado, no tenia ni idea de donde salio el proyectil que mató a su compañero, pero no tenia ni la mas mínima intención de descubrirlo. Mientras corría escucho dos silbidos mas... no había dolor, así que no había razón para detenerse, presa del pánico, apretó la marcha.

Tras unos minutos de carrera (que a él le parecieron horas), el vigilante se escondió en un callejón, ya que hacía un rato que no veía a sus perseguidores. Se asomó levemente por la esquina. Todo tranquilo... Hasta que un ruido en sus espaldas hizo que se se diese la vuelta y se callese de culo al suelo, el callejón parecía tranquilo, de entre las sombras, un gato hacia acopio de una rata que acaba de capturar.

-Maldito bicho- Mascullo Helmut, con el corazón amenazando con dejarle completamente sordo, helmut camino a trompicones hasta el final del callejón, tratando de calmarse mientras intentaba recordar siquiera que había pasado... los cabellos de su nuca se erizaron, un escalofrío sobrenatural recorrió todo su cuerpo y la propia oscuridad le pareció cobrar vida, se dio rápidamente la vuelta y allí los vio. Aquellos ojos, aquellos inmisericordes y afilados ojos, completamente desprovistos de cualquier emoción que no sea el mas puro odio, un ser de afilados rasgos, que parecía fundirse con la misma oscuridad hasta convertirse en una prolongación de ella.

Helmut trato de gritar con todas sus fuerzas, mas ningún sonido salio de su boca, en su lugar, solo un borbotón de sangre prácticamente negra, su garganta estaba atravesada por un puñal, que con un sonido de succión se desprendió violentamente de su cuello para rápidamente clavarse en su corazón.

Desde luego, no era la mejor noche para pasear por Aldortf .
Roger_Raven
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Re: un pequeño relato

Mensaje por Roger_Raven »

Me gusta el relato, pone bien en situación, creo. Aunque deberías pasarlo por un corrector porque hay algunas faltas. Cuando tengas la aventura ponla por aquí. :D
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igest
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Re: un pequeño relato

Mensaje por igest »

Muy buena entrada para iniciar un "alegre paseo" por las noches de Altdorf seguro que tras leerlo alguno de los jugadores se lo pensaría dos veces antes de hacer cualquier cosa, y mirarían con cautela cada esquina y cada zona de sombras :D
POISONEGDE
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Re: un pequeño relato

Mensaje por POISONEGDE »

me alegro de que os haya gustado, si tengo algo de tiempo subire la campaña (para resumir un poco, estaria dividida en dos partes, una de investigacion sobre una sociedad de mercaderes corruptos y luego un intento de asesinato sobre el mismisimo karl franz)
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