El glorioso sector Macharian, Imperium Maledictum

Es un buen momento de echarle un vistazo a la ambientación de Imperium Maledictum: el Sector Macharian. Si bien las robustas reglas y el trasfondo de Imperium Maledictum permiten desarrollar partidas en todo el Imperio, la ambientación “por defecto” del Sector Macharian se presenta con todos sus intrigantes detalles. Veamos que tiene que ofrecernos la historia del sector y sumerjámonos en algunos de sus mundos.

Una historia compleja

Muy lejos al oeste galáctico de Terra, dentro del Segmentum Pacificus, se encuentra el Sector Macharian, un territorio histórico del Imperio que porta el nombre de su legendario conquistador. La propaganda ha mantenido durante mucho tiempo al sector como un faro dorado de gloriosa propiedad, el sabroso fruto de una guerra justa en nombre del Emperador. La historia del Sector Macharian, y de hecho su verdad actual, cuenta una historia muy diferente; la de un espacio asaltado por terribles enemigos tanto interiores como exteriores, plagado de peligrosas oportunidades de aventuras peligrosas para tus partidas de Imperium Maledictum.

Conseguido a costa de la sangre de billones de soldados, el Sector Macharian estuvo entre los primeros en ser reclamados cuando el Lord Soldar avanzó arrollando en el Segmentum Pacificus. La guerra sacudió las mismas estrellas, mientras herejes, alienígenas e incluso demonios caían ante el implacable dominio estratégico de Macharius.

La victoria en lo que se conocería como el Sector Macharian fue tan aplastante que se convirtió en una zona de reabastecimiento relativamente segura mientras la cruzada continuaba hendiendo el vacio, pero la muerte de Macharius desencadenó una calamitosa cabalgata de enfrentamientos heréticos. Ninguna parte de la traicionera galaxia puede conservar la paz por mucho tiempo, y el Sector Macharian no era una excepción —los lugartenientes del Lord Solar se volvieron los unos contra los otros, corrompidos por la codicia o los susurros de seres malignos. Malvados xenos y despreciables traidores vieron la posibilidad de aprovechar la debilidad, y los demonios contemplaron la carnicería con perverso regocijo.

Estas Herejías en Macharian rara vez se mencionan, excepto como un relato de advertencia de que incluso las más grandes victorias pueden desmoronarse si no se tiene al Emperador por encima de todo. Finalmente, los mundos fueron reconquistados y el Administratum declaró al Segmentum Pacificus «salvado por la gracia del Emperador», incluso mientras que se libran guerras pírricas en diez mil frentes. La historia se puede reescribir, pero hay enemigos del Imperio que han vivido suficiente como para recordar las verdades de la Cruzada en Macharian y que todavía ansían venganza.

Durante siglos, la mayoría de aspectos del Sector han sido definidos por las conquistas del Lord Solar. Mundos con poblaciones humanas que aceptaron la subyugación sin oponer resistencia fueron bienvenidos en el Imperio y se les permitió cierto margen de maniobra a la hora de introducir cambios en su cultura y gobierno. Quienes lucharon contra el Lord Solar fueron aplastados por completo, sus herejías purgadas de la historia, y hasta el día de hoy están patrullados por los Vigilites Macharianos para asegurar absoluta devoción al Emperador. La nobleza y los gobernadores planetarios pueden trazar sus linajes hasta altos oficiales de la Cruzada Macharian y muchos están implicados en disputas centenarias que a menudo las iniciaron antepasados olvidados. La mayoría de estas se fundamentan en turbios rumores de sucesos durante la Herejía Machariana, pero quienes se preocupan por el pasado suelen estar ciegos a las amenazas del presente.

Aunque se considera un faro del poder del Imperio, el Sector Macharian es tan díscolo como el resto de la galaxia, asediado por enemigos exteriores e interiores.

Mundo de hielo

Jotungarth por JG O’Donoghue

Pocas personas son las que olvidan la sombría majestuosidad de Jotungarth. Un mundo despiadado, Jotungarth está envuelto en una penumbra eterna, azotado por tormentas interminables y cubierto de gélidos océanos mortales. Bautizado por Ulrik Colmillosombrío, legendario Gran Lobo de los Lobos Espaciales, Jotungarth es un reino de fatídicos icebergs, hogar de escalofriantes palacios de hielo y asentamientos sumergidos que se tambalean al borde de la condenación.

Los habitantes de este mundo inhóspito son gente supersticiosa y sorprendentemente resiliente, aferrándose a la vida ante el perpetuo peligro. Los habitantes de la superficie, o «partidarios del hielo», se han adaptado a los implacables vientos con un lenguaje de signos único y todos los habitantes de Jotungarth deben aprender a pescar y a defenderse ante predadores acuáticos letales que acechan bajo las olas.

Los videntes albergan un poder inmenso en este desolador paisaje, sus visiones guían el destino de los ciudadanos de Jotungarth. La vidente Gytha Breen, la más engimática de todos, habita en una desolada cueva en un iceberg, adivinando el futuro con cartas hechas a partir de enormes colmillos de cetáceos. Sus predicciones crípticas y siniestras son infamemente precisas, atrayendo el interés y el temor de la Inquisición.

Las casas nobles de Jotungarth están indiscutiblemente al cargo del planeta, pero habitan en un estrato lejos del grueso de la población y rara vez interactúan con sus súbditos. La mayoría de la nobleza de Jotungarth posee aumentos, normalmente pensados para permitirles soportar con más comodidad las extremadamente frías temperaturas lo que hace que visitar sus estancias sea un asunto difícil para los forasteros. El gobernador planetario Eineer Valgaard de la casa Valgaard posee tantas modificaciones que se dice que nada a diario en aguas que congelarían a un humano normal en cuestión de segundos.

Cada uno de los capitanes de las diferentes ciudades-barco posee el mando absoluto de sus grandes navíos y de todas las personas que vayan a bordo, lo cual significa que en sus puestos abundan los abusos. Algunos son famosos por sus escrúpulos, otros no tanto, aunque ninguno es abiertamente corrupto.

El Astra Militarum es muy respetado en Jotungarth y servir en la Guardia Imperial se ve como una elección muy honorable, otorgando a los oficiales cierta influencia dentro de las ciudades-barco y en los asentamientos submarinos. Los destacamentos de tropas aquí reclutados blanden con precisión infalible sus famosos arpones con incrustaciones de marfil y a menudo destacan en operaciones furtivas.

Templo de gloria

Macharia por JG O’Donoghue

Reconocido como el mundo tumba de Macharius, el mundo altar es destino de incontables peregrinos desesperados, atraídos por la fascinación de un refugio divino. Sin embargo, bajo el brillo del marmol y el oro, prospera un pozo negro de sufrimiento humano, oculto en habitáculos y edificios en ruinas que yacen oscurecidos por estatuas y catedrales.

Los lúgubres cielos azules de Macharia ocultan un mundo envuelto en engaños. Mendigos y peregrinos destrozados rondan por los callejones y tenderetes en busca de una migaja de comida o un solar perdido con el que comprarla. Las personas fervorosas gritan sus proclamas desde cada esquina, incluso mientras un puñado de herejes predican con silenciosos susurros. Mientras tanto, la despiadada Milicia Frateris patrulla las calles, asegurandose que la fachada de prístina majestuosidad permanezca impoluta.

La Noctis Aeterna arroja su mancha sobre Macharia, causando caos y confusión entre la Eclesiarquía. Surgen cismas de fe, siendo la más descarada la herejía abrazada por el influyente Cardenal Nolis Rayne, quién predicaba que los psíquicos emergentes eran los elegidos del Emperador. Sus blasfemias sumieron a Macharia en una guerra sagrada que desgarró los salones del Palacio e implicó a buena parte del planeta. Aunque la mayoría han olvidado este lamentable episodio, las cicatrices aún se notan.

En mitad de la grandeza del Confesional Machariano y la impresionante presencia del Adepta Sororitas, el Ordo Hereticus opera clandestinamente, investigando la decadencia de la Eclesiarquia y manteniendo la pureza del mundo altar.

Pero la oscuridad es aún más profunda. Bajo las colosales teocrópolis de Macharia, los descartados y olvidados libran una guerra interminable por su supervivencia. Estas almas desdichadas, abandonadas por el imperio, arañan las sobras que caen desde arriba, su fe se ha torcido en la oscuridad que las envuelve.

Virida

Virida por JG O’Donoghue

Virida, un planeta descubierto durante la Cruzada Macharian, parecía inicialmente ser un mundo exhuberante sin reclamar. Sin embargo, los primeros equipos de exploración enviados a las junglas ecuatoriales desaparecieron misteriosamente sin dejar rastro. Los equipos muy armados que les siguieron reportaron luces parpadeantes y susurros en la oscuridad, antes de caer también en el silencio.

El Capítulo de los Fantasmas Estelares del Adeptus Astartes fue el primero en sobrevivir al combate con la jungla consciente de Virida. Este gigantesco organismo colectivo cubría cerca de dos tercios del planeta y tenía un control casi total sobre amplias porciones de la biosfera. La fauna y la flora móvil estaban dirigidas por seres llamados Viridar, xenos gigantes parecidos a árboles andantes que actuaban como nodos de la sapiencia de la jungla. Después de medio año de luchas, el Imperio derrotó a los Virida y reclamó el planeta.

En los siglos siguientes, Virida se desarrolló lentamente con el potencial de convertirse en un mundo agrícola productivo. Sin embargo, muchos susurran que la jungla está más alerta de lo que parece, y de hecho, algunos incluso reclaman que las fuerzas del Caos que descendieron sobre el mundo durante la larga noche de la Noctis Aeterna fueron destrozados por ella antes que pudieran amenazar siquiera los puestos avanzados que allí tiene el Imperio.

El control Imperial en Virida es limitado y cambia constantemente debido a la flora y fauna de sus junglas mortales. El Astra Militarum y el Adeptus Mechanicus trabajan conjuntamente para mantener y proteger las grandes servociudades moviles.Los Sabuesos sulfurosos Cerberus acompañan a estos pesados gigantes, arrasando la jungla invasora con la purga de las llamas.

Puedes leer el texto original de este artículo en ingles en la web de Cubicle7.

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