El crucero de combate «Estrella Escarlata» se aproximaba a los planetas gemelos junto con una enorme flota de los caballeros grises y la guardia imperial. La estrella escarlata era la nave de mando de Rianna, y la inquisidora y el maestre Zino miraban la aproximación desde el santuario del capitán Suelinton quien estaba conectado a su trono por innumerables cables y tubos.
Las fuerzas Imperiales llegan a los planetas Zaio y Aio que están siendo víctimas de un obsceno y grotesco ritual, en un intento por detenerlo y erradicar la presencia de los siervos de la disformidad que han mancillado estos dos planetas… ¿tendrán éxito en su misión las fuerzas imperiales?
- Autoría: Mcallus.