¿Cómo gusta comprar rol? Mecenazgos, preventas, tiendas …

Recientemente realizamos una encuesta en Twitter cuyo destino era ver cuál era la forma que la gente prefiere para adquirir sus títulos roleros. Financiarlos antes de que salgan adelante con un mecenazgo, esperar a que ya esté listo y acceder en una preventa o esperar directamente a adquirirlos en las tiendas. También hay sitio para quienes ya no tienen espacio para más… 

Y los resultados, tras los 139 votos, han dejado lo siguiente:

  • Mecenazgo 19,4%
  • Preventas 30,2%
  • Tienda 38,1%
  • Sin sitio para más 12,2%

De aquí se podrían sacar muchas conclusiones y muchas lecturas, pero la primera que me llama la atención es que, si bien hasta hace poco el Mecenazgo parecía que era la forma más atractiva para muchos, ahora queda relegada a menos de un 20%. Es decir, que sólo 2 de cada 10 personas ven esta como la primera vía para adquirir el material rolero. Preventas y tiendas suman casi un 70% lo cual indica, que la gente parece más interesada en tener el producto con más seguridad que aventurarse a la experiencia de los mecenazgos. Sin duda, el hecho de que en estos años se hayan visto como algunos se alargan (e incluso parecen no llegar), está poniendo en tela de juicio esta forma de publicar contenido.

¿Problemática de los mecenazgos?

El modelo en sí, es totalmente válido. Alguien tiene una idea, un proyecto, y busca forma de obtener el dinero para que pueda cobrar vida. La gente que pueda estar interesada en el proyecto, decide aventurarse y si todo va bien, el resultado llegará a buen puerto. Pero como bien digo, es “aventurarse”, el mecenazgo es un modelo para proyectos iniciáticos, para gente que empieza… La definición de la RAE dice:

Protección o ayuda dispensadas a una actividad cultural, artística o científica.

Y en ninguna parte, aparece la palabra “financiación”. Porque la realidad es que muchas veces escucho “Financiado” y no, un mecenazgo no es una vía de financiación. Es una forma de agrupar a gente para ayudar a que un proyecto salga a la luz, y así sucede en muchos casos. Donde mucha gente se reune, aporta su dinero y no sólo eso, sino que además ayudan a promocionarlo porque creen en él, les gusta la idea, ven que hay que apoyar a quién está detrás para que salga adelante. Y en esos casos, casi siempre triunfa.

Financiarse… ¡Que dificil es!

Llega el abuso

Por supuesto, tener acceso a financiación es algo muchas veces complicado y por desgracia el modelo de los mecenazgos se ha convertido en esa vía al alcance de cualquiera. Se convierte en el único medio para que, muchas veces, haya cosas que puedan soñar con ver la luz (triste realidad, pero así es). Y eso encorseta al modelo, porque aunque pudieramos pensar que sólo lo usan los que están empezando, hemos visto como durante años también algunas editoriales asentadas de hace algún tiempo han recurrido a ellos. Cierto es que ahora la tendencia parece que les va a llevar más al modelo de “Preventa”, pero ahí están los abundantes proyectos que han buscado este medio para poder salir adelante.

Pero no es culpa de que haya personas o editoriales que recurran a este mecanismo del mecenazgo (si bien no sea exactamente su verdadero objetivo), simplemente ese “abuso” de recurrir a ello se debe a esa triste realidad de la que hablaba antes, al hecho de que obtener ingresos con el rol es algo harto complicado. Esto no es algo que nos pille a nadie de nuevas ¿verdad?

Así pues, las editoriales más asentadas (excluyendo a las realmente grandes, que todas las personas sabemos que suelen vivir más de otros negocios asociados que del rol propiamente), tienen que seguir recurriendo a un método de obtener ingresos como es el de los mecenazgos porque los márgenes de beneficio son escasos (así queda muchas veces de manifiesto). Por supuesto, las plataformas de mecenazgos se cobran su peaje, y eso merma un poquito más los beneficios contribuyendo en cierta forma a esa “retroalimentación” de la situación. Quizás es que esas editoriales más asentados no han tenido más remedio… y por eso han seguido recurriendo al modelo, así que no las culpemos por ello.

Pero entonces entran en juego otras personas, que meten el pie en este modelo, para sacar adelante proyectos de rol. Personas que a veces carecen de la experiencia o medios necesarios para ello (siempre tendré en la cabeza la buena intención, por no pensar mal) y ven como estos mecenazgos podrían servir para cubrir la “pata” de la financiación de esos proyectos. Así pues se lanzan a uno, pero entonces y pese a cubrir la parte de la financiación, los proyectos se tambalean porque el resto de patas cojeaban y la cosa no resulta como la gente que se apuntó a esa aventura podría esperar. Llegan los retrasos, los productos inacabados, … en fin, cosas que se han vivido en estos años y que han enfangado la imagen de los mecenazgos en general.

El peaje de los mecenazgos

Antes hablaba de cómo los mecenazgos pasan factura a quienes buscan esa vía de financiación. Y no es algo sólo literal, ya que aparte de su comisión (más iva, más cuotas por pagos con tarjetas) está el peaje de las recompensas. Muchas veces, tanta recompensa parece algo inverosímil, pero ahí están. Se ofrece el oro y el moro, se dan precios rebajadisimos porque es gente que “apoya” el proyecto. Y eso no está mal… pero, si hay un pero. Empieza a estar mal, cuando eso merma los beneficios y los proyectos no tienen recorrido más allá del mecenazgo.

¿Cuántos proyectos se han quedado ahí? Al no salir del mecenazgo e ir a tiendas, esos proyectos ven como su recorrido es más reducido y al final, a quién propone el proyecto le ha dejado con un margen de beneficio tan reducido por su gran esfuerzo y trabajo (cuantas veces incluso no hay beneficio o incluso se han escuchado hablar de pérdidas). Y eso, se traduce en que si pretende lanzar un nuevo proyecto no habrá fondos de los que tirar, así pues, ya se ha entrado en un bucle del cual se hace difícil de salir.

¡No rompáis la cadena!

Los dos lados de la cadena invisible

A un lado las personas que compran, al otro las que quieren publicar rol. Unidas por esa cadena invisible. Unas quieren adquirir cosas buenas, bonitas y también baratas. Las otras quieren realizar su trabajo y obtener un beneficio de ello. Cada uno tira de su lado de la cadena intentando que esta no se rompa (o así debería ser), porque un lado sin el otro no sirve de nada. Es necesario un equilibrio entre lo que se ofrece y lo que se demanda. En el caso del rol parece ser un equilibrio muy, pero que muy delicado, pues como decíamos los márgenes suelen ser muy escuetos. 

Preventas y tiendas

Hemos dicho que esta es la opción preferida para casi 7 de cada 10 personas, con lo que no hablar de ella y dejarlo todo a los mecenazgos es olvidarnos de una buena parte. Pero como bien hemos dicho, quizás uno de los problemas que acucian al sector del rol es el de la financiación, por eso se ha estado recurriendo en buena medida en los años anteriores (¿y en los futuros?).

Sin espacio a la duda, las tiendas han estado ahí desde los comienzos. Son un punto vertebrador de la afición desde hace muchos años, y ha sido a raíz del auge del comercio electrónico que han ido viendo cómo perdían terreno. Hace años, todos buscaban en su tienda de referencia el material rolero, pero hoy en día está al alcance de un click y las tiendas se encuentran en una lucha permanente para afrontar esta nueva etapa.

Los mecenazgos no han ayudado (ya están aquí de nuevo), pues en muchos casos como bien decía, los proyectos no iban más allá, el objetivo era publicar algo, sacar un beneficio (o no) y no pensar en una distribución convencional dejando de lado las tiendas. Por suerte este no ha sido siempre el caso, y hay proyectos que han contemplado apoyar a las tiendas donde hay gente que le gusta seguir comprando sus libros de rol.

Aquí entonces entra de nuevo en juego el tema de los márgenes, lógicamente la distribución en tiendas se come su parte del pastel de los beneficios (todos tienen que comer como es lógico). Esto se suele traducir en el pensamiento de que en tienda el rol es más caro. Pero quizás aquí haya cierta confusión. Si, lo se, el libro en tienda es más caro de eso no suele haber duda. Pero es que el mecenazgo no es un lugar donde se ofrezca un precio de mercado, sino que el precio va en consonancia con el hecho de que es gente que está “apoyando” para que salga algo adelante, pero que claramente no está en un precio de mercado. Si lo estuviese, entonces el mecenazgo a la gente no le interesaría lo más mínimo. Aquí está lo turbio del asunto y desde mi punto de vista, los mecenazgos planteados sin recorrido (o los que enmascaran preventas) no deberían abundar (vamos de hecho ni siquiera creo que debieran plantearse así). Está claro que cada cual se mira su ombligo y que como decíamos antes, a un lado de la cadena suele haber quién busca cosas lo más baratas posibles, pero hay que ser también consumidores responsables que luego surgen polémicas sobre si se paga bien o mal a las personas que hacen el rol.

En último lugar, pero no menos importantes

No me olvido de las preventas. Bueno, se quedan ahí entre dos tierras (ya espero a ver ese cover de Rammstein). Aquí una editorial/autor ya tiene que tener todo hecho, es decir no está pidiendo dinero por “humo” simplemente faltan los últimos retoques y habrá una fecha concreta en la que todo se hace realidad. Así pues se trata simplemente de una forma de ir recuperando el dinero invertido un poco antes. Eso se traduce en que ambas partes de la cadena pueden confiar la una en la otra de lo que se está ofreciendo o comprando.

En este punto seguramente la editorial ya ha mostrado buena parte de lo que hay y la persona que va a comprar ya sabe que lo quiere, así que ¿dónde está el problema? Pues lógicamente en ninguna parte. Sólo falta que a esta fiesta se unan las tiendas y las preventas no las dejen de lado. Si, se comen una parte del pastel, pero también ayudan a seguir difundiendo el rol entre la gente (que hay vida más allá de internet).

La elección de cada cual, pero esta es la mia

Por supuesto, todas estas reflexiones son sólo eso, reflexiones. Cada cual optará por lo que más le interese. Ahora ya como opción personal, creo que lo que más favorece al rol sería que se utilice en cada caso lo que sea necesario pero sin dejar de pensar en los distintos eslabones de la cadena que forman la comunidad del rol.

Los mecenazgos los veo perfectos para los proyectos de quienes echan a andar, pero hay que buscar que haya continuidad y que su viabilidad no se base únicamente en los mecenazgos. Las preventas, contando con las tiendas me parecen la via perfecta para las editoriales ya asentadas. A fin de cuentas, dan garantías y no está de más ir permitiendo que recuperen un poco antes sus inversiones. Y las tiendas, siempre las tiendas. Lugares de reunión, donde ojear el material, donde compartir partidas… Lo se para algunos puede sonar a nostalgia, sobre todo en estos tiempos donde todo parece girar en torno a Internet, pero gracias a ellas el rol también ha seguido adelante. Así que, siempre que veáis una tienda de rol, será una buena señal. Y para quienes no os queda sitio en la estantería para nada más, tranquilos… siempre tenéis opción en digital 😀

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