Warhammer Rol: Ganchos para aventuras, parte 3

Aquí tenéis la traducción de la entrada publicada en la web de Cubicle 7 (en ingles) con una nueva entrega de ganchos de aventuras para Warhammer Rol.

Hoy tenemos otro artículo del legendario diseñador de Warhammer el Juego de Rol, Graeme Davis. Graeme ha participado en WJDR desde sus comienzos y actualmente está trabajando en la campaña de el Enemigo Interior con el productor de WJDR Pádraig Murphy y el equipo de C7. Si os perdistéis las entradas anteriores, podéis ver la parte uno aquí y la parte dos aquí.

Los siguientes ganchos de aventuras pueden usarse cuando visiten el Nulner Staastoper u otro gran teatro como este. Podéis encontrar un mapa del Staatsoper en Noches duras y días complicados (Rough Nights and Hard Days).

El loco de la ópera

Los personajes de Edvard Lowenhertz y su hija están inspirados en los personajes interpretados por Vincent Price y Diana Rigg en la comedia de terror de 1973 Theatre of Blood (Matar o no matar). Eduardo Corazón de León, un amargado actor Shakespeariano, se vengó de todos los críticos cuyos votos le costaron un prestigioso premio, asesinando a cada uno según el estilo de diferentes obras de Shakespeare. Detlef Sierck u otro dramaturgo famoso podría representar a Shakespeare, las tramas dramas se extraen de la historia del Imperio y los mitos.

Otra posible fuente de inspiración es la novela de 1910 de Gaston Leroux El fantasma de la Ópera, más conocido hoy en día por su adaptación musical de Andrew Lloyd Webber. Terriblemente desfigurado (quizás por la mutación), un hombre medio loco se mueve sin ser visto por los pasajes y túneles bajo el teatro de la ópera, obsesionado con la música y tendente a cometer asesinato, secuestrar y más para abrirse su propio camino donde el reparto y otros asuntos son relevantes. Finalmente secuestra a una incipiente soprano, para consternación de su prometido y la dirección del teatro.

Los miserables

Llega una nueva obra, y toda la sociedad de la ciudad se congrega para el estreno. El espectáculo, una amarga acusación de la desigualdad social escrita bajo un seudónimo por un agitador reconocido, es anulada por orden de las autoridades antes del final del primer acto.

El teatro es cerrado: las puertas son encadenadas; se publican advertencias de prohibición de la entrada bajo pena legal; y los oficiales de la guardia detienen a cualquiera que intenta entrar o salir. Todo el elenco y los operarios son acusados de sedición, y los abogados de ambas partes discuten el caso de forma interminable. Las protestas furiosas se encuentran con la fuerza; las protestas se convierten en revueltas, y se producen muertes; agitadores y propagandistas hacen circular resúmenes y extractos de la, ahora, notoria obra, ignorando las advertencia de las autoridades de que se trata de un crimen poseer cualquier parte del guión, o un documento que lo mencione. Todo está funcionando tal y como alguién planeó.

La naturaleza de quién es ese “alguien” depende del DJ. Un demagogo podría haberlo planeado todo, dirigiendo las protestas y manipulando a las autoridades para demostrar su fuerza con el fin de aumentar la tensión hasta el punto en que una violenta revolución es inevitable. O, un culto en las sombras podría estar haciendo lo mismo para desestabilizar la ciudad, dejándola casi indefensa antes de un horrible ataque. Agentes extranjeros podrían estar detrás de todo ello, o rivales políticos de los gobernantes de la ciudad. ¿Todo este alboroto por una obra de teatro? ¿Quién lo habría pensado?

El ratón, atrapado

Un popular misterio de asesinato es la obra más interpretada en la historia del teatro — de hecho, en la historia del Imperio. El ratón, atrapado inició su andadura durante el reinado de Magnus el Piadoso, y aunque el elenco de actores y el equipo han ido y venido, la obra nunca ha dejado de representarse ni una sola vez en todo ese tiempo.

Cuando el último protagonista masculino aparece muerto con una daga entre los omóplatos, los productores recurren a su suplente: después de todo, el espectáculo debe continuar. Pero no se puede encontrar al suplente — y tampoco a ninguno de los actores vivos que interpretaron el papel, o a sus suplentes. ¿Quién está asesinando a los actores, y por qué? ¿Alguien quiere destruir la obra? ¿Es simplemente alguien harto y decidido a ver algo más sobre el escenario del teatro? ¿O son los personajes, en lugar de los actores de la obra, los verdaderos objetivos del asesino?

Una cosa es segura: con menos de ocho horas para levantar el telón un actor secundario de la compañía está tratando de aprender a un ritmo frenético las líneas de la obra, alguien tendrá que vigilarlo muy de cerca.

La vida imita el arte

El nigromante es una historia clásica de pecado y castigo, de ambición y caída. Pensada como una biografía del notable Heinrich Kemmler, una nueva producción cuenta con efectos nunca antes vistos cortesía de los ingenieros enanos y hechiceros contratados. Será un espectáculo como ningún otro visto, y los programas y carteles no escatiman una sola hipérbole para despertar el interés del público.

No obstante, a mitad del primer acto, la muerte hace acto de presencia real. En un principio el público cree que es otro efecto, como la hueste espectral que causó que siete damas se desmayaran y que un barón mayor cayera muerto por un ataque al corazón; pero esta vez, la gente muere por todas partes.

Con la ayuda de la guardia, el brote es rápidamente cortado de raíz, pero las preguntas siguen. ¿Era la obra un velero deliberado para magia prohibida? ¿Descubrió el dramaturgo un hechizo genuino y lo reprodujo en el guión sin su conocimiento? ¿Hay otra figura detrás de todo: un asesor histórico a quien el dramaturgo sólo conoce como “Heinrich”? ¿Se ha atrevido Kemmler a caminar entre los vivos y ha usado la obra como un medio para perseguirlos? Los aventureros deberán encontrar la verdad antes que los inocentes ardan, y que se utilice una magia aún peor.

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